Ubicado en la comarca Campo de Daroca, Anento cuenta con diferentes atractivos por la localidad y su entorno como el famoso Aguallueve
Este municipio forma parte de la lista de los Pueblos más bonitos de España, que integran en total 13 localidades aragonesas
Texto de Armando Cerra – Imágenes del Ayuntamiento de Anento
Hasta 13 localidades aragonesas integran la lista de los Pueblos más bonitos de España. Hagamos memoria. En la provincia de Teruel es donde hay más localidades pertenecientes a esta asociación ya que son siete: Puertomingalvo, Valderrobres, Cantavieja, Mirambel, Albarracín, Calaceite y Rubielos de Mora. Mientras que en tierras oscenses se encuentran Ansó, Alquézar, Aínsa y Roda de Isábena. Y por último en la provincia de Zaragoza se hallan Sos del Rey Católico y el pueblo protagonista de este artículo: Anento.
¿Conoces Anento? Esperamos que sí, pero si no has tenido la suerte de descubrir este trocito de la Comarca del Campo de Daroca, ojalá estas líneas te animen a visitarlo en personal.
No queda tan lejos, menos de 100 kilómetros separa la ciudad de Zaragoza de Anento. Y además de ser una distancia más que asumible, lo cierto es que el último tramo del viaje es atractivo por sí mismo, cuando la carretera se adentra por un singular paisaje de tonos rojizos en el que la erosión de la lluvia y el viento han formado caprichosos roquedos a lo largo de los siglos y milenios.
Desde luego que esas vistas son un aperitivo estupendo a lo que luego os espera Anento. Ahí rápidamente comprobaréis que es muy justa la calificación de uno de los Pueblos más Bonitos de España.
Una cosa importante que debéis saber es que al llegar tendréis que dejar el coche en un aparcamiento de pago a la entrada del pueblo. Al fin y al cabo, dado el reducido tamaño de Anento no os hace falta el coche para nada. Además de que es todo un placer caminar por sus calles y los alrededores.
Os recomendamos acudir a la oficina de turismo para informaros sobre los atractivos del lugar y la mejor manera de disfrutarlos. Ahí os van a presentar las visitas imprescindibles que básicamente son visitar el célebre Aguallueve, hacer la ruta de los de los rincones con encanto por Anento, acercaros a su iglesia parroquial, y también disfrutar de las vistas y de las historia tanto en el castillo como en el torreón celtíbero.
Es cierto que muchos visitan estos dos últimos puntos yendo en coche, pero desde aquí os animamos a llevaros a Anento calzado cómodo, así como algún bocata para almorzar, y descubridlo todo caminando. Es un regalo para la vista y también para la salud. Y no os penséis que requiere de un esfuerzo físico supremo. ¡Ni mucho menos! Pasaréis una mañana de lo más entretenida por caminos cortos, además de bien señalizados y con escasa dificultad.
El plan puede ser algo así. Al llegar, tras visitar la oficina de turismo ya podéis tomar la ruta hacia el Aguallueve, el gran referente paisajístico de Anento. Es un sendero apto para toda la familia y la recompensa es llegar al propio Aguallueve donde se ve como las aguas se filtran de las entrañas de la tierra debido a las características kársticas del terreno. Es un auténtico espectáculo y la balsa cercana que acumula todas las filtraciones acredita la cantidad de agua subterránea que brota en este lugar tan sorpresivo.
Se trata de una especie de oasis muy húmedo en medio de un paisaje mucho más seco. Algo que se manifiesta en el tiempo de vegetación. Aquí se acumulan los verdes intensos de los musgos y los helechos, mientras que en el entorno domina el rojo de las areniscas o los verdes mucho más pálidos de los pinos.
Esta ruta es circular y si se hace de seguido, sus 2,5 km de recorrido se realizan en unos tres cuartos de hora. Pero os recomendamos desviaros por las sendas que os acercan tanto al torreón celtíbero, desde el que hay unas maravillosas vistas del entorno, como a los monumentales vestigios del castillo medieval, el cual todavía impresiona con sus tres torreones y el foso que protegía el acceso al interior.
Tras visitar esos lugares podéis volver a bajar a la ruta del Aguallueve y desde ahí retornar al núcleo urbano. Entrando por su monumento más icónico: la iglesia de San Blas. Un templo que data de tiempos románicos y en cuyo interior se guarda uno de los retablos góticos más impresionantes de todo el patrimonio aragonés. Un gran retablo realizado por el maestro Blasco de Grañén y que por supuesto está dedicado a San Balas, pero también a la Virgen de la Misericordia y a Santo Tomás de Becket.
Después de la iglesia ya solo os queda deambular por el casco urbano de Anento buscando todos esos rincones con encanto que lo convierten en un sitio muy especial y uno de los Pueblos más Bonitos de España. Una maravilla que incrementa su valor cuando se descubre que la localidad llegó a estar prácticamente despoblada, con un único habitante en el pasado siglo XX. Un ejemplo de que el turismo es una fantástica herramienta para recuperar el mundo rural.
