Tudela cuenta con numerosos edificios históricos y con diversos puntos en común con Aragón. ¿Quieres descubrirlos?
La escapada al municipio navarro se encuentra a tan solo 1 hora en coche desde Zaragoza
Texto de Armando Cerra – Imágenes del Ayuntamiento de Tudela
Hoy os volvemos a proponer una escapada fuera de nuestra comunidad autónoma. Eso sí, no vamos demasiado lejos, prácticamente nos quedamos en los límites de Aragón para adentrarnos unos kilómetros en las tierras de Navarra hasta llegar a Tudela. Una población con la que tenemos numerosos puntos en común. ¿Cuáles? Ahora te lo contamos. Sigue leyendo descubrirás qué ver en Tudela.
Los tudelanos son navarros obviamente, pero tienen casi a la misma distancia su capital, Pamplona, que Zaragoza. No llega a una hora el camino que nos separa, por eso hay una intensa relación con ellos. Eso por no mencionar la cercanía a otras poblaciones como Tarazona o Ejea de los Caballeros.
Y esta estrecha relación se hace más evidente durante la visita Tudela. Por ejemplo, antes de llegar, descubriréis que el Ebro riega los campos del entorno tudelano y que el paisaje no varía mucho respecto a las comarcas vecinas de las Cinco Villas o de alrededor del Moncayo. Por eso compartimos cultivos y riqueza de la huerta, de hecho hay productos que son emblema de ambas comunidades como los espárragos con Denominación de Origen de Navarra que se cultivan también en Aragón y forman parte de nuestros Alimentos Nobles.
E igualmente antes de llegar a Tudela, podéis ver en la A-68 un desvío que indica dirección El Bocal. No dudéis en saliros en ese punto, ya que a muy corta distancia veréis el origen de una de las infraestructuras más queridas en Aragón. Nos referimos al Canal Imperial, que toma aquí las aguas del Ebro y emprende su largo camino hasta Zaragoza.
Desde El Bocal ya ni siquiera os hará falta retornar a la autovía para llegar a Tudela. Hacedlo por una carretera local y en breve alcanzaréis núcleo urbano. Tal vez una de las primeras cosas que halléis sea la Torre Monreal que plasma el pasado musulmán de la ciudad, ya que esta atalaya la levantaron los musulmanes en el lejano siglo IX.
Y no muy lejos queda el auténtico epicentro tudelano: su Plaza de los Fueros. También conocida como Plaza Nueva. Este amplio espacio se creó en el siglo XVII y originalmente también sirvió para las corridas de toros. Hoy ya no ocurre eso, pero sigue siendo el salón de Tudela, el lugar predilecto para los grandes actos y eventos, para lo cual cobra un papel relevante el quiosco central de la plaza.
La Plaza de los Fueros es una visita obligada, entre otras cosas porque ahí no solo está el quiosco u otros edificios interesantes como la Casa del Reloj. También se halla la oficina de turismo para informarse del resto de cosas que ver en Tudela.
Entre esos sitios que ver en Tudela aparece el Palacio Decanal del siglo XV, que se conserva con un aspecto muy parecido al original y que además en su interior cobija un claustro románico con capiteles muy interesantes. Si tenéis ocasión entrad, entre otras cosas porque hoy en día es el Museo de Tudela. ¡Cómo cambia la vida! Una construcción que se creó para alojar a papas y reyes que estaban de paso por Tudela, hoy es el refugio para pequeñas cerámicas o restos arqueológicos.
Otra visita imprescindible en Tudela es su catedral, situada a un paso del Palacio Decanal y en la Plaza Vieja. Sus orígenes se unen a una antigua mezquita que fue transformada en Colegiata de Santa María la Blanca. Hasta que en el siglo XVIII alcanzó el rango catedralicio. Si entráis, os recomendamos hacerlo por el Portal del Juicio. ¡No os perdías detalle del acceso! Ni tampoco de las capillas, el coro, sepulcros y retablos del interior.
Y junto enfrente de la Catedral está el Ayuntamiento tudelano que data de finales del siglo XV, aunque ha tenido numerosos cambios a lo largo de la historia. A partir de aquí lo más apetecible es darse un paseo por el casco histórico para ir descubriendo lugares como la plaza Yehuda Ha Levi donde está el Museo Muñoz Sola de Arte Moderno. O después queda el Edificio Castel-Ruiz, o las iglesias de San Jorge el Real y la de San Nicolás, así como casonas señoriales como el Palacio Marqués de Huarte, la casa del Almirante y la de Ibáñez Luna.
Para cuando os canséis de caminar, no os preocupéis porque hallaréis cerca algún bar donde tomar un refrigerio y un pintxo típico, por ejemplo de chistorra o de las excelentes alcachofas tudelanas.
¿Todavía queréis más cosas que ver en Tudela? Acercaros al Ebro para contemplar el impresionante puente sobre el río con sus 17 arcos. Y no muy lejos de ahí está la iglesia románica de la Magdalena o las ruinas del templo de San Pedro.
No obstante cualquier visita a Tudela no está completa sin acercaros en sus inmediaciones a uno de los paisajes más sugerentes de Navarra. Nos referimos a las Bardenas Reales que tantas veces hemos visto en la televisión e incluso en películas. Por cierto, sabías que no muy lejos de aquí está la Bardena aragonesa. Un día de estos os hablaremos de esta otra zona natural situada en la Comarca de las Cinco Villas.
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