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Plaza de Aragón: un lugar repleto de curiosidades e historia de Zaragoza

La plaza de Aragón de Zaragoza cuenta con curiosidades, historias y detalles en sus monumentos y edificios que seguramente desconocías

¿Sabías que la diseñó el mismo arquitecto que proyectó el Mercado Central? ¿Sabías que el Monumento al Justiciazgo se iba a construir en plaza de España?

Texto de Armando Cerra – Imágenes del Ayuntamiento de Zaragoza

Caminando, en autobús o en tranvía, para muchos de vosotros tal vez la plaza de Aragón sea solo un lugar de paso. Un sitio que atravesáis con prisa muchas, pero que muchas veces a lo largo del mes. Pero queremos daros un consejo. La próxima vez que caminéis por este lugar del centro, deteneos y miradlo con calma, porque descubriréis detalles e historias que tal vez antes os pasaban desapercibidas.

La más obvia la encontraréis en el centro, el Monumento al Justiciazgo. Un hito que conmemora a Juan de Lanuza, Justicia de Aragón que fue ejecutado por orden directa el rey Felipe II en el año 1591. Un episodio histórico del que os hemos hablado en alguna otra ocasión y que supuso la desaparición de la figura del Justicia, una institución que ya no se recuperó varios siglos después. En concreto, hasta los tiempos de la actual Democracia.

Sabías que este monumento inicialmente estaba proyectado para ubicarse en la plaza de España y así sustituir a la Fuente de la Princesa que ahí había (sí, la fuente de Neptuno que ahora está en el Parque Grande). Sin embargo, se optó por levantar en la plaza de España el actual Monumento a los Mártires, y entonces se eligió la de Aragón para el icónico Monumento al Justiciazgo. 

Y aquí va otra curiosidad de esta obra del año 1904. ¿Sabías que el arquitecto que la diseñó es el mismo que proyectó el Mercado Central? Sí, ambas obras son creación de Félix Navarro. Aunque para entonces esa plaza no llevaba todavía el nombre de nuestra comunidad autónoma, sino que se denominaba Glorieta de Pigntelli y su aspecto sería bien distinto al actual.

Hay que tener en cuenta que esta zona de Zaragoza comenzó a urbanizarse como expansión elegante de la ciudad antigua una vez acabada la Guerra de la Independencia. Tras los destrozos de los Sitios surgiría el Paseo de la Independencia y la zona de la Puerta de Santa Engracia se ajardinó y fue el lugar elegido por algunas fortunas locales para levantarse sus residencias y villas señoriales.

Pero aquello no duró demasiado y el impresionante desarrollo que fue sufriendo el urbanismo maño acabó con casi todas esas construcciones elegantes, a favor de bloques más altos y populosos. De hecho, tan solo queda uno de esos chalecitos. Se ubica en el número 12 de la plaza y tiene un aspecto de lo más ecléctico propio de la arquitectura de finales del siglo XIX. Hoy es como una pequeña isla en el entorno de la plaza de Aragón. Pero una isla de lo más sabrosa y suculenta ya que es la sede del restaurante Novodabo.

Y en ese mismo lado de la plaza hay otra construcción reseñable, aunque de un porte mucho mayor y también más marcial. Ya lo has adivinado, se trata de la Capitanía General Militar. La cual tiene como recinto uno de los edificios neoclásicos y decimonónicos más destacados del patrimonio histórico de Zaragoza. Incluso es posible que alguno hayáis entrado con motivo de alguna exposición temporal o para actos protocolarios. Si es así, seguro que recordáis el patio central del inmueble y la escalera monumental que da acceso a sus salones más solemnes.

Pero volvamos al exterior, a la plaza de Aragón. Por cierto, en la actualidad uno de los puntos más fotografiados de la ciudad debido a la silueta de metal y flores que evoca la Virgen del Pilar, la cual invita a inmortalizarse y publicarse en redes con el hashtag #zaragoza.

Pero si esa escultura es relativamente reciente, hay otras cuatro repartidas por la plaza que llevan más tiempo. Son otros tantos bustos que evocan a cuatro hombres de letras. Uno de ellos es el periodista Mariano de Cavia y otro el cronista de la ciudad Fernando Soteras “Mefisto”. Ambos recordados con bustos realizados por el escultor José Bueno. Mientras que los otros personajes representados son el poeta Marcos Zapata y el novelista Julio Monreal Ximénez de Embún, que en los dos casos quedaron retratados por el artista Félix Burriel.

En definitiva, aquí os hemos dado unas cuantas pinceladas para que conozcáis un poquito mejor la plaza de Aragón y la consideréis algo más que un lugar de paso.

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