Dentro de los deportes de aventura en Aragón, sin duda alguna el barranquismo es uno de los decanos. Toda una fuente de recursos para ciertas zonas desde hace décadas y también una fuente de diversión increíble para los que los practican
¿Lo has probado? Ojalá que sí, porque merece la pena. Y si lo has hecho, es muy posible que haya sido en Huesca, donde están los mejores descensos de barranquismo en Aragón. Son muchos, pero aquí hemos preparado una selección para abrir boca:
Texto de Armando Cerra – Imágenes de Turismo de Aragón
BARRANCO DE MASCÚN
Comenzamos muy fuerte, por unos de los lugares más vinculados con los deportes de aventura en Aragón. Nos referimos al Barranco de Mascún que nos muestra el aspecto más agreste e intrépido del Parque Natural de la Sierra y Cañones de Guara. De hecho en muchas ocasiones se le llama el Gran Barranco y es todo un referente para los aficionados al descenso de cañones en España y también en la vecina Francia, ya que muchos de los excursionistas que lo visitan provienen del país galo.
Las razones se pueden resumir en una simple frase: el barranco de Mascún lo tiene todo. Comenzando por una bonita y larga aproximación hasta el comienzo del descenso. Y luego nos espera un estupendo repertorio de cascadas, pocetas, saltos, rapel, pasillos, toboganes… divertimento puro. Seguramente no es el barranco ideal para principiantes, pero es perfecto para ganar experiencia.
CAÑÓN DEL VERO
Y si Mascún es un referente, el auténtico icono del barranquismo en Aragón es el descenso del río Vero. El cual, pese a su complejidad, se ha convertido en el lugar de bautismo para muchos novatos en este deporte. El barranco en sí es una pasada por su riqueza paisajística, las aves que se descubren e incluso los abrigos en la roca que guardan las pinturas prehistóricas que precisamente la gran joya del Parque Cultural del Río Vero.
Por otra parte, también es uno de los más frecuentados y por lo tanto donde más accidentes se producen. Así que si os lanzáis a bajarlo, mucha atención y seguid todas las recomendaciones de los guías. Sería una pena no disfrutarlo y no poder luego darse un paseo por Alquézar, uno de los pueblos más bellos de Aragón y final de este descenso.
BARRANCO DEL SORROSAL
Queda claro que la Sierra de Guara es el gran foco del barranquismo en Aragón, pero sin salir de la provincia de Huesca hay otros espacios preciosos para practicar este deporte. Uno está a un paso de las localidades más visitadas del Sobrarbe y de todo el Pirineo. Nos referimos a Broto. De hecho, uno de los paseos más habituales en esta población es la que lleva a la Cascada de Sorrosal. Pues bien, ese punto es precisamente el final del descenso.
Para comenzar el itinerario del barranco de Sorrosal hay que acercarse hasta el pueblo de Frajen. Mucho más alto que Broto y es esa diferencia la que proporciona un buen número de saltos, toboganes en la roca y rápeles con cuerdas durante el descenso de este cañón. Sobre todo en su primer parte. Por cierto, es tan divertido como técnico, así que requiere de cierta preparación y destreza en sus saltos y rápeles.
GARGANTA DE ESCUAÍN
De entre todos los lugares donde se puede practicar el barranquismo en Huesca, posiblemente el que tiene el paisaje más impresionante sea la Garganta de Escuaín. No en vano este emplazamiento se integra en esa maravilla de la naturaleza que es el Parque Nacional de Ordesa y Monte Perdido.
Es un barranco donde el agua gana a la roca. Son preciosas sus pozas y las marmitas horadadas en el terreno. Pero también hay tramos de camino donde quedarse maravillado con el entorno. Y por supuesto posee sus grandes subidas de adrenalina cuando se hacen sus saltos y se hacen las bajadas en rápel. Una experiencia soberbia.
BARRANCO DEL HOCINO EN TRAMACASTIEL
Ya hemos dicho al comienzo que es indudable que el barranquismo en Aragón preferentemente se vive con intensidad en los ríos de Huesca. Pero Teruel también es zona de montañas y tiene algún que otro cañón interesante para los barranquistas. Uno de ellos es el barranco del Hocino en la localidad de Tramacastiel, integrada en la Comunidad de Teruel.
Para hacer este descenso, el camino de aproximación ya es una pequeña aventura, con buenas pendientes y algún tramo que ha de hacerse trepando. Y luego nos espera un barranco que en parte está formado por una cueva, donde hay que hacer varios rápeles en esa oscuridad. Así para entrar a este tramo subterráneo es obligado llevarse un frontal hasta este lugar. Sin duda es un buen representante de las muchas posibilidades de bajar barrancos que hay en el territorio aragonés.
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