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Culto al pollo campero en el Café y Brasserie 1885

El pollo campero del Café 1885, preparado en sus enormes hornos de leña, junto a patatas naturales y un bol de ensalada tan solo cuesta 14 euros

Hace 4.500 años ya se consumía pollo y siempre, en el pasado, fue un alimento reservado para las grandes ocasiones. Hasta hace no muchos años comer pollo en España era un lujo excepcionalLa industria de la carne de pollo en nuestro país se inicia en los años 60 y, hoy en días, es la carne fresca más demandada en España.

Y es que, con menos de un 10% de grasa, los consumidores eligen el pollo en todo tipo de dietas saludables. De hecho, en España se consume una media de 20 kilos de pollo por persona al año. Hasta aquí parece todo normal, pero es que en Zaragoza existe un lugar en el que preparan un pollo campero diferente a lo que encuentras en otro sitio.

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Hablamos del Café y Brasserie 1885. Nos cuentan qué es lo que les diferencia de otros restaurantes: «El pollo en sí, que compramos en Los Monegros, que vive al aire libre y come maíz y productos naturales, y el modo de cocinarlo». Y es que probar este manjar culinario recién salido de sus enormes hornos de brasa es una experiencia sin igual. Tras pasar toda la noche macerados, salen del horno perfectamente hechos.

Es ese el momento en el que te das cuenta la diferencia abismal que existe con otros pollos industriales. Un producto que se parece en el nombre, pero que cuenta con un sabor completamente opuesto. Comer un pollo campero a la brasa con patatas naturales y un bol de ensalada es un lujo que tan solo cuesta 14 euros. Además, poder disfrutarlo en plena calle Alfonso I de Zaragoza no tiene precio.

Bonito del norte, un manjar gastronómico en Brasserie 1885

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