El Congosto de Montrebei ofrece un espectacular itinerario senderista que se ubica entre las provincias de Huesca y de Lérida
Infórmate bien de la meteorología, equípate para la ocasión, lleva cargado el móvil… ¡y disfruta!
Texto de Armando Cerra – Imágenes de Turismo de Aragón
En el Pirineo de Huesca abundan los itinerarios senderistas. Los hay de todo tipo y para cualquier nivel. Desde cortas rutas circulares sin apenas desnivel para toda la familia hasta largos senderos ascendentes que nos llevan a hermosos ibones entre montañas.
Además, en los últimos años son muchas las rutas que ponen un toque de aventura y vértigo. Es el caso del recorrido sobre el Vero en Alquézar o el que sobrevuela el cauce del río Caldarés gracias a las pasarelas de Panticosa. Pues bien, si te gustan este tipo de excursiones, hoy recomendamos una espectacular: la que atraviesa el Congosto de Montrebei mediante las pasarelas de Montfalcó y un puente colgante sobre el barranco que no es apto para cobardes.
El camino es maravilloso, pero antes de seguir describiéndolo, aquí van varios consejos. El primero es informarse bien de la meteorología en la zona. Tanto por seguridad como para disfrutar de lo lindo de la experiencia. En ese sentido, por ejemplo, si lo hacéis en días de verano, cuando el calor aprieta, madrugad un poquito, vuestra piel y vuestra sed lo agradecerán. Y en segundo lugar, id siempre equipados para la ocasión. El calzado de montaña, crema solar, gorra, agua, algo de picar e incluso un bocata porque la ruta se puede hacer larga. Y por supuesto, llevad cargado el móvil por si tenéis algún problema. En realidad, estos consejos son válidos para recorrer el Congosto de Montrebei y cualquier otro itinerario senderista por nuestras montañas. ¡Ante todo seguridad!
Y dicho esto, empezad a preparar esta escapada. El Congosto de Montrebei os aguarda en la Comarca de la Ribagorza. En concreto, en el río Noguera Ribagorzana cuyas aguas comparten las provincias de Huesca y de Lérida. De hecho, esta ruta salta de una a otra provincia.
Si estáis acostumbrados a largas rutas de senderismo, podéis pensar en hacer el camino de ida y de vuelta. Aunque otra opción es prepararla con dos coches para ahorraros la vuelta, ya que si se hace el itinerario completo del puente colgante sobre el congosto y los tramos de las pasarelas de Montfalcó suman 16 kilómetros, algunos de ellos fatigosos y muy técnicos, por lo que la caminata se prolonga más allá de las seis horas de camino.
Aunque también existe la posibilidad de hacer una versión corta, que suma unos 10 kilómetros entre ida y vuelta, para llegar al espectacular puente colgante, y no hacer el zigzag de las pasarelas.
Esta ruta corta comienza en el parking de la Masieta, en territorio de Lérida. Y desde ahí está perfectamente indicado el camino hasta el Puente del Siegue, punto de encuentro entre Aragón y Cataluña. Un lugar donde se ha vuelto a tender un puente que recuerda al que hubo antaño, antes de que se creara el embalse de Canelles. Atreveros a cruzarlo, porque es impresionante. Lo mismo que los 5 kilómetros para llegar hasta aquí, que atraviesan un primer puente colgante sobre el barranco de Sant Jaume y un camino excavado en la roca que se adentra en el desfiladero.
Como decimos, si se opta por la ruta corta, tras el puente del Siegue, es posible desandar lo andado y regresar al coche. Pero si se quiere hacer la ruta larga y completa, tras cruzar el vertiginoso puente, se emprende la fuerte subida hasta las pasarelas de Montfalcó, ya en territorio aragonés.
Recorrer en este sentido los tramos de las pasarelas y escaleras ancladas en la roca es bastante duro. Por ello, si tenéis la posibilidad de contar con dos vehículos, nuestra recomendación es hacer el itinerario a la inversa.
Para ello tenéis que conducir hasta el pueblo de Viacamp en la Ribargorza Oriental y ahí tomar una pista de 15 kilómetros hasta Montfalcó. No tengáis miedo, es apta para coches. Así llegaréis al albergue de Montfalcó, lugar para aparcar, calzarse las botas y comenzar la aventura.
No tiene pérdida y hay que irse hacia el conocido barranco de Tartera para comenzar a disfrutar de las vistas. Así llegamos al primer zigzag de pasarelas. Son tres tramos, todos ellos espectaculares, pero seguramente el segundo sea el más vistoso. Aunque hay que estar atentos para no dar un traspiés y facilitar el paso a otros senderistas. Así que pararos para hacer las fotos de rigor en los descansillos habilitados.
Tras ese descenso llegaréis al puente colgante del Siegue. Disfrutad de la experiencia de cruzarlo y proseguid la ruta hasta el parking de la Masieta, donde habréis dejado previamente el segundo coche. Si no es así, solo os queda daros la vuelta y retornar sobre vuestros pasos hasta Montfalcó. Lo cierto es que, aunque requiera de nuevo un esfuerzo, las vistas son tan increíbles que no os penará demasiado.
También te puede interesar: