Vacaciones en Paz es un proyecto que permite a los niños someterse a reconocimientos médicos, mejorar su alimentación y aprender español
Zaragoza acoge este verano a 120 niños saharauis procedentes de los campamentos de refugiados saharauis de Tindouf (Argelia). Se trata del proyecto Vacaciones en Paz, gestionado por las entidades Um-Draiga, Lestifta y Arapaz. Por ello, catorce de ellos han sido recibidos en el Ayuntamiento por la alcaldesa Natalia Chueca y otros representantes del gobierno.
Chueca ha agradecido a las familias su generosidad, sin las cuales no sería posible el programa, y ha transmitido a las ONG el apoyo del Ayuntamiento a su labor. El pasado 7 de julio, estos niños llegaron a la capital aragonesa, abandonando las pésimas condiciones en las que viven. Desde entonces, viven con diferentes familias zaragozanas.
El 80% de los niños saharauis repite la experiencia Vacaciones en Paz, ya que participaron en este programa el pasado año. Además, su estancia en Zaragoza les permite someterse a reconocimientos médicos, debido a sus condiciones precarias de vida, y mejorar su nivel de español. De esta manera, pueden vivir unos meses alejados de las duras condiciones de los campamentos de refugiados.
Además, el Ayuntamiento de Zaragoza aporta 30.000 euros para esta iniciativa que, además de mejorar la calidad de vida de los pequeños, también pretende dar a conocer la historia del pueblo saharaui y sensibilizar a la población aragonesa de su situación. Todo ello fomentando la creación de vínculos entre las familias y las personas que forman parte del proyecto.
A partir de marzo, Vacaciones en Paz pone en marcha una campaña de búsqueda familias de acogida. A través de carteles, notas de prensa y charlas, se pretende encontrar nuevas familias. Para seleccionarlas se tienen en cuenta varios criterios, como que en el núcleo familiar haya niños de edades similares o que los padres cuenten con tiempo suficiente para atenderles.
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