Una escapada a los torreones de Luesia y Biel - Enjoy Zaragoza
close

Una escapada a los torreones de Luesia y Biel

Diseño sin título (60)

Los torreones de Luesia y Biel y todo su entorno suponen una inmersión histórica en los tiempos de la Edad Media de la provincia de Zaragoza

Biel y Luesia son dos lugares de las Cinco Villas que merecen la pena visitar por sus vestigios históricos

Texto de Armando Cerra – Imágenes de los Ayuntamientos de Biel y Luesia

Hace ya unos cuantos meses os recomendamos varios lugares que ver en la Comarca de las Cinco Villas. Pero como en aquel artículo nos centramos en hablar de las cinco poblaciones que son propiamente las cinco villas, también os prometimos dedicar algún otro artículo a otros sitios de enorme interés en esta parte de la provincia de Zaragoza.

Pues bien, ha llegado ese día y hoy os invitamos a visitar dos localidades ideales tanto para los que os gusta conocer nuestra historia, como los que os apasiona hacer rutas y excursiones por la naturaleza. Nos referimos a escaparnos hasta Luesia y Biel, dos pueblos vecinos. Ambos situados en las Altas Cinco Villas y a un paso del atractivo Parque Natural de la Sierra de Santo Domingo, territorio de transición ya hacia las montañas del Pirineo.

Comenzamos por Luesia, un nombre que siempre resuena en nuestras clásicas publicaciones de principios del verano cuando hablamos de todas esas pozas maravillosas para refrescarse del intenso calor. Y es que a las afueras de Luesia os aguarda el Pozo Pigalo, un fantástico sitio para bañarse y pasar un día de campo. Eso sí, es tan atractivo y tan conocido que son muchas las personas que quieren disfrutarlo. Por eso hay un aforo limitado y es bueno reservar con tiempo el ticket para acceder a este espacio natural. Algo que podéis hacer incluso en la web de Turismo de Aragón.

No obstante, ya que os acercáis hasta Luesia (hay unos 105 kilómetros desde Zaragoza), que menos que daros una vuelta por el pueblo. ¡Merece la pena!

Ya antes de llegar os llamarán la atención los restos de su castillo, del que todavía se mantiene en pie una enorme torre, cuya altura es todavía más imponente al adaptarse a la perfección a un espolón rocoso natural. Este castillo sería más amplio siglos atrás y estaría dotado de una muralla a su alrededor. Pero hay que tener en cuenta que los que hoy vemos tiene más o menos unos 1.000 años de antigüedad. 

Una edad más que considerable, y ya sabemos que el paso del tiempo es inexorable, así que solo ha llegado hasta nuestros días esta espectacular torre, reconocible por su forma singularmente pentagonal. Y en la que si os fijáis veréis las marcas de otras construcciones que allí hubo, así como se distinguen las señales del difícil acceso mediante escaleras que había hasta el interior de la torre. 

Ni que decir tiene que desde la parte más alta de la fortaleza se tenía una amplísima panorámica del entorno, incluida la propia localidad de Luesia, sobre todo de la vecina iglesia del Salvador.

Esta es la otra gran joya de su patrimonio. Es una iglesia de origen románico, cuya portada es de lo más interesante de la zona. Una zona donde no hay que olvidar que hay verdaderas maravillas medievales en pueblos cercanos como Uncastillo o Sos de Rey Católico

Y además no es el único templo de interés en Luesia. También merece la pena acercarse hasta la iglesia de San Esteban con el museo de arte religioso que hay en su interior. El paseo entre ambos templos permite caminar por el entramado medieval de la población que todavía guarda parte de su judería.

Ya os habíamos avisado que los amantes de la historia tienen aquí un destino increíble. Y por si fuera poco, luego lo pueden complementar acercándose hasta Biel, situado a solo unos 10 kilómetros de distancia

De alguna forma Luesia y Biel, Biel y Luesia son complementarios, ya que el conjunto patrimonial que suponen ambas poblaciones es una demostración de los intensos acontecimientos históricos que se vivieron en estos territorios durante la Edad Media, cuando el área que hoy son las Altas Cinco Villas era una frontera, primero entre cristianos y musulmanes, y más tarde entre navarros y aragoneses.

De ahí que en Biel se vuelva a repetir la presencia de un portentoso castillo-fortaleza del siglo XI, en el que todavía se puede ver hoy en día que fue una residencia palaciega de primer nivel. Ni más ni menos que 30 metros de altura tiene el torreón, el cual originalmente tendría almenas en su punto más elevado para convertirse en un puesto de vigilancia privilegiado.

Y a la presencia destacada de la torre se le suma a sus pies la iglesia de San Martín. El templo tendría origen medieval, pero lo que vemos hoy en día es fruto de varias ampliaciones y reformas del siglo XVI, sobre todo en las partes altas del templo. No obstante, en su zona más baja, incluso subterránea guarda uno de sus más maravillosos secretos. Una cripta gótica de la que no se tenía constancia hasta el año 2005.

Como complemento a todo eso, daros un paseo por Biel, contemplad algunas de sus fachadas solariegas y caminad por las calles que trasladan a tiempos de los sefarditas. Una inmersión en la historia fantástica, mucho más cerca de lo que supones y sin la masificación que podéis encontrar en otros lugares mucho más famosos.

ESCAPADAS POR LA PROVINCIA DE ZARAGOZA