Los mercados navideños inundan cada mes de diciembre muchas ciudades europeas y españolas, y cada uno de ellos posee su propia personalidad y encanto
Texto: Armando Cerra
También ocurre aquí, en Zaragoza, donde tenemos varios mercados especialmente unidos con estas fechas del año. Porque si bien es cierto que el mercado de Navidad situado en la plaza del Pilar es el más conocido y representativo, la verdad es que no es el único. Vamos a darnos una vuelta por alguno de ellos.
Comencemos por el mercado navideño que cada año se abre en la plaza de San Francisco. No tiene pérdida, ya que si pasáis por los alrededores enseguida notaréis el reconocible olor a churros y a chocolate caliente que desprende el puesto más dulce de todos. Pero no solo los golosos van a encontrar aquí algo que comprar. También quién busque regalos en forma de ropa o de artesanías puede hallarlas en las distintas casetas repartidas por el lado de la Universidad de la plaza de San Francia. Y a modo de curiosidad, dejaros soprender por los artículos de magia que se venden en uno de los puestos. ¡Tatachán!
Este mercado de Navidad de la plaza de San Francisco permanecerá abierto hasta el próximo domingo 8 de enero. Y hasta ese mismo día también se pueden hacer las compras más sabrosas en las 12 casetas que componen el mercado navideño de la plaza de Aragón, situado en el lado de Capitanía.
En este caso es un mercado de carácter más temático, ya que es el mejor lugar para comprar alimentos de primerísima calidad. Al fin y al cabo los puestos los ocupan miembros y productos de la Asociación de Artesanos Agroalimentarios de Aragón “San Jorge”. O sea que nos podemos dar un paseo por delicatesen elaboradas en las tres provincias, saboreando y adquiriendo desde miel del Pirineo hasta el cotizado azafrán del Jiloca en tierras turolenses. Y como complemento, en uno de sus extremos también podemos hacernos partícipes de uno de los proyectos en los que se halla inmersa nuestra ciudad. Para ello basta con apadrinar uno de los árboles que compondrán el Bosque de los Zaragozanos.
Además de estos mercados navideños, en las pasadas semanas se han celebrado otros eventos por la ciudad. Desde la feria Juguetear o el Mercado de las Pulgas en el Caracol, hasta las ediciones del Mercado de las Luces o del Cierzo con sus propuestas más alternativas en los locales de la calles San Pablo, 59. Por no hablar del Mercado de los Porches que se celebra en el interior de los Porches del Audiorama. O sea para los despistados, entre la plaza Emperador Carlos I y la explanada de la Romareda.
En definitiva, que es innegable que la Navidad es una época tan entrañable como consumista y por eso se multiplican este tipo de iniciativas comerciales desperdigadas por diversos espacios y establecimientos de la ciudad. Aunque sin duda, tal y como decíamos al principio, el mercadillo de Navidad por excelencia en Zaragoza es el que tiene lugar en la plaza del Pilar. De hecho, toda la plaza sufre una profunda transformación en esta época para acoger no solo los puestos de venta, sino también lo que se ha denominado la Muestra Navideña. Un evento que se inaugura a comienzos de diciembre y que perdurará hasta el día 8 de enero del año que viene.
De modo que en el gran salón de la capital maña se despliega el enorme belén escultórico, uno de los más espectaculares de todo el país, y más aún teniendo como telón de fondo la fachada principal de la Basílica del Pilar. También en sendos extremos de la plaza se montan una pista de patinaje sobre hielo y las rampas para poder descender en trineo neumático. Además hay espacio para una noria ecológica, el Árbol de los Deseos o la casa donde los más peques pueden conocer al mismísimo Santa Claus.
Y desde luego se encuentra el mercadillo más navideño de la ciudad. En él no faltan los objetos de artesanía, las propuestas de gorros y otras prendas de abrigo, los buenos dulces, así como embutidos o quesos para enriquecer las mesas de las fiestas. Y por supuesto es posible templarse el cuerpo a base de un vino caliente. ¡Imprescindible darse un garbeo por aquí para sentir como el espíritu navideño nos inunda a todos, por muy descreído que uno sea!
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Imágenes: Ayuntamiento de Zaragoza
