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Estos son los lugares que tienes que ver en tu escapada a Logroño desde Zaragoza

Menos de dos horas de carretera nos separan de Logroño, la capital de La Rioja, una ciudad con muchos puntos en común con Zaragoza

Texto de Armando Cerra – Imagen La Rioja Turismo

Menos dos horas de carretera nos separan de Logroño, la capital de La Rioja. Una ciudad en la que los zaragozanos y los aragoneses nos podemos sentir como en casa, ya que tenemos muchos puntos en común con nuestros vecinos riojanos.

Para empezar, Logroño representa algo así como el inicio del fértil y enorme valle del Ebro. De hecho, la fisonomía de la ciudad es impensable sin la presencia del gran río como eje. Al igual que ocurre en Zaragoza. Y también, como los maños, los logroñeses atraviesan el Ebro gracias a varios puentes, entre ellos un Puente de Piedra y un Puente de Hierro

Si bien, en Logroño el Puente de Hierro es más antiguo que el pétreo, aunque sólo sea por dos años. Se inauguró en 1882 y también se llama Puente de Sagasta en honor al político riojano que apoyó su construcción. Mientras que el Puente de Piedra o San Juan de Ortega se tendió en 1884, eso sí sustituyendo a otro anterior de orígenes medievales.

Aunque hay otros puentes sobre el Ebro en Logroño, estos dos son los más emblemáticos y los más usados para unir las dos orillas. A un lado el casco monumental y al otro un área donde ya aparecen algunas de las bodegas históricas del vino con D.O. La Rioja. Y en ambas márgenes surgen amplias zonas verdes como el Paseo de la Florida, el Complejo Deportivo de las Norias o la zona donde se encuentra Riojaforum Palacio de Congresos.

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En definitiva que el Ebro forma parte de la vida local. E igualmente lo han de disfrutar los visitantes. Por ejemplo, los peregrinos que deben cruzarlo sí o sí en su Camino a Santiago. Y es que Logroño es una etapa muy importante en la ruta Jacobea. Aquí confluyen los peregrinos que vienen desde los Pirineos, sea desde Roncesvalles en Navarra o desde el Somport en la Jacetania, con los fieles que hacen el Camino Jacobeo del Ebro.

Todos estos peregrinos tienen una parada obligada en Logroño: la iglesia de Santiago el Real. Un templo de origen lejano y que ha ido evolucionando con el paso de los siglos. De hecho, su fachada es barroca y parece un arco triunfal donde el apóstol es el gran protagonista al estar presente con dos esculturas bien distintas. En una luce las ropas humildes de un peregrino y en otra es un caballero que lucha por la fe.

Aunque no se esté siguiendo el camino a Compostela merece la pena visitar el templo. Y darse un paseo por la plaza que hay frente a la iglesia. Ahí, en el suelo está representado un gigantesco y singular juego de la oca, pero donde las casillas evocan las etapas de peregrinaje hasta tierras gallegas.

Pero si lo que os gusta es el arte religioso, os aguardan más iglesias interesantes en vuestra escapada a Logroño. Por ejemplo, no os podéis perder el templo más antiguo de la ciudad, el de San Bartolomé con una fachada impresionante. Al igual que os recomendamos acercaros hasta la iglesia de Santa María de Palacio, célebre por su torre llamada la Aguja. Y desde luego es imposible no mencionar la Concatedral de Santa María de la Redonda inconfundible por ser el epicentro del casco histórico, por sus dos torres gemelas de la fachada y por poseer en su interior una pintura del mismísimo Miguel Ángel.

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No tiene pérdida la Concatedral y vais a llegar a ella fácilmente durante vuestro viaje a Logroño por que se encuentra en la animada plaza del Mercado y se llega por las no menos dinámicas calles Portales y de Caballeros, arterias claves ayer y hoy de la vida económica en la ciudad riojana.

No obstante, si hablamos de calles en Logroño es imposible no darse un garbeo por la calle Laurel. Ahí están las tabernas y bares de pinchos y vinos. Es decir, del tapeo más clásico en la ciudad. Aunque su fama a veces provoca aglomeraciones, por eso muchos logroñeses también recomiendan acercarse a las barras de los bares de la calle San Juan. ¡Nadie se irá de ahí con hambre!

En definitiva, que dada la cercanía con Logroño, a tan solo 170 kilómetros de Zaragoza, y con tantos puntos en común, os invitamos a hacer una escapada. Os aguarda una urbe muy acogedora, sabrosa y monumental. 

Además, los amantes de la música tienen una cita obligada a un paso de Logroño, en Calahorra. Se trata del Gran Reserva Festival, un evento que combina la magia de la música con la excelencia sensorial de los vinos Gran Reserva. Para ello, actuarán artistas de renombre internacional como Juanes, Mikel Izal, Ana MenaMelendiLa Oreja de Van Gogh o Bustamante, entre otros. Puedes comprar tus entradas aquí.

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