El Ebro traza un camino precioso y muy accesible a través del cual surgió hace años la Ruta Jacobea del Ebro
Texto: Armando Cerra – Fotos: Turismo Aragón
Hay infinidad de Caminos de Santiago, al fin y cabo cada peregrino ha hecho el suyo propio a lo largo de la historia. Hace unos días os hablábamos de la Ruta Jacobea que atraviesa los Pirineos por el Somport y transita después a orillas del río Aragón hasta tierras navarras. Sin duda, uno de los tramos más hermosos que hacen los peregrinos que se dirigen a Compostela.
Pero, ¿qué sentido tendría antaño para alguien de Tarragona, Mallorca o Córcega iniciar su peregrinar en los Pirineos? Sería un absurdo. Lo suyo sería empezarlo a orillas del Mediterráneo, incluso navegando por él hasta un puerto en la Península Ibérica, para luego seguir la ruta hacia el oeste. Y en este sentido, el río Ebro traza un camino precioso y muy accesible. Por ello surgió hace siglos la Ruta Jacobea del Ebro que atraviesa gran parte de la provincia de Zaragoza.
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O sea, que para todos aquellos que piensen conmemorar este Año Santo haciendo el Camino de Santiago, aquí les damos una idea: peregrinar a orillas del río. Un trazado que cuenta con múltiples atractivos como vamos a ver a continuación.
Fabara – Caspe: 20 kilómetros
Hay que tener en cuenta que el aspecto del río ha cambiado mucho con el paso de los siglos. Y eso se hace más que evidente en el área de Mequinenza y Caspe, donde se desarrolla el gran Mar de Aragón. Una enorme balsa de agua dulce que se ha convertido en zona de asueto y deporte imprescindible de conocer. Aunque si estamos centrándonos en el Camino Jacobeo del Ebro tenemos que decir que el lugar que más nos interesa de este territorio es Fabara, famoso por su gran mausoleo romano y punto de inicio de las 9 etapas que les aguardan a los caminantes.
Caspe – Escatrón: 29 kilómetros
Esta segunda etapa ya discurre por completo a orillas del río. Y tiene varios lugares de interés. Comenzando por la propia ciudad del Compromiso y las vistas sobre el nombrado Mar de Aragón. Aguas arriba nos aguarda uno de los humedales más singulares del patrimonio natural aragonés. Se trata de La Salada de Chiprana. Y por último llegamos a Escatrón, donde antaño hubo una potente sirga y también un servicio de barcas para cruzar el río. Algo que tendremos que hacer en la siguiente etapa.
Escatrón – Gelsa: 34 kilómetros
Esta es la etapa más larga de toda la Ruta Jacobea del Ebro. Y también una de las más entretenidas. Para empezar porque se cruza el río en varias ocasiones. Ya desde el comienzo de la mañana cuando hay cambiar de orilla para visitar una de las joyas aragonesas de la arquitectura cisterciense. Nos referimos al Monasterio de Rueda.
Hay que tener en cuenta que el Ebro por este tramo serpentea como una auténtica culebra, mientras que el Camino buscar ir recto. De ahí que su cauce se vuelva a cruzar para ir a Sástago y posteriormente para acercarnos a Alborge. Después ya se prosigue hasta Velilla de Ebro, donde es necesario visitar su yacimiento romano de la Colonia Celsa. La cual es la última parada hasta llegar al final de la jornada, en la localidad de Gelsa.
Gelsa – Fuentes de Ebro: 21 kilómetros
De nuevo la jornada empieza cambiando de orilla, para así llegar a la capital de la comarca de la Ribera Baja: Quinto de Ebro. Una población que desde hace un tiempo cuenta con uno de los espacios museísticos más singulares de Aragón. Es el Museo de las Momias, ubicado en la iglesia de la Asunción, la cual debió ser un lugar visitado por los peregrinos que hacían este Camino Jacobeo del Ebro. Desde aquí, la ruta transita entre campos de labor y canteras de alabastro hasta llegar a Fuentes de Ebro, donde para rendir homenaje a los antiguos peregrinos hay que acercarse hasta su iglesia de San Miguel Arcángel.
Fuentes de Ebro – La Cartuja Baja: 21 kilómetros
Toda esta etapa está flanqueada a un lado por el gris de la carretera y diversos polígonos industriales, y el verde esplendoroso de las orillas del río. Especialmente en el tramo que va desde El Burgo de Ebro hasta la Cartuja Baja. No en vano, estamos en la zona periférica de otro de Espacios Naturales Protegidos de Aragón: la Reserva de los Sotos y Galachos del Ebro. Y como remate final, llegamos a La Cartuja Baja, un espacio histórico y monumental que hoy en día es un barrio rural muy especial, donde las viejas estancias monacales hoy son las viviendas y negocios de los vecinos.
La Cartuja Baja – Zaragoza: 8 kilómetros
Esta es la etapa más corta de la Ruta Jacobea del Ebro, y es que merece la pena no cansarse demasiado durante para poder disfrutar de la capital maña. No nos extenderemos demasiado. Pero para aquel que haga el Camino con un espíritu más religioso, le diremos que Zaragoza de por sí ya es una de las grandes metas peregrinas de la ruta mariana.
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Zaragoza – Torres de Berrellén: 17 kilómetros
Dejamos la ciudad y caminamos hacia Monzalbarba, Utebo con su esplendorosa torre mudéjar, Casetas y llegamos a Sobradiel. Aquí merece la pena acercarse hasta iglesia de Santiago, que nos recuerda que estamos haciendo la Ruta Jacobea del Ebro. Al igual que os invitamos a ir hasta las orillas del río y ver como se mantiene la barcaza que cruza de orilla a orilla para transportar máquinas y personas. Por cierto, en el final de la etapa, en Torres de Berrellén, de nuevo se puede ver una de estas embarcaciones de sirga que continúan prestando servicio a los vecinos y que son una muestra más del patrimonio etnológico.
Torres de Berrellén – Luceni: 20 kilómetros
La primera gran atracción de esta etapa del Camino de Santiago del Ebro es Alagón, con su altiva iglesia parroquial de San Pedro Apóstol y el Convento de San Antonio reconvertido en Casa de Cultura. Y tras eso ya nos esperan poblaciones estrechamente vinculadas al serpenteante Ebro, como son Cabañas y Alcalá, esta última población literaria como pocas, ya que por aquí debió estar la Insula Barataria que Don Quijote le otorgó a su fiel escudero. Así que imaginándonos a Sancho Panza disfrutando de estos paisajes pronto llegamos al final de la jornada en Luceni.
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Luceni – Mallén: 20 kilómetros
El último día descubrimos otra vía de agua de enorme importancia para Aragón. Al llegar a Gallur, nos encontramos con el Canal Imperial de Aragón. En realidad lo podríamos seguir para alcanzar Tudela, en Navarra donde nos llevara el Camino de Santiago, pero antes nos vamos a desviar hasta la localidad de Mallén, la última aragonesa en esta Ruta Jacobea del Ebro. Un camino histórico y diferente al más tradicional que transita por Huesca. Pero aún así no creáis que aquí acaban los trazados del Camino de Santiago por Aragón. Hay más. Varios más. Al fin y al cabo, como decíamos al comienzo hay un camino para cada peregrino.
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