La Feria del Libro de Zaragoza ha contado con más de 1.000 actos de firma de libros, 482 autores, 75 casetas y varias novedades
La Feria del Libro de Zaragoza cierra su XXXI edición con unas ventas ligeramente superiores a las del año pasado debido también al aumento de expositores. Un evento que ha contado con una gran afluencia de público y satisfacción general. Desde la organización hacen un balance positivo y destacan el enfoque cultural del evento y que no ha dejado de acudir gente a pesar de las condiciones climatológicas adversas.
Óscar Martín, miembro de la junta directiva de la Comisión Permanente del Libro, COPELI, y presidente de la Asociación de Librerías de Zaragoza, resalta que “el Parque Grande José Antonio Labordeta, después de tres años ya se ha asentado como sede definitiva de la feria, pues tanto al público como a los expositores les gusta”. Recalca que “el entorno es agradable para todos”. El resultado es que la Feria del Libro de Zaragoza se ha convertido en “uno de los eventos culturales más importantes de Zaragoza cada año”.
Otra de las fechas clave para la literatura zaragozana es el Día del Libro (23 de abril) pero, tal y como expone Martín, el ritmo es “más atropellado” mientras que en la feria este es “más sosegado, lo cual permite que la gente pueda charlar, hablar con autores, libreros y editores y es un concepto principalmente cultural”.
Respecto a las ventas, Martín señala que han sido similares aunque “ligeramente más elevadas que el último año”. Sobre la afluencia de público, apunta que ha seguido un patrón similar al de años anteriores: el primer fin de semana fue más intenso y entre semana más tranquilo. “Este segundo fin de semana, entre eventos deportivos y la mala climatología, el volumen de público ha sido más tranquilo”, apunta.
Prueba de su consolidación es que se va reforzando cada año con más expositores y actividades. Este año, la feria ha crecido, aumentando sus casetas hasta 75, por las que han pasado cerca de 500 autores en más de 1000 actos de firmas. Un despliegue que deja constancia de la relevancia de este evento dentro del panorama literario aragonés.
Novedades
Entre las novedades de esta edición destaca una experiencia piloto que ha consistido en unas visitas guiadas el jueves y el viernes por la mañana para alumnos de primaria. Cerca de 80 escolares disfrutaron de un paseo entre las casetas y de un cuentacuentos. Se trata de una iniciativa propuesta por el Servicio de Educación del Ayuntamiento de Zaragoza.
Talleres de lettering o de dibujo, cuentacuentos, charlas, presentaciones, entregas de premios, una batalla de dibujo… A lo largo de estos nueve días se ha ofrecido una amplia programación destinada, especialmente, a público familiar, con más de 60 actividades. Una programación a la que se ha sumado, un año más, el Kiosco de las Letras. De hecho, más de 760 personas han pasado por las 14 actividades realizadas en esta ubicación.
Por otro lado, la tercera edición del Premio AVANZA de Microrrelatos ‘Historias de Autobús’, convocado por Avanza y la Feria del Libro de Zaragoza, recibió un total de 75 historias. El jueves por la tarde fue la entrega de los premios. El primer premio recayó en el relato ‘Ahora que ya no’, de Sergio Royo. El relato finalista fue ‘Escritor fantasma’, de Carlos García Esteban, mientras que ‘Unos pequeños instantes’, obra de María Serrano Sánchez, obtuvo el premio en la categoría Juvenil creada en esta edición.
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