close

Eduardo Ezequiel: “Trabajar con Kamala Harris me ha permitido pensar a largo plazo”

Screenshot

El fotógrafo zaragozano Eduardo Ezequiel ha trabajado durante años en campañas políticas de grandes líderes estadounidenses como Kamala Harris

Hace ya cuatro años, en 2020, os hablamos de Eduardo Ezequiel, un joven fotógrafo zaragozano que trabajó con Kamala Harris, primera mujer vicepresidenta electa en Estados Unidos, así como otros líderes políticos como el gobernador de California o la alcaldesa de Oakland, entre otros.

Una trayectoria ligada al mundo político estadounidense que se entrelazó con su pasión, la fotografía, llevándole a codearse con grandes figuras. Ahora, ya de vuelta en su casa, en Zaragoza, Eduardo Ezequiel nos ha abierto sus puertas para hacer un repaso a su trayectoria y darnos a conocer la importancia de aprovechar las oportunidades.

P. Empezando por el principio, ¿quién es Eduardo Ezequiel?

No sé si me puedo autodenominar como fotógrafo porque durante mi vida me he acostumbrado a desempeñar diversos roles. Siempre me he tenido que adaptar a los social skills porque no era muy bueno en el cole cuando era pequeño. Entonces tampoco sé muy bien cómo denominarme, pero me definiría como fotógrafo, aunque también he hecho estrategia política. En lo personal, diría que soy una persona con mucha resiliencia, que se ha tenido que adaptar a muchos ámbitos diferentes, y perseverante.

P. ¿Cómo aparece la fotografía en tu vida?

En mi Comunión. Me regalaron mi primera cámara y me cambió la vida. Además, las revistas siempre me han interesado desde que era pequeño y justo coincidió con la llegada del Tuenti, así que siempre llevaba la cámara conmigo. Y cuando vas creciendo, quieres una cámara mejor. Todo autodidacta, claro. Las cámaras son las que me enseñaban a mí porque me forzaba para ello.

P. ¿Cómo pasar de estudiar psicología a dedicarte a lo que hoy en día haces?

Soy un estudiante de Ingeniería fallido. No me gustaba estar encerrado en una clase ni entendía la universidad, por lo que me aventuré a estudiar Psicología por la UNED. Tenía muchas inquietudes sociales como para quedarme en Ingeniería, que me marcó tanto que hasta vendí mi cámara que tuve durante toda mi adolescencia para poder viajar. Me hizo aborrecer mi vida anterior y lo dejé.

Es ahí cuando, al empezar a estudiar Psicología, surgieron mis intereses. Fui a un congreso en Estambul y entendía el inglés, pero me di cuenta de que no me podía expresar, así que me fui a San Francisco a cuidar niños para mejorarlo en mis tiempos libres. La familia me vio interesada en política y el padre me recomendó para una consultoría política.

En 2014, la oficina llevaba las campañas de Kamala Harris cuando era fiscal general, del alcalde de San Francisco, muchas campañas a nivel estatal… Como era una oficina muy pequeña y éramos muy pocos, aprendí a hacer de todo: gestión de cuentas, experiencia, política… Además, me pusieron de jefe de campaña del fiscal de distrito de San Francisco, que era el sucesor de Kamala Harris, así que le llevé la campaña con tan solo 21 años. Todavía mantengo la relación laboral a día de hoy.

P. ¿Y cómo tu pasión por la fotografía se entrelaza con tu vida laboral?

Fue en Estados Unidos, donde me compré mi primera cámara profesional. Tuvimos que hacer las imágenes de campaña del alcalde de San Francisco y contratamos a un equipo profesional. Yo estaba allí para echar una mano y dirigir un poco, pero iba haciendo fotos con mi cámara mientras ellos trabajaban. Fue ahí cuando mis jefes vieron que no había tanta diferencia entre las imágenes de los profesionales y las mías, así que empecé a ir yo a cubrir algunos eventos y a hacer fotos de campaña.

Me marcó mucho la campaña de la alcaldesa de Oakland, que decidió darse a conocer recorriéndose la ciudad andando. Me recorrí la ciudad con ella y acabó ganando las elecciones, así que empecé a hacer fotografías en campañas más grandes. Eso sí, en mi cabeza no existía la posibilidad de ganarme la vida como fotógrafo. Pero a la suerte le quito mucho valor porque supe aprovechar mis oportunidades.

P. ¿Cuáles son las grandes diferencias entre los mercados laborales de España y Estados Unidos?

Siempre digo que me gusta vivir en España y trabajar en Estados Unidos. Me siento más identificado con los valores personales de España porque soy de aquí, pero trabajar en Estados Unidos es un gusto porque mi experiencia fue brillante. Siempre creían en mí y en mis posibilidades y confiaban en mí para eventos muy importantes. Eso me daba la seguridad y la motivación para seguir mejorando. Para que te pase algo así en España tienes que tener mucha suerte.

También es muy diferente la política entre ambos países porque allí es un sector de negocio y hay muchísimo dinero, por lo que es como una empresa. Está todo muy profesionalizado y regulado.

P. ¿Cómo se da el salto de trabajar con alcaldes de diferentes ciudades a llegar a personalidades como Kamala Harris?

La conocí cuando era fiscal general, luego fue senadora y ya preparamos su campaña para presidenta, convirtiéndose en presidenta hace cuatro años. Le hemos acompañado en todo ese camino previo y yo también estaba ahí, por lo que ha sido muy natural. Mi problema era que estábamos en dos puntos distintos y no lo exteriorizaba, es decir, la gente se fijaba más en que no tenía títulos universitarios en lugar de lo que realmente estaba consiguiendo en Estados Unidos. Es normal, pero trabajar con Kamala Harris ha sido un ejemplo que me ha permitido pensar a largo plazo, pensar en un proyecto de muchos años.

P. Tras estas diferentes etapas, ¿cómo terminas en el Gobierno de Aragón?

Vuelvo a España para renovar mi visado y seguir con el gobernador, pero llega la pandemia. Los visados se cerraron tanto en esta época como en los meses siguientes, por lo que tuve que seguir con mi vida y seguir haciendo cosas. Cuando se reabre todo, gana Biden y ya estaba más aquí que allí. Como ya había hecho bastantes trabajos como autónomo en la tierra, llegué al Gobierno de Aragón porque mi trayectoria llamó la atención.

P. En otra ocasión, explicaste que eres experto en perder fotografías. ¿A qué te refieres con esto?

Como estoy pensando siempre en fotografías, las pierdo todo el tiempo. Por ejemplo, cuando me recorría la ciudad con el gobernador, me giraba y lo veía echándose la siesta u ojeando unos papeles, pero si sacaba la cámara, podía sentirse ofendido o atacado, así que perdía la fotografía. Con Kamala Harris me pasaba lo mismo. La fotografía es la mejor llave para experiencias, pues te abre muchas puertas, pero también te las cierra. Tienes que ser muy cauteloso cuando sacas la cámara.

Estuve en la caravana de migrantes mexicanos en Tijuana y empecé a sacar la cámara el segundo día. Perdí muchas fotografías increíbles que tenía muchas ganas de hacer durante los dos días, pero tenías que estar sereno y saber dejar pasar. Me considero una persona con mucho sentido común porque sabía muy bien leer los momentos y las oportunidades. Tienes que aprender a morderte la lengua.

P. Si ahora tuvieras delante a un joven como aquel Eduardo Ezequiel que se fue a Estados Unidos. ¿Qué consejo le darías para encontrar su camino?

Antes trabajaba mucho el concepto de la fe, en tener fe en que todo va a ir bien. Siempre he creído en que las decisiones que estaba tomando estaban bien, confío en mí mismo. El otro día leía una frase de Elon Musk que me gustó mucho donde decía que el fallo no es un problema hasta que es catastrófico. También creo que es muy importante la ambición y saber aprovechar cada oportunidad.

P. Si tuvieses que traer a Kamala Harris o al gobernador de California a Zaragoza, ¿qué recorrido harías?

En Zaragoza no paso mucho tiempo, así que los llevaría al Sobrarbe, donde he pasado la otra mitad de mi vida. En el Pirineo disfrutarían de rutas de senderismo y de buena gastronomía.

Si fuese en Zaragoza, probablemente iría por la Basílica del Pilar y por la fachada lateral de La Seo. Pasaría por el arco del Deán e iría hacia la plaza de Santa Marta, que está El Lince, donde hacen un muy buen Guardia Civil, o a La Viña para disfrutar de sus berenjenas. Para comer, me gusta mucho el Amblas, en Delicias, buenísimo, y hace poco fui a Casa Lac y me gustó mucho.

 

Ver esta publicación en Instagram

 

Una publicación compartida de Enjoy Zaragoza (@enjoyzaragoza)

También te puede interesar: