Conoce la historia del barrio del Picarral de Zaragoza
AUTORES: Alejandro Lezcano Maestre y Diego Chueca Casado (CRONOTOPOS ARQUITECTURA)
El asentamiento de la población de Zaragoza en el margen izquierdo del río Ebro tiene su origen en la Edad Media, cuando la zona del Arrabal se proclamó como foco de atención de algunos gremios. Aunque con la llegada del ferrocarril a Zaragoza en la segunda mitad del siglo XIX, este sector fue perdiendo su carácter agrícola debido a la industrialización. En 2006, el antiguo distrito Margen Izquierda fue dividido en dos, dando lugar a los distritos ACTUR-Rey Fernando y el distrito El Rabal conformado por los barrios de Arrabal, Jesús, La Jota, Vadorrey, Picarral y Cogullada.
De los mencionados con anterioridad destacamos el barrio del Picarral. Este barrio linda por el oeste con el barrio del Actur, separado por la frontera que representa la Avenida de los Pirineos, y por el sur con el barrio del Arrabal, cuyo límite es la Calle Valle de Broto para el Picarral y en su continuación con Marques de la Cadena delimita el entorno del sector industrial de Cogullada.
Las primeras edificaciones construidas en este barrio están datadas entre los años 1940 y 1965 según el ayuntamiento de Zaragoza. Y al poco tiempo de este asentamiento nace la actual Asociación de Vecinos Picarral Salvador Allende.
Esta asociación es la primera agrupación vecinal de Zaragoza que obtiene el beneplácito de las autoridades, quedando legalmente constituida en la primavera de 1970 bajo la fórmula legal de Asociación de Cabezas de Familia (ACF), acogida al reglamento de la Delegación de la Familia de la Secretaría General del Movimiento. Posteriormente pasa a ser Asociación de Vecinos Picarral, y entre los siglos XX y XXI la Asociación añade a su nombre el del político chileno Salvador Allende, pasando a denominarse Asociación de Vecinos Picarral – Salvador Allende.
Su creación promueve una nueva identidad en el barrio. Siendo el movimiento vecinal la clave para evitar la degradación que sufrían por la cercanía al crecimiento industrial en el sector de Cogullada. Un movimiento que, con la colaboración del ayuntamiento de Zaragoza, consiguió en primera instancia sacar a los tanques del barrio y reducir la presencia de la industria para después dotar al barrio de su urbanización, dos institutos, sendas líneas de autobús, un centro de formación, un centro de salud y otro de especialidades.
Esta asociación sigue vigente en la actualidad velando por regenerar su hogar. Ejemplo de ello es el espacio que divide las edificaciones más actuales situadas en Salvador Allende, con las más antiguas de Camino de Juslibol. Se trata de unos espacios deportivos al aire libre y cuya prolongación llega hasta el Hogar para las Personas Mayores Picarral.
Este lugar tuvo un impacto relevante en los estudios realizados en el Máster de Arquitectura de la Universidad de Zaragoza, durante el curso 2019/2020 para la regeneración del sector Picarral- Cogullada. Concretamente en el análisis de los aspectos sociales se destacó como lugar de valor y oportunidad, ya que refleja la necesidad de espacios libres que poseía el barrio, haciendo evidente la importancia de la regeneración frente al crecimiento urbano.
AUTORES: Oscar Antón, Sara Asensio, Diego Chueca y Maite Cirac
(Fotomontaje del espacio anteriormente mencionado realizado durante el Máster de Arquitectura de la Universidad de Zaragoza (Año 2019/2020).
Utilizando como herramienta el análisis urbano, junto al apoyo de asociaciones vecinales como la del Picarral, se pueden conseguir propuestas que conviertan los puntos conflictivos existentes en lugares capaces de dar una nueva identidad al barrio y mejoren las cualidades de sus espacios libres.
La ciudad, como elemento vivo, se adapta a sus necesidades. La mayoría de los posts realizados por CRONOTOPOS estudian barrios consolidados a partir de planeamiento urbano, asentamientos prehistóricos, lindes de caminos principales o industrias. El caso del Picarral se considera como el crecimiento espontaneo de un barrio obrero de 500 habitantes limítrofe a una industria que finálmente creció y se ordenó pese a la industria para llegar a tener sus actuales 30.000 habitantes. Todo ello gracias a un fuerte movimiento ciudadano que se adelantó 50 años a las corrientes actuales del codiseño urbanístico entre ciudadanía y urbanistas que se esta llevando a cabo en la mayoría de las ciudades durante los últimos años.
AUTORES: Alejandro Lezcano Maestre y Diego Chueca Casado (CRONOTOPOS ARQUITECTURA)
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