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Cogullada: de asentamiento rural a polígono industrial

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Conoce el pasado y presente del barrio de Cogullada, conformado principalmente por el polígono industrial

La expansión de la ciudad de Zaragoza a lo largo de la margen izquierda del río Ebro y el asentamiento de la población tiene su origen ya durante la Edad Media, cuando algunos gremios se asentaron en la zona del Arrabal. Aún durante el siglo XIX, se encontraban algunos barrios rurales en esta margen del Ebro, sin embargo, con la llegada del ferrocarril a Zaragoza en la segunda mitad este siglo, el entorno fue perdiendo su carácter agrícola. En 2006, el antiguo distrito Margen Izquierda fue dividido en dos, dando lugar a los distritos ACTUR-Rey Fernando y el distrito El Rabal conformado por los barrios de Arrabal, Jesús, La Jota, Vadorrey, Picarral y Cogullada.

Este último barrio, Cogullada, se establece como un asentamiento rural durante los años cuarenta que tenía gran relevancia debido al valor religioso e histórico del monasterio de Cogullada. No obstante, contrastando con el Plan General del 68, no quedan indicios de que durante los años 60 hubiese una población denominada Cogullada. Es por ello que, tras unos años, se procede a la expropiación de los terrenos entre la E-90 y el ramal del ferrocarril de Huesca para el inicio en 1972 de la construcción de Mercazaragoza. En estos terrenos expropiados se localiza el pueblo de Cogullada, procediendo a la disolución del núcleo residencial y trasladándose muchos de sus habitantes a la huerta en la que trabajaban.

Plano 1844 en el que aparece ya el asentamiento de Cogullada.

Actualmente, el barrio delimitado por la Z-40 a norte que actúa como barrera de expansión, está conformado principalmente por el polígono industrial construido durante los años 60 y zonas de viviendas dispersas construidas durante los años 70 y 80.

Sin embargo,  es un barrio que se ha ido degradando con el paso de los años tanto desde el ámbito industrial como en el residencial. Por un lado, el polígono industrial en vez de estar integrado dentro del tejido urbano de la ciudad genera una serie de barreras y límites con los barrios colindantes. Esto hace que el ciudadano no pueda participar de ese lugar, creando un espacio desconectado de la ciudad. Estos límites, que son tanto físicos como visuales, no tienen en cuenta su cohesión con los diversos barrios generando un frente industrial en las calles linde muy desafortunado para dar fachada a una calle residencial. También da lugar a barreras físicas como es el caso del muro perimetral de Saica en San Juan de la Peña y en Benjamin Franklin o las vías del antiguo ferrocarril que tienen un uso muy limitado

Por otro lado, la dispersión edificatoria de viviendas no es posible resolverse en la actualidad, ya que la posibilidad de ampliar la edificación está limitada por las restricciones establecidas para la edificación en suelo No Urbanizable.

Foto aerea del polígono de Cogullada

Desde el Máster de Arquitectura de la Universidad de Zaragoza, durante el curso 2019/2020 se realizaron varios estudios en relación con el polígono de Cogullada y el barrio del Picarral, detectando un importante problema en la infraestructura viaria debido a varios factores. En primer lugar, porque el viario está destinado tanto a vehículos de uso privado como de uso industrial y productivo desarrollando problemas de tráfico rodado y generando un impacto visual y medioambiental negativo en los barrios residenciales más próximos. Por otro lado, se considera insuficiente la conexión entre el barrio del Picarral y el Polígono de Cogullada entre las calles de San Juan de la Peña y Benjamin Franklin, así como el transporte público que abastece al polígono. También, sería importante impulsar otros medios de transporte públicos que favorezcan a la movilidad sostenible integrándola con el resto de la ciudad, mediante el uso de carril bici.

AUTORES: María Callejero Blasco, Marcos Carrascosa Jiménez, Javier Montori Montolar y Raúl Sainz de la Maza Sainz de la Maza  
(Plano realizado durante el Máster de Arquitectura de la Universidad de Zaragoza (Año 2019/2020).

La degradación de algunos barrios de las ciudades se puso de manifiesto ya a finales del siglo pasado, principalmente en Europa, en donde la infraestructura obsoleta de las ciudades daba lugar al abandono de algunas zonas de las mismas, haciendo evidente la importancia de la regeneración urbana frente al crecimiento urbano.  Para ello, a través de una visión integradora se deben de tener en cuenta otros factores además del físico y el constructivo como pueden ser el social, el económico y el ambiental, que permitan integrar estos espacios en una sociedad dinámica que se encuentra inmersa en un continuo cambio y evolución.

Cabe destacar que la situación estratégica del polígono de Cogullada se considera un enclave con un gran potencial que podría actuar como polígono de última milla frente a los diversos polígonos industriales de Zaragoza situados en la periferia que dan servicio tanto a la ciudad como a otras poblaciones.

Mediante el uso de algunas estrategias urbanas cabe la posibilidad de revitalizar y regenerar el barrio de Cogullada potenciando la calidad de los espacios en el polígono industrial para proporcionar un espacio público adecuado a los trabajadores, así como fomentar unos nuevos usos que favorezcan la cohesión con la ciudad y permitan una mejor definición en los bordes. Por otro lado, jerarquizar la ordenación viaria adaptándola a las necesidades actuales y futuras del barrio, pudiéndose focalizar en la importancia del peatón y proporcionando una conexión de carril bici con el centro de Zaragoza. Será interesante ver como evoluciona el barrio y que estrategias se toman para su integración y regeneración urbana. No cabe la menor duda de que el potencial del barrio, tarde o temprano, tomará relevancia para la Administración y el sector privado, viéndose en el un sinfín de oportunidades que esperamos ver durante los próximos años.

AUTORES: Alejandro Lezcano Maestre y María Callejero Blasco (CRONOTOPOS ARQUITECTURA)

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