Os contamos cómo fue la experiencia de Enjoy Zaragoza pasando tres días en la ciudad francesa de Pau: una escapada navideña gourmet
Son incontables las veces que os hemos hablado de Pau. Lo cierto es que nosotros hemos visitado esta ciudad francesa en numerosas ocasiones, pero esta vez era diferente. Durante estas fiestas, Pau se transforma completamente y parece una ciudad sacada de cuento de Navidad. Por ello, teníamos que comprobar con nuestros propios ojos que esa magia era cierta… ¡Y vaya si lo ha sido!
DÍA 1 EN PAU
Salimos temprano el jueves por la mañana para poder aprovechar todo el día. Tras menos de dos horas de viaje, nos detuvimos en Canfranc para contemplar las espectaculares vistas del Pirineo aragonés y la estampa que nos dejó la Estación Internacional. Tiempo suficiente antes de continuar nuestra escapada con destino a Pau. Nada más llegar, fuimos hasta la Oficina de Turismo para conocer todo lo que podíamos visitar durante nuestra estancia.
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Muy cerca de allí, hicimos una parada para comer en el Resto Dit Vin donde nos esperaba la típica comida francesa. La tarde fue más tranquila y decidimos perdernos por sus calles para disfrutar del atardecer y los encantos que nos esperarían los próximos días. Para disfrutar de la iluminación navideña, nosotros siempre recomendamos las calles peatonales del centro, el barrio del castillo o el Boulevard de los Pirineos.
Antes de finalizar el primer día, nos pasamos por uno de nuestros sitios favoritos en Pau, Les 4 Pépins, para disfrutar de una tabla de embutidos y un buen vino.
Como queríamos coger fuerzas para los dos intensos días que nos quedaban por delante, decidimos irnos a descansar al Hotel Parc Beaumont 5*, un hotel moderno con SPA a un paso del centro ciudad. Se encuentra frente al tranquilo Parque Beaumont, un parque de estilo inglés de la Belle-Époque, de finales del siglo XIX. Tanto nuestra habitación como el resto daban al parque, por lo que es un entorno muy tranquilo a pesar de estar a 5 minutos andando del bullicio del centro.
DÍA 2 EN PAU
Por la mañana, no perdimos el tiempo y pusimos rumbo al mercado des Halles, completamente decorado por Navidad. Se trata de un mercado con una gran variedad de productos locales y típicos franceses. De hecho, nosotros pasamos por la Maison Malnou, productor de pimienta bearnesa. Allí contaban con la pimienta natural y la ahumada con diferentes esencias de madera.
Aunque somos amantes del buen vino aragonés, no queríamos desaprovechar la oportunidad de conocer las referencias francesas. Por ello, nos acercamos al Wine Wander, una tienda de vinos que se encuentra muy cerca de la Plaza Clemenceau, lugar en el que se ubica el mercado navideño. Lo que más nos sorprendió es que contaban con vinos de Francia, España, Italia o Hungría, ¡pero también de Chile o África del Sur!
Pudimos disfrutar de la experiencia del “Casse-Croûte Caviste”, ¡totalmente recomendable! Nos dieron a probar tres vinos de degustación para escoger el que más nos gustase y servirnos una copa acompañada por una selección de productos del mercado: paté, embutido, quesos, galletas…
Por la tarde, nos quedamos con ganas de más y nos acercamos a la plaza Royale, una de las más bonitas de Pau, que en Navidad se transforma en un pueblo navideño en el que no falta Papá Noel. Para finalizar este día, queríamos sumergirnos en las tradiciones navideñas francesas, por lo que fuimos hasta el restaurante Jumo & Co, ya que nos habían dicho que cuentan con los mejores pasteles de Pau. Su pastelero nos enseñó a preparar la “Bûche de Noël”, el pastel típico de la Navidad en Francia, aunque también ofrecían porciones individuales para probarlos.
DÍA 3 EN PAU
Para nuestro tercer día en Pau, quisimos ir temprano a la noria del Boulevard de los Pirineos. Aunque nos recomendaron también subirnos de noche para disfrutar de toda la iluminación de la ciudad, optamos por unas vistas inmejorables de los Pirineos bearneses.
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Nuestra siguiente parada fue el Clos Lapeyre, un productor 100% orgánico de Jurançon (un vino blanco “moelleux” (equilibrio entre acidez y dulzor) o seco), donde nos acogió su propietario Jean-Bernard Larrieu. De primera mano, pudimos vivir la experiencia de “L’Apéritif béarnais”: visita a la bodega, cata de todos sus vinos y degustación de embutidos y quesos locales. Además, recorrimos a pie su parcela para descubrir la historia de este fantástico lugar.
Por la tarde, a partir de las 18:30 horas, vivimos uno de los momentos que más ilusión nos hacía en plena Navidad, la “Fête des lumières” (Fiesta de las Luces). Una experiencia completamente inolvidable donde varios artistas desfilaron por el corazón de Pau con sus extraordinarios trajes de luz. ¡Nos quedamos asombrados!
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Admitimos que nos quedamos con ganas de más mercadillo navideño y decidimos volver para probar su vino caliente y algunos dulces locales. Y es que las palabras “Aragón” y “laminero” siempre conjuntan a la perfección en la misma frase, por lo que, durante nuestro viaje de regreso a Zaragoza, decidimos hacer una parada en la tienda de Lindt, ubicada a menos de 1 hora de Pau.
Si a ti también te apetece vivir esta auténtica experiencia gourmet, reserva tu estancia “Fin de Semana Gourmet en Pau” directamente a través de la página web de la Oficina de Turismo.
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