La fábrica de chocolates Lindt, a un paso de la ciudad francesa de Pau, cuenta con los bombones más exclusivos y chocolates de todo tipo de sabores
Los aragoneses más lamineros cuentan con una parada obligatoria en su visita a Pau: la fábrica de chocolates Lindt. Ubicada en Oloron Sainte-Marie y con el lanzamiento de la película Wonka, se ha convertido en un auténtico paraíso para los amantes del dulce. Y es que los seguidores de Charlie y la fábrica de chocolate encontrarán algo muy parecido, aunque sin la presencia de Oompa-Loompas.
La pasión de la marca Lindt nació hace más de 170 años, en 1845. El pastelero David Sprüngli y su hijo Rudolf abrieron una pequeña pastelería en Zurich y empezaron a ofrecer por primera vez chocolate con forma sólida. El negocio creció gracias al espíritu emprendedor y la inagotable pasión de Sprüngli y se convirtió en un nombre reconocido entre los fabricantes de chocolate.
Como su negocio creció rápidamente, la primera fábrica de chocolate de Lindt abrió tan solo dos años más tarde y su expansión con el paso de los años fue meteórica endulzando diferentes partes del mundo. Entre ellas, se encuentra la tienda de Oloron Sainte-Marie, que convierte a la ciudad hermana de Jaca en un territorio ideal para el turismo gastronómico.
Y es que cuentan con bombones exclusivos y chocolates de todo tipo de sabores que sorprenderán a los más lamineros. Lo mejor de todo es que se encuentra a menos de 3 horas en coche desde Zaragoza, en pleno camino hacia la ciudad francesa de Pau.
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