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Sariñena, una escapada obligada en la Comarca de los Monegros

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La capital de los Monegros cuenta con una de las lagunas más grandes de España, siendo un lugar ideal para los amantes de la observación de aves

Texto de Armando Cerra – Imágenes de Turismo de Aragón

Ahora que se relajan los rigores del verano es un buen momento para recomendaros una excursión a la Comarca de los Monegros. Más concretamente a su capital, la población de Sariñena. ¿Por qué? Porque hay más cosas que ver y que hacer en Sariñena de las que te imaginas. Sigue leyendo y te lo contamos.

Desde Zaragoza os va costar más o menos una hora llegar hasta Sariñena y, una vez ahí, os recomendamos aparcar el coche para dar una primera vuelta por el pueblo.

Ahí os espera una localidad que, sin ser uno de los pueblos más bonitos de Aragón, la verdad es que tiene sus puntos de atención en el propio casco urbano. Y como suele ser habitual uno de ellos es la iglesia parroquial. En este caso bajo la advocación de San Salvador. Se trata de un templo de estilo neoclásico, ya que su aspecto actual se debe a las obras que se llevaron a cabo entre los finales del siglo XVIII y los comienzos del XIX.

Aunque si entráis a su interior descubriréis elementos algo más antiguos. En particular, una imagen medieval de tiempos románicos. Es la Virgen de las Fuentes y su origen hay que buscarlo en la monumental Cartuja de las Fuentes que está en el término municipal de Sariñena y que visitaremos un poco más tarde.

Pero de momento sigamos el paseo por el pueblo y veamos las casas solariegas, con la de Francisca Peraled que precisamente está muy cerca de la iglesia parroquial. O la Casa Miguela, la cual además se puede visitar ya que es la sede del museo etnológico de la población. Un buen lugar para descubrir como ha sido la vida antaño en esta parte de los Monegros.

Y todavía sin abandonar el núcleo antiguo fijaros en una singular fuente de dos caños que hay cerca de lo que en otro tiempo fue muralla de Sariñena. Es la fuente de Villanueva y no le falta de nada, porque tiene un arco protector y un abrevadero a su lado. Es la más antigua de cuantas fuentes tradicionales hay en el pueblo ya que se originó en el siglo XVII. 

Más antigua aún es la ermita de Santiago que se conserva a las afueras, junto al río Alcanadre que pasa por el este de la localidad. Un templo que remonta sus orígenes al siglo XIII. Y su estado de conservación es magnífico, además de que su entorno se ha reconvertido en un parquecillo donde también se descubre un antiquísimo pozo de hielo, tan típico de la zona monegrina.

Igualmente a las afueras, pero al otro lado, en la parte occidental del casco urbano se desarrolla la Laguna de Sariñena. Uno de los principales motivos para hacer esta excursión. Es un gran laguna endorreica, la segunda más grande de Aragón tras la Laguna de Gallocanta. Un humedal que está protegido bajo la figura de Refugio de la Vida Silvestre.

Podéis recorrer todo su perímetro de unos 8 kilómetros y dejaros sorprender por su riqueza, tanto vegetal como animal. De hecho, hay habilitados puntos de observación para descubrir las aves que aquí pasan largas temporadas durante sus viajes migratorios. Se estima que a lo largo del año descansan aquí hasta 12.000 aves y la lista de especies es muy larga, desde los cormoranes o las garzas imperiales hasta los chorlitejos o las cercetas que se refugian entre los carrizos, los juncos y las aneas.

Para alucinar con toda la riqueza de este humedal, os recomendamos que entréis al centro de interpretación de la Laguna de Sariñena, especialmente si hacéis esta escapada en plan familiar y con niños, ya que ahí disponéis de todas las pistas para descubrir en profundidad este rincón tan valioso en plena aridez de los Monegros.

Y tras la laguna, hay que subirse al coche para visitar la otra gran joya del patrimonio de Sariñena. En este caso su patrimonio artístico y cultural. Nos referimos a la Cartuja de las Fuentes, un edificio originado en los inicios el siglo XVI y que es la primera cartuja que se levantó en Aragón. Si bien lo que hoy se conserva es fruto de una reforma barroca posterior. 

Pero por si fuera poco, en ese interior hay uno de los conjuntos de pintura mural más importante del patrimonio artístico aragonés. Son las pinturas que realizó Manuel Bayeu, miembro de una estirpe de pintores de la que ya os hemos hablado en Enjoy, los cuales además estaban emparentados con Goya. En fin, que aprovechad la excursión para acercaros hasta este monumento. Eso sí, consultad antes los horarios de visita y también la posible programación de eventos en la Cartuja.

Y para concluir el día, Sariñena también se puede convertir en el punto de inicio de una de las rutas más sugerentes y fantasmagóricas que podéis hacer por estas tierras. Es la ruta por Jubierre, un paraje monegrino entre Sariñena y Castejón de Monegros que os mostrará la esencia esteparia de este territorio y el poder creativo que tiene la erosión sobre las rocas. Jubierre os propone un recorrido donde hallaréis singulares monumentos pétreos naturales de enorme interés geológico. ¡No os lo perdáis, porque os va a sorprender la fotogenia de estos paisajes! Además, si pasas varios días en la localidad, te recomendamos que te acerques a enclaves de interés como la Ruta Orwell.

Fiestas de Sariñena

Una de las mejores opciones para visitar Sariñena será hacerlo durante los primeros días de septiembre. Además de evitar el calor veraniego, podrás disfrutar de sus Fiestas Mayores en honor a San Antolín. Una de las grandes tradiciones es el Dance de Sariñena. Declarada Fiesta de Interés Turístico de Aragón, se dedica a San Antolín el día 2 de septiembre.

Por si esos días no puedes acercarte a la localidad, tendrás una segunda oportunidad el 15 de mayo gracias a su Fiesta Menor en honor a San Isidro Labrador. En este caso, el pueblo entero se desplaza a la ermita de Santiago, en procesión, precedida por la talla de la Virgen de las Fuentes, junto a los danzantes.

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