Rincones y secretos del Teatro Principal de Zaragoza - Enjoy Zaragoza
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Rincones y secretos del Teatro Principal de Zaragoza

Exposición

Nos damos un paseo por los rincones y secretos del Teatro Principal de Zaragoza

Texto y fotos: Armando Cerra

Desde luego que os invitamos a sentaros en su patio de butacas, en un palco e incluso en el gallinero para disfrutar de estos espectáculos y de otros muchos que articulan la programación del Teatro Principal de Zaragoza. Pero hoy, además queremos daros a conocer como es este monumento una vez que se baja el telón. Es decir, vamos a darnos un paseo por sus rincones y sus secretos. Aunque antes de eso, lo mejor es conocer un poquito la historia de este edificio, porque al fin y al cabo es un monumento, auténtico patrimonio histórico y artístico de la ciudad que sigue vivo y en uso. Y eso que ya tiene una larga historia. Ni más ni menos que este recinto teatral se inauguró a finales del siglo XVIII.

Los estudiosos de la materia no terminan de ponerse de acuerdo respecto a quien lo diseñó. Hay quien dice que fue ideado por Agustín Sanz, un prestigioso arquitecto del que tenemos otras obras suyas como la iglesia de la Santa Cruz o la Puerta del Carmen. Pero también los hay que piensan que en realidad se siguió el proyecto hecho por un tramoyista llamado Vicente Martínez que trabajaba en La Lonja. ¡Sí, porque la Lonja fue durante un tiempo espacio teatral!

Fuera obra de uno o de otro, la realidad solo es una. Se trató en su momento de un teatro muy moderno, en el que cabía hasta 1.600 personas, y en su concepto aunaba ideas de los elegantes teatros a la italiana y de las populares fórmulas de los tradicionales corrales de comedia. Y aunque durante sus más de dos siglos de historia ha sido objeto de varias remodelaciones, la verdad es que en la actualidad, el espacio teatral en sí, más o menos sigue similar a sus orígenes. Eso sí, el aforo actual se ha reducido a la mitad tanto por motivos de seguridad, como de comodidad.

También es distinto el vestíbulo actual del que hubo en origen. Precisamente en ese gran hall creado por los hermanos Borobio en 1940 es donde comienzan las visitas guiadas que programa el Ayuntamiento, propietario del edificio. Estas visitas las hace personal del Teatro Principal, conocedores profundos del lugar. Y son gratuitas. Basta con apuntarse en la web oficial. Eso sí, no hay un horario ni frecuencia regular. Se adaptan a las posibilidades que ofrecen los diferentes montajes teatrales y de espectáculos. A lo cual se suma la actual situación pandémica.

Como ya hemos dicho la visita se inicia en el hall, donde actualmente está el Espacio Mariano Cariñena, en el que tienen lugar diversos actos y sobre todo las presentaciones oficiales de las espectáculos. Obras que desde hace décadas son de primerísimo nivel, ya que el Teatro Principal está perfectamente asentado en los tours de las grandes compañías teatrales de España.

Pero no solo se usa para representaciones teatrales. También ha sido el escenario perfecto para conciertos de todo tipo de música, desde jotas a rock, o para espectáculos de danza. Es cierto que con el surgimiento de otros grandes auditorios en las últimas décadas, el Principal ya no es el único escenario de la ciudad, pero sigue siendo el más prestigioso y por supuesto el que tiene un mayor encanto. Ese encanto es el que se respira en las visitas guiadas, que nos permiten estar en los palcos más privilegiados, como el de la Alcaldía, o nos lleva hasta el gallinero para contemplar desde cerca la decoración del techo. Esa es una de las muchas obras de arte que se admiran durante el recorrido.

También se ve con detalle el viejo telón pintado por Marcelino Unceta o todo tipo de elementos decorativos en palcos, en el salón de té, las escalinatas, etc… Sin despreciar para nada las aportaciones de creadores contemporáneos que se han ido sumando con el paso de los años. Por aquí hay obras pintores y escultores aragoneses como José Manuel Broto, Paco Rallo o Jorge Gay.

No obstante, tal vez una de las partes más llamativas de la visita es la visión de las bambalinas y todos los sistemas ocultos e imprescindibles para que cualquier representación sea posible aquí. Cómo subir un telón o un fondo de escenario, cómo variar la iluminación, cómo abrir una trampilla en el suelo, cómo hacer que desparezca el decorado en un instante… O sea, conseguir todo eso y mucho más es el trabajo de los tramoyistas del Teatro Principal que tienen que adaptar sus conocimientos y sus recursos a cada uno de los espectáculos que se programan.

Y si la tramoya oculta del Teatro Principal impresiona, lo mismo ocurre con el momento en el que se pisan las tablas del escenario. Se descubre por ejemplo que  con el telón echado hay un agujerito con el que mirar al público, o también se aprecia que el suelo está inclinado. Y de pronto se abre el telón, para contemplar el teatro tal y como lo hacen los artistas, y si uno se lo imagina lleno de gente tiene que ser impresionante estar expuestos a todas esas miradas.

En definitiva, estad atentos a la programación de estas visitas guiadas, porque es una actividad más que recomendable en Zaragoza.

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