Kike Júlvez, CEO de Grupo Tándem, hace un repaso a la trayectoria del grupo como referentes del sector hostelero en Zaragoza
La hostelería siempre ha sido uno de los pilares en Zaragoza y en Aragón. Entre los grandes proyectos de nuestra tierra, encontramos emprendedores como Kike Júlvez, CEO de Grupo Tándem, que se lanzó a la piscina hace 12 años para impulsar un negocio ya consolidado.
En 2013, dos amigos decidieron embarcarse en un sueño común: redefinir la forma de vivir la restauración en Zaragoza. Así nació Grupo Tándem, un proyecto que ha crecido al ritmo de sus ideas y del pulso de una ciudad que los ha visto consolidarse con cada apertura. En la actualidad, Grupo Tándem cuenta con seis locales –La Bocca, Marengo, Nativo, Nómada, La Milonga y Morrofino– y una tienda de comida para llevar, La Tradicional.
Dentro de nuestra sección “CEO que te veo”, hemos charlado con Kike Júlvez para conocer un poco más sobre este proyecto hostelero, los principales retos que plantea el sector y el futuro que tiene por delante el grupo.
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P. ¿Cómo es el proceso creativo detrás de los menús y conceptos de cada restaurante? ¿Hay una filosofía común o cada local sigue su propia identidad?
El proceso creativo está muy ligado a los viajes. Cuando yo viajo, me suelo llevar la empresa conmigo, a veces hago escapadas con mi equipo, entonces vamos viendo cosas que nos inspiran, que nos llaman la atención, y nos las traemos aquí, a Zaragoza, y entre todos vamos desarrollando nuevos platos o nuevas formas de hacer las cosas.
Lo que tratamos de conseguir es que cada local tenga su propia identidad y personalidad, pero lógicamente todo lo que no se ve está muy estandarizado porque sería imposible gestionar todos los locales. Sí que buscamos que el envoltorio tenga vida propia.
P. ¿Qué papel juegan las redes sociales y el marketing digital en la estrategia de Grupo Tándem? ¿Qué importancia tienen en la relación con vuestros clientes?
Para nosotros, la comunicación y las redes sociales han sido fundamentales desde que empezamos, además de que venía del mundo del marketing. Las redes sociales son una plataforma importantísima y muy asequible para dar visibilidad a los negocios, pero es cierto que cada vez cuesta más diferenciarse porque es una herramienta que han asumido prácticamente todas las empresas y nos permiten establecer una relación muy cercana con los clientes.
P. A nivel personal, ¿cuál es tu restaurante favorito dentro del grupo?
A nivel personal, tengo cierta debilidad por Nativo, que es uno de los restaurantes del grupo que más me gusta por el tipo de comida, que es cocina a la brasa, por el lugar donde está, por la decoración… Posiblemente, si tuviera que elegir solo uno, sería ese.
P. El turismo gastronómico ha crecido mucho en los últimos años. ¿Cómo contribuyen vuestros locales a posicionar Zaragoza como destino de referencia para foodies?
De cara a foodies, el que una ciudad tenga locales atractivos es importante porque nadie puede dudar de que parte del turismo se está moviendo gracias a la hostelería, yo creo que es un gran motor. A nivel de turismo de ciudad, yo creo que los locales de restauración son muy importantes ya no solo para satisfacer la necesidad de comer en un sitio atractivo. Cuánto mejores sean y más acogedora sea su oferta, más atractiva es la ciudad.
P. ¿Cómo ha cambiado la relación con los clientes tras la pandemia? ¿Qué lecciones os dejó esa etapa tan complicada?
La pandemia supuso un empujón para la hostelería en cuanto a la profesionalización y, a raíz de esto, se produjo un proceso de profesionalización. Las empresas de hostelería nos hemos digitalizado mucho y el cliente se ha ido acostumbrando poco a poco en ese sentido. Al principio, pensaba que les podía parecer un poco molesto, pero ahora pueden hacer la reserva hablando directamente con un bot. La industria dio un cambio muy importante y ese proceso ya no ha parado.
A nosotros, todo ese tipo de innovaciones nos han aportado muchísimo y nos ha permitido lograr un premio nacional que respalda todo lo que hacemos. Recibimos un premio a uno de los mejores desarrollos empresariales de España y conseguimos demostrar que una empresa pequeña también puede innovar porque nos pusieron al nivel de las grandes.
Una de las lecciones que nos dejó a todos los hosteleros es que no hay que estar abiertos todo el día. Tienes que intentar rentabilizar o enfocarte en lo que mejor haces y por lo que el cliente te valora. Estar abiertos por estar no tiene sentido y eso creo que la gente lo ha entendido.
P. El Actur ha sido una apuesta reciente con Morrofino, pero ¿hay planes de expandir el grupo más allá de Zaragoza a nivel nacional o incluso internacional?
Alguna vez hemos pensado en salir de Zaragoza, pero creo que nos queda algún proyecto más que desarrollar en la ciudad. Hay alguna zona que nos llama la atención para abrir algún local más, aunque a corto plazo estamos centrados en consolidar lo que tenemos. No tiene sentido crecer por crecer, queremos tener una buena base y unos buenos cimientos que nos permitan abrir algo más.
P. Por último, ¿cómo te imaginas el futuro de Grupo Tándem en los próximos 10 años? ¿Qué legado te gustaría dejar en el sector hostelero?
El futuro de Grupo Tándem me lo imagino como ahora, pero vivo, que siga creciendo con el ritmo que tenga que llevar, abriendo locales si es necesario, y que pueda sobrevivir a las personas que ahora estamos dirigiéndolo. Creo que una empresa tiene que llevar su ciclo de vida y ahora estamos unas personas, pero en el futuro habrá otras.
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