El Cipotegato 2024 ha regresado para abrir las Fiestas de Tarazona de la mano de un vecino que se ha presentado al sorteo durante 25 años
Del 27 de agosto al 1 de septiembre, como de costumbre, vuelven las tradicionales Fiestas de Tarazona en honor a San Atilano. Declarada como Fiesta de Interés Turístico Nacional en el 2009, no podemos hablar de estas fiestas sin pararnos a hablar del Cipotegato.
El Cipotegato es el acto que abre las fiestas el día 27, siendo la tradición más universal de la localidad zaragozana. Pero, ¿en qué consiste este acto? Cuando las campanas del reloj consistorial dan las 12:00 horas, se abre la puerta principal del edificio. Ahí sale el famoso Cipotegato. Las miles de personas que se concentran en la plaza de España comienzan a lanzarle tomates.
La tomatada, que comienza siendo un ataque contra el Cipotegato se transforma en una verdadera batalla campal entre todos los participantes, mientras el Cipotegato se abre paso paso entre la gente para iniciar una carrera con recorrido secreto. Esta lluvia de color sirve para dar inicio a las tradicionales fiestas. De regreso a la plaza, el Cipotegato es izado hasta el monumento del mismo nombre, desde donde saluda a la multitud y desde allí lo trasladan a hombros hasta el Ayuntamiento.
El origen de esta tradición, aunque es incierto, nos remonta hasta la Edad Media. Desde entonces, ha pasado de generación en generación hasta llegar a nuestros días. Este año, el popular personaje vestido de arlequín lo representará un hombre de Tarazona que se ha presentado durante 25 años al sorteo. Como marca la tradición, no revela su identidad hasta que, al final del recorrido, ha hecho público su nombre.
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Por ello, hemos aprovechado para hacer una entrevista a Luis Abril, el Cipotegato 2024:
P. ¿Qué sentiste cuando te anunciaron como Cipotegato?
El mayor orgullo que puede sentir un turiasonense.
P. ¿Qué has sentido cuando se han abierto las puertas del Ayuntamiento?
He sentido emoción, un poquito de miedo de ver lo que me encontraba fuera, pero emoción al cruzar la puerta con este traje, era la ilusión de mi vida.
P. ¿Y en el momento de subir al monumento al Cipotegato?
Ese ha sido el momento más emotivo porque iba la parte de subida a la estatua que es tradición del Cipotegato. Iba a hacer un homenaje a un chico, que aunque no lo conocí, me han hablado maravillas de él y ha sido muy emocionante poder hacer ese homenaje.
Imagen principal de Fabián Simón
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