La línea Zaragoza-Canfranc-Pau es fundamental en el transporte de mercancías y un refuerzo al papel de Aragón como potencia logística
Aragón y Nueva Aquitania han firmado una declaración conjunta para reclamar la reapertura de la línea Zaragoza–Canfranc–Pau. El objetivo para el presidente aragonés, Jorge Azcón, es “reabrir cuanto antes este paso transfronterizo y hacerlo, además, en las condiciones que le permitan ser una autopista ferroviaria”.
El encuentro con el presidente de Nueva Aquitania, Alain Rousset, ha tenido lugar en “un escenario emblemático”, desde la boca española del túnel del Somport, una infraestructura estratégica para España y Francia durante las más de cuatro décadas que estuvo activa la línea Zaragoza-Canfranc-Pau y “que significó algo más que un nexo de unión entre ambos países”, ha explicado Azcón.
Tras el accidente ocurrido en marzo de 1970, esta arteria fundamental fue cerrada y la conexión entre ambos lados del Pirineo quedó suspendida por esta vía, algo que perdura hasta ahora. Además, el jefe del Ejecutivo aragonés ha recordado que “vamos a promover que la línea Zaragoza-Canfranc-Pau sea denominada en su reapertura como Línea Goya”.
Transporte de mercancías
Desde su inauguración, la línea Zaragoza-Canfranc-Pau transportaba hasta 300.000 pasajeros al año, así como mercancías; desde Francia llevaba maíz y, desde España, se exportaban cítricos. “La línea constituía un mecanismo de vertebración del territorio y de conexión entre ambos países”, ha recordado Azcón.
Actualmente, en España sólo se transportan un 4,5% de las mercancías por ferrocarril, frente al 15% de la media europea, cifra que se reduce a un 1,4% cuando se habla de transporte transfronterizo entre España y Francia, un problema se va a agravar en el medio plazo. Para 2030 el objetivo de la Unión Europea es que esta cifra se incremente al 30%, ampliándose al 45% en 2050, en detrimento del transporte por carretera, mucho más contaminante.
Por tanto, el objetivo es avanzar en esta línea y en otras infraestructuras ferroviarias para no quedar supeditados únicamente a los pasos por Cataluña y el País Vasco, dos pasos que están al borde de la saturación.
En definitiva, “la línea constituiría una salida natural de mercancías a Europa y un refuerzo fundamental al papel de Aragón como potencia logística”.
Imagen principal del Gobierno de Aragón
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