Comenzamos una serie de artículos que os harán salivar. Vamos a hablar ni más ni menos de los productos aragoneses con calidad diferenciada. Para abrir boca os presentamos tres cultivos de primerísima calidad: cebollas, melocotones y espárragos.
Texto: Armando Cerra
El último eslogan elegido de Aragón, alimentos nobles no puede ser más oportuno para hablar de las auténticas delicatesen que brotan en los campos de las tres provincias aragonesas. En los próximos días os hablaremos de algunos emblemas de nuestra gastronomía como pueden ser los vinos o aceites dignos de estar en las mejores mesas del mundo.
Sin embargo, hoy vamos a centrarnos en tres productos excepcionales: la Cebolla Fuentes de Ebro DOP, el Melocotón de Calanda DOP y el Espárrago de Navarra IGP. Sí de Navarra, aunque como veremos unos párrafos más abajo los hay cultivados en Aragón pero merecedores de tal marchamo de calidad.
Cebollas Fuentes de Ebro DOP
Solo hay una cebolla en toda España que atesora la categoría de una Denominación de Origen Protegida, y esa es la Cebolla Fuentes de Ebro, reconocida por la Comisión Europea como DOP en 2013 y a finales de 2010, obtuvo la protección transitoria por Gobierno de Aragón.
Pese a lo que dice su nombre comercial, este manjar para ensaladas, cremas, sofritos y todo tipo de platos no solo se cultiva en Fuentes de Ebro. Hay otros cinco municipios en cuyos campos se desarrolla esta variedad. Se trata de Quinto, Mediana de Aragón, Osera de Ebro, Pina de Ebro y Villafranca de Ebro. Como se puede ver el apellido del gran río está presente en muchos de estos topónimos, y es que el área geográfica ideal para la Cebolla de Fuentes DOP queda delimitada por el propio río Ebro y por la ribera del río Ginel.
Se trata de una zona de suelos fértiles pese a su pH elevado o los altos porcentajes de yeso y carbonato cálcico. Esos elementos junto a un clima dominado por la sequedad y el viento, convierten a este territorio en un lugar propicio para el cultivo de una de las cebollas más finas de Europa.
Por cierto, sabías que la Cebolla Fuentes de Ebro DOP cada vez ganan más adeptos entre los consumidores de fuera de nuestra comunidad autónoma. Y por si alguien os visita y no las conoce, deleitarles con una buena paletilla de ternasco de Aragón IGP al horno, acompañado por patatas y con Cebolla Fuentes de Ebro DOP asadas. Una receta fabulosa capaz de saciar a los estómagos más exigentes y que permite dar a conocer dos productos con DOP de nuestra tierra. Sin duda, quien disfrute de ese asado se transformará en un apasionado embajador de nuestra gastronomía.
Melocotón de Calanda DOP
El Melocotón de Calanda DOP ya se pueden identificar a la vista. No solo por su imprescindible etiqueta negra que garantiza su Denominación de Origen Protegida. También se les reconoce por su color amarillo que va del amarillo crema a un tono más pajizo. Pero además llaman la atención por su volumen y calibre, algo que se debe a su peculiar modo de cultivo, ya que en los árboles se hace un aclareo que elimina un altísimo porcentaje de sus frutos, pero garantiza que cada melocotón se desarrolle plenamente, sin obstáculos y alcance un diámetro que supera los 73 mm.
Y si el Melocotón de Calanda DOP son un espectáculo a la vista, las sensaciones gratificantes se multiplican al hincarles el diente. Conforme lo acercamos a la boca nos llega su aroma y eso no es más que el anticipo de dulzura. Eso en crudo, porque cuando se prueban en conserva y almibarados, el deleite para los más golosos es supremo.
En definitiva, que los amantes de la fruta tiene en estos melocotones todo un referente. Un producto que se cultiva en 45 municipios distintos de las provincias de Teruel y Zaragoza. Obviamente están en los campos que rodean Calanda, pero también veremos las plantaciones de melocotoneros y las empresas certificadas por la DOP en otros municipios como Mazaleón, Puigmoreno, Albalate del Arzobispo, Caspe, Fabara, Chiprana o Maella.
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Espárragos de Navarra DOP
Ya hemos avanzado que este producto aragonés sale al mercado con la Indicación Geográfica Protegida Espárrago de Navarra. La razón es muy simple. El renombre de ese producto de calidad diferenciada es indudable, y lo cierto es que la calidad de los espárragos que se cultivan en 43 municipios aragoneses es equiparable a la de nuestros vecinos navarros y pasan los mismos estrictos controles. Algo que también se puede ampliar a los Espárrago de Navarra que se cultiva en campos riojanos. Es decir, se trata de una IGP que incluye tres comunidades autónomas.
Ha sido así desde 1996 cuando fue reconocido como IGP. La razón es que las condiciones climáticas o geológicas de zonas de la comarcas de las Cinco Villas o del entorno del Moncayo son casi idénticas a las que hay en la Comunidad Foral.
Pero sobre todo si algo distingue a estos espárragos es el trabajo prácticamente artesanal que los hace crecer hasta alcanzar los calibres y calidades antes de ser cosechados. Una cosecha manual, como el lavado posterior o el pelado previo a ser envasados. En definitiva, un delicado y largo trabajo de producción para que finalmente nosotros degustemos uno de los productos más excepcionales de nuestros campos.
¡Buen provecho!
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