La oferta de quioscos del Parque Grande se completa tras una inversión de más de más de 5 millones de euros y la apertura de 5 espacios
La transformación de los quioscos del Parque Grande José Antonio Labordeta finaliza después de cinco aperturas. El proyecto encabezado por el Grupo Fuenclara se ha llevado a cabo gracias a una inversión de más de 5 millones de euros. Para realizar esta nueva propuesta gastronómica, se ha tenido en cuenta la oferta que tradicionalmente existía en el parque y se han generado más de 125 nuevos puestos de trabajo directos.
Ubicado en la esquina entre el Paseo Manuel Azaña y Paseo San Sebastián, este restaurante italiano de Zaragoza cuenta con un renovado estilo decorativo donde te maravillará el olor de la cocina, de la masa recién horneada, los platos y quesos al horno, las pastas y los aromas típicos de la tierra. Todo ello se combina con una carta variada que combina propuestas más tradiciones e innovadoras.
Ubicado en el Cabezo Buenavista, satisface a todos los adeptos del buen comer, con una completísima carta en la que el 95% de sus platos pasan por la brasa. Un concepto gastronómico de calidad que combina la esencia de la cocina tradicional saludable con un enfoque innovador sobre la experiencia de comer o tapear. Todo ello en un ambiente único.
Ubicado en el quiosco de Flandes y Fabiola, ofrece su experiencia en Zaragoza los 365 días del año. El reconocido place to be del après-ski ofrece una restauración de calidad basada en el producto de proximidad. Todo ello en un emplazamiento privilegiado y una atmósfera desenfadada y divertida.
Ubicado en la zona de La Rosaleda, ofrece al público del parque una amplia variedad de helados, zumos y batidos naturales, crepes, wraps o gofres. Contando con una amplia terraza, pero también con plazas interiores para poder disfrutar en todas las épocas del año.
Ubicado junto al Río Huerva, Latas permite degustar a todo el que se acerque a su acogedora terraza los tan clásicos vermús, aperitivos, cerveza y refrescos que tradicionalmente se han demandado en este emplazamiento único de la ciudad. Todo ello con un concepto enfocado en el ‘laterío’ y los ‘vinagrillos’.
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