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Seis monumentos naturales que muestran la extraordinaria variedad de ambientes y ecosistemas que hay en Aragón

Monumento-Natural-Riglos

Seguimos repasando los Espacios Naturales Protegidos de Aragón, y ahora ha llegado el turno de mencionar los denominados monumentos naturales

Texto: Armando Cerra

Seis espacios distintos repartidos por las tres provincias, que son la mejor muestra de la extraordinaria variedad de ambientes y ecosistemas que existen en Aragón. Nos esperan desde las nieves perpetuas hasta las entrañas de la Tierra. Todo un catálogo de paisajes extraordinarios.

MONUMENTO NATURAL DE LOS GLACIARES PIRENAICOS

Este es uno de los Espacios Naturales Protegidos de Aragón más delicado, y también más antiguo.

Se trata de los restos de los viejos glaciares que antaño poblaron gran parte de la cordillera pirenaica y que en la actualidad están en franco retroceso debido al innegable cambio climático. Por su propia naturaleza, se trata de un territorio disperso que abarca diversos macizos: Balaitús, del Infierno, Vignemale, La Munia, Posets, Perdiguero, Maladeta-Aneto y el Monte Perdido.



No obstante hay que decir que el espacio protegido del Monumento Natural de los Glaciares Pirenaicos va más allá de las masas de hielo. También se trata de conservar las huellas del glaciarismo en forma de ibones, morrenas, artesas, etc…, así como la flora y fauna endémica y adaptada a semejantes condiciones de vida.

Imagen: Red Natural de Aragón

MONUMENTO NATURAL DE LAS GRUTAS DE CRISTAL DE MOLINOS

Cambiamos por completo de escenario y viajamos hasta la localidad de Molinos en el Maestrazgo turolense para sumergirnos en el interior de la tierra. Ahí nos aguarda una maravilla geológica. Esta visita siempre es de lo más sugerente, ya que el repertorio de estalagmitas, estalactitas y el resto de formas kársticas siempre reaviva la imaginación y nos hace soñar con mundos misteriosos.

Pero además de eso, esta gruta y su vecina Cueva de Baticambaras poseen un enorme valor natural ya que guardan muchos testimonios fósiles, así como son el hogar de diversos tipos de murciélagos, algunos de los cuales están en la lista de especies amenazadas. Mientras que el exterior de las cuevas es un paraíso para muchas rapaces.

MONUMENTO NATURAL DEL PUENTE DE FONSECA

No dejamos todavía el Maestrazgo y ahora nos acercamos hasta el término municipal de Castellote, donde nos aguarda el Monumento Natural del Puente de Fonseca. Por aquí sobrevuelan muchas de las aves que también podemos ver en Molinos, como las águilas real y la perdicera, así como el halcón común.

Estas rapaces tienen aquí un lugar fantástico para hacer sus capturas. Se trata de un barranco abierto por el río Guadalope que ha dejado unas impresionantes paredes calcáreas a sus lados. Pero hay un punto donde el río se sumerge y crea un túnel para seguir su camino. De ahí el nombre de Puente de Fonseca. Un lugar de lo más fotogénico y donde con suerte se pueden ver jabalís, cabras montesas o nutrias.

MONUMENTO NATURAL DEL NACIMIENTO DEL RIO PITARQUE

Seguimos  en el Maestrazgo, en Pitarque donde a más de 1.000 metros de altitud nace el río del mismo nombre. Es todo un espectáculo ver brotar al agua pura de la propia roca. Para ser justos hay que decir que estas aguas ya vienen desde el cercano pueblo turolense de Fortanete. Pero como por arte de magia se filtran en el suelo y no vuelven a ver la luz hasta este enclave, digno de denominarse Monumento Natural del Nacimiento del Río Pitarque.

A partir de aquí el cauce va generando pequeñas cascadas y pozas. Así que quien lo visite debe llevar la cámara para sacar un buen número de fotos. Y los aficionados a la pesca, seguro que les gustaría capturar las muchas truchas de estas aguas. No obstante, no solo hay que mirar al río. Si se contempla el cielo no será raro ver el vuelo de los buitres, alimoches y también del halcón peregrino.

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MONUMENTO NATURAL DE LOS ÓRGANOS DE MONTORO

Y culminamos con los monumentos naturales de la provincia de Teruel con este roquedo hermoso como pocos. Los Órganos de Montero, entre los municipios de Villarluego en el Maestrazgo y Ejulve en la comarca Andorra-Sierra de Arcos, ha sido en alguna ocasión la imagen turística de Teruel. Y es que su belleza es indudable. Pero además posee una riqueza natural digna de conservarse y divulgar.

Su nombre es una clara metáfora de su forma, ya que se trata de una grandiosa formación geológica donde la erosión ha esculpido unos tubos de roca que evocan los de los órganos de las iglesias. Aquí las rocas, rocas del Cretácico, son las grandes protagonistas, y también el hábitat idóneo para que abunden dos animales: el buitre leonado y las cabras pirenaicas. Si se hace una excursión a este lugar, que nadie se olvide los prismáticos para contemplar a ambas especies.

MONUMENTO NATURAL DE LOS MALLOS DE RIGLOS, AGÜERO Y PEÑA RUEBA

Hubo que esperar hasta 2016 para que se declarara el Monumento Natural de los Mallos de Riglos, Agüero y Peña Rueba, un espacio protegido a caballo de las provincias de Huesca y Zaragoza. Ni que decir tiene que la base de todo ello son los peculiares mallos, esos grades roquedos verticales compuestos por roca conglomerado.

Las características de estas rocas las conocen bien los escaladores de toda Europa, y también muchas aves que tienen aquí su refugio o lugar de caza. Y no solo hablamos de los omnipresentes buitres, también sobrevuelan el lugar los quebrantahuesos, el alimoche, distintas águilas y el elegante elanio azul.

O sea, un sitio fantástico no solo para escalar. Cualquier ornitólogo y amante de la naturaleza es feliz en este enclave. Como también lo puede ser en el resto de Espacios Naturales Protegidos de Aragón de los que os hablaremos en las próximas entradas.

Imagen: Red Natural de Aragón

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Imágenes: Red Natural de Aragón

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