El Monumento Natural de los Glaciares Pirenaicos es uno de los Espacios Naturales Protegidos de Aragón más delicado y meridionales de Europa
En el Pirineo Aragonés, entre los valles de los ríos Gállego y Noguera Ribagorzana, se encuentran los glaciares más meridionales de Europa, uno de los Espacios Naturales Protegidos de Aragón más delicado, y también más antiguo.
Se trata de un territorio disperso que abarca diversos macizos: Balaitús, del Infierno, Vignemale, La Munia, Posets, Perdiguero, Maladeta-Aneto y el Monte Perdido. Siete de los ocho macizos montañosos dan cobijo a estos glaciares están incluidos en esta figura de protección y uno en el Parque Nacional de Ordesa y Monte Perdido.
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Estos glaciares dieron lugar a las principales formas de relieve pirenaico. Su singularidad y belleza otorga a estas masas de hielo permanente un especial interés cultural y paisajístico, pero también científico.
Por increíble que parezca, especies como la chova piquigualda, los bisbitas arbóreo y alpino o el simpático gorrión alpino encuentran en estos glaciares su sustento. Esto se debe a que, durante el día, una película de agua de fusión permanece sobre estas masas heladas, de forma que multitud de partículas minerales, polen, semillas y, sobre todo, insectos, quedan pegados o atrapados en la misma.
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