Paseo escultórico por el Parque Grande - Enjoy Zaragoza
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Descubrimos las estatuas del Parque Grande de Zaragoza

Alegoría de la Agricultura

El paseo escultórico por el Parque Grande tiene un poco de todo, ¿tenéis ganas de saber más? Pues vamos al parque y veamos algunas de ellas

Texto y fotografías: Armando Cerra

El Parque José Antonio Labordeta es inagotable para grandes y pequeños. Por muchas veces que se vaya siempre se descubre o se hace algo nuevo. Están los clásicos alquileres de bicis, también montarse en el tren chu-chu, subir la monumental escalinata hasta el cabezo Buenavista, ¡qué nombre más acertado!… O bien se merece un paseo la aromática rosaleda o es posible acudir a algún concierto del Jardín de Invierno.

La lista de cosas a hacer podría ser mucho más larga: merendar en la terraza o mucho más barato en  la ladera del Rincón de Goya, dar brincos en patinete o skate en el nuevo pump truck, esperar la floración de los tulipanes o entrar al Jardín Botánico del que ya os hemos hablado aquí. Todo eso por no hablar de eventos que se están celebrando últimamente como la Feria del Libro o el festival de Zaragoza Florece.

Así que entre todas esas posibilidades, hoy os queremos invitar a dar un paseo descubriendo el repertorio escultórico del Parque Grande. Sí, porque tiene un aspecto monumental digno de conocer. Por supuesto todos sabemos de la presencia de la enorme figura del Batallador en lo alto del cabezo o apreciamos el atractivo de la Fuente de Neptuno, de la que también hemos hablado aquí. Por cierto, cuando lo hicimos el dios del mar todavía estaba manco y no tenía su carismático tridente. Una situación que se subsanó y de la cual nos alegramos.

 

Pero aparte de esas dos obras, en la amplia superficie del Parque (270.000 metros cuadrados, ¡casi nada!) hay otras esculturas muy interesantes. Para todos los gustos y temáticas. Desde memoriales a personajes relevantes de la historia local a otros que recuerdan a personajes internacionales. También hay figuras simbólicas y otras evocan acontecimientos  trágicos. Al igual que las hay de aspecto más tradicional conviviendo con otras de estética más moderna. ¿Tenéis ganas de saber más? Pues vamos al parque y veamos algunas de ellas.

Comencemos por la zona más monumental y elegante del Parque Grande de José Antonio Labordeta. Nos referimos al Paseo de San Sebastián. Ahí entre fuentes y parterres encontramos la figura de una mujer sumergida entre la vegetación. Parece mármol, pero no lo es, se trata de granito artificial y pintado de blanco. Pues bien esta mujer es una alegoría de la Agricultura y se la realizó en 1962 la artista Dolores Franco Secorum. Por cierto, originalmente eran dos, con otra alegoría de la Ganadería.

Si continuamos por el Paseo de San Sebastián llegaremos al pie del Batallador. Aquí podemos girar hacia la izquierda en dirección hacia la cuesta del Paseo Renovales y ver el busto de Simón Bolívar donado por el gobierno venezolano el pasado siglo XX. O también es posible seguir hacia la derecha por la avenida de los Bearneses bajo la sombra de los plataneros. Sin duda, esta área es una de las más artísticas de todo el Parque Grande.

Nos aguardan los memoriales de diversos personajes. Algunos tan populares como Paco Martínez Soria del que se puede leer una de las frases más inspiradoras de su repertorio: “Hacer reír es una bella forma de hacer el bien”. Y un poco más allá, en el centro de una fuente circular está el monumento al tenor Miguel Fleta, que fue la última escultura que realizó en 1979 el prestigioso artista Ángel Bayod Usón.

Si seguimos un poco más allá, en un extremo del parque se levanta uno de los monumentos más grandes y antiguos de toda la zona verde. De hecho, se hizo en 1908 para recordar el éxito de la Exposición Hispano-Francesa y originalmente estuvo en la Plaza de Basilio Paraíso, ya que también se le homenajea a ese personaje. Sin embargo en 1951 se trasladó a su actual emplazamiento, y desde entonces con su león flanqueado por angelotes da la bienvenida a todos los visitantes que entran al parque desde el Canal Imperial.

Mientras que al otro lado de la avenida de los Bearneses, en la zona de la rosaleda también hay esculturas interesantes. Por ejemplo, la dedicada a la jotera Isabel Zapata que se encuentra en una especie de capilla semicircular que forma el muro del Botánico. O el memorial en la Glorieta de las 13 Rosas ideado por Pilar Catalán y que lamentablemente desde su instalación en 2016 ha sido objeto de vandalismo en alguna que otra ocasión.

No muy lejos de ahí está uno de los conjuntos escultóricos más bellos del Parque. Es la figura de Niño con estrella que el reconocidísimo artista aragonés Ángel Orensanz imaginó como homenaje al poeta Rubén Darío. El resultado es de una  hermosura innegable, tanto por la elegancia de la figura como por su perfecta integración en el entorno de árboles y flores. 

Aunque si buscamos una obra realmente camuflada entre la naturaleza del parque  entonces tenemos que mencionar Catharsis. Creación del escultor oscense Mario Molins en 2014. Aprovechó el enorme tronco de un ciprés seco para generar unas nuevas formas al árbol, darle una nueva vida e incluso le añadió una rama de bronce materializando su perennidad.

En definitiva, que el paseo escultórico por el Parque Grande tiene un poco de todo. Y eso que no hemos dejado por nombrar varias obras interesantes, como el monumento a Doctor Cerrada, la Clépsidra del Jardín Botánico o el Monumento a los Aragoneses en los campos de concentración alemanes que hay en el entorno del Batallador. Por mencionar solo algunos más. Daros una vuelta por ahí descubriréis más.

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