Aragón cuenta con todo tipo de vías atractivas de escalada sobre las que subir, ya sea con o sin la ayuda de una cuerda
Las tres provincias aragonesas acogen lugares espléndidos en los que practicar diferentes deportes y actividades en la naturaleza
Texto de Armando Cerra – Imágenes de Turismo de Aragón
Seguimos haciendo un repaso veraniego a los deportes y actividades en la naturaleza que podemos disfrutar en Zaragoza, Huesca y Teruel. Ahora toca calzarse los pies de gato y embadurnarse las manos con carbonato de magnesio para subir por algunas de las más atractivas vías de escalada de Aragón. De ello os vamos a hablar hoy. De algunos de los mejores lugares de escalada en Aragón.
Zona de Morata de Jalón – Chodes
Hay otras áreas de escalada en Zaragoza, como son la Sierra del Moncayo en su vertiente de Calcena o por las Hoces del Río Piedra, pero, sin duda, si hablamos de una zona de escalada carismática en la provincia, entonces tenemos que mencionar todo el conjunto de vías que hay entre los términos municipales de Chodes y de Morata de Jalón, en la comarca de Valdejalón.
Las centenares de vías abiertas en este corto tramo del Sistema Ibérico ofrecen recorridos para todos los gustos y niveles. En especial, para los principiantes en esta práctica deportiva. Por esa razón, la gran mayoría de escaladores de Zaragoza han comenzado aquí sus ascensiones y, a partir de Morata y Chodes, han salido a descubrir otras zonas de escalada en Aragón, como las que os presentamos aquí.
Ladruñán en Cuevas de Cañart
Sin salir del Sistema Ibérico, pero en este caso en el Maestrazgo turolense, hay otro lugar muy conocido por los escaladores. Es el conjunto de más de 50 vías que hay en los tres sectores de Ladruñán, adonde se accede desde el pueblo de Cuevas de Cañart. Lo cierto es que es un sitio que cuando se ve por primera vez impresiona, sobre todo el paraje del Estrecho de Crespol con sus verticales paredes de caliza.
Este es otro ejemplo de las sorpresas que de vez en cuando nos aguardan en la provincia de Teruel, un territorio donde los más intrépidos tienen mucho que descubrir. Y también ocurre así con los aficionados a la escalada que puede disfrutar de su deporte en lugares como las Rocas del Masmut en Peñarroya de Tastavins, en el área del pantano cerca de Calanda e incluso muy cerca de la ciudad de Teruel en la Peña del Macho.
Rodellar y Sierra de Guara
Obviamente, también en la provincia de Huesca hay numerosas áreas para trepar y escalar en la roca natural. En este sentido toda la sierra de Guara es un territorio privilegiado y son muchos los parajes que conocen a la perfección los escaladores, como por ejemplo el entorno del embalse de Vadiello, por no mencionar las paredes a las que se accede desde el pueblo de Rodellar.
En esta última zona aparecen auténticos mitos de la escalada en Aragón, como los desplomes que hay salvar en algunas de los centenares de vías que nos aguardan en la parte más salvaje del barranco de Mascún. Por cierto, un lugar que es el escenario ideal para otros deportes de aventura, como ya os comentamos al hablar de los mejores lugares para disfrutar del barranquismo en Aragón.
Los Mallos de Riglos
Es imposible, además de imperdonable, hacer un listado con los lugares de escalada en Aragón y no citar los Mallos de Riglos. Su perfil vertical es una provocación para cualquier escalador, no solo aragonés o español, sino de todo el mundo, ya que es un imagen tan potente que hasta aquí acuden deportistas de los lugares más insospechados.
La tradición escaladora en Riglos cuenta con décadas de historia y con nombres de primer nivel en el alpinismo. Así que no es raro que todo el que se dedique a este deporte quiera subir por los centenares de vías que recorren la Aguja Roja, el Puro, el Mallo Pisón, el Fire o la Visera. Los escaladores expertos tienen aquí un sinfín de ascensiones para elegir, y también los más novatos, que además pueden contratar los servicios de guías profesionales para que les ayuden a mejorar.
Boulder en la Sierra de Albarracín
En todas las zonas de escalada anteriores, las vías se recorren con cuerdas, sistemas de anclajes y seguridad, y con cordadas compuestas al menos por dos personas. En cambio, en la disciplina del Boulder (o bulder) no hay cuerda. El único método de seguridad es un grueso colchón que se coloca en la base de la roca a escalar, la cual nunca supera los 8 metros de altura. A cambio es una escalada a pulso y con posturas que a veces suponen la total negación de las leyes de la gravedad.
El bulder se practica muchas veces en paredes artificiales y rocódromos, pero también en parajes naturales. En este sentido las grandes rocas dispersas entre los bosques de la Sierra de Albarracín ofrecen pruebas de fuerza y equilibrio fantásticas para los apasionados de este tipo de escalada tan técnica. Una forma distinta de gozar del hermoso Paisaje Protegido de los Pinares de Rodeno.
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