Aquí no hay playa pero si arroces: conoce dónde comer algunos de los mejores de Zaragoza

¿Quién dijo que sólo se podían comer buenos arroces en la comunidad valenciana? Su patrimonio es la paella valenciana, se lo concedemos; pero arroces se hacen en muchos sitios y, además, muy ricos y con diferentes métodos culinarios, desde los caldosos y melosos, pasando por los ciegos o secos, los abanda con el pescado aparte, o los risottos italianos.

Y en Zaragoza tenemos sobradas muestras de restaurantes que elaboran unas recetas espectaculares con el grano de arroz en su punto justo y combinaciones de ingredientes de lo más sorprendente, para que vayas probando y escogiendo tus favoritos.

Aquí no hay playa pero si arroces: conoce dónde comer algunos de los mejores de Zaragoza

Bulebar, tanto el de Montecanal como el Zentro, en su nuevo establecimiento de Paseo de los Rosales, 32, son populares sus recetas de arroces con sabores variados como el de bacalao y alcachofas o el de pato, hongos y foie, ambos al horno; de verduritas, trigueros y alcachofas o integral al wok con pollo, verduritas crudités y soja, para los más sanotes; el arroz de chuleta de La Finca madurada con judías verdes o las paellas mixtas de solomillo, pollo, calamares y gambones o bien de carne con pollo, solomillo y longaniza de Aragón, para los más carnívoros. Y, cómo no, los pescateros de arroz caldoso con bogavante, calamares y azafrán o de gambones y chipirones; el negro con chipirones de anzuelo y gambones o la paella del señorito con calamares, gambones y carabineros. No faltan los risottos de hongos con virutas de foie o de pulpo y calamar, cremosísimos.

Bunkerbar tiene como peculiaridad los arroces a la brasa en la plancha de acero, que salen socarraditos en la base pero con una buena capa por encima, con ingredientes como los de verduras, del señorito, campero, negro de chipirones, de confit de pato, de carabineros… o el jugoso risotto de boletus y trigueros al parmesano. Por descontado, tienen el típico fideuá de rape y langostino que no puede faltar en una buena arrocería.

La Bocca Medtierranean Delli siempre ha ofrecido buenos arroces, pero ahora ha apostado fuerte por incluirlos incluso en el menú del día de 14,95 euros, con tres opciones a elegir como el arroz campesino de butifarra y tomate seco, el negro de calamar y mejillón o el meloso de carrilleras de ibérico y setas, que irán cambiando. Pero es que, en la carta, han ampliado con un arroz payés, otro del señorito, uno de bogavante y un risotto funghi, siempre cocinados al momento.

Mama Carmina, situado en Cuarte de Huerva, cuenta al menos con 10 arroces elaborados de forma artesanal, siempre en paellas de gran dimensión para que la cubierta quede fina y con ese socarrat adictivo que te lleva a comerte hasta el último grano de arroz. Y los hay de  pato azulón con alcachofas frescas y bisaltos baby, de zamburiñas, papada a baja temperatura, butifarra y trompeta de la muerte; risotto cremoso de boletus, escalope de foie a la parrilla, trufa y nube de parmesano; caldoso de bogavante con gambas, paella de marisco de carabinero, gambón, tallarín de txipirón, almejas, mejillones y cigala; negro de txipirones, calamares y carabineros; del señorito con gambón, pescado de roca, langostinos, mejillones, gamba y zamburiña; arroz con chuletón y paella de colmenillas de temporada, virutas de foie fresco y jamón.

Restaurante Wenceslao, por su parte, tiene unos fantásticos arroces como el cremoso de bacalao y carabineros; el caldoso de bogavante, el negro con chipirones y gambas, la paella de carabineros y sepia o la de pescados y  mariscos. Así como un arroz de verduras por encargo para los vegetarianos.

Urola no es una arrocería sino un restaurante gastronómico de mucho nivel, por eso merece la pena pedir media carta y, sobre todo, su arroz al horno de costilla, morcilla y coliflor con ali-oli de azafrán o el arroz al horno de sardinas a la brasa (sin espinas). Si además incluye alguno en su completísimo menú del día, te sale bordado.

El Cantábrico, que tiene su sede de siempre en Paseo Pamplona pero también en Puerta Cinegia, con vistas a la plaza de España, es un clásico donde, aparte de marisco fresco en raciones o por piezas, sirven paella de marisco o de bogavante, que también viene en caldereta, o fideuá.

Restaurante Terraza El Lago es un agradable espacio al aire libre inmerso en la presa del Canal Imperial de Aragón, ideal para comerse un arroz a la vez que se disfruta de buenas vistas, quizás es el que más nos puede acercar a la sensación meditérranea de comer frente al agua. Por un lado, se puede encargar con antelación su menú arroz con tres entrantes al centro para compartir y arroz meloso con carabineros, más postres con vino y agua, por 25 euros; o bien, pedir a la carta, a muy buen precio, paella de marisco, arroz del señorito, paella mixta o arroz negro con chipirones.