Ubicado en la calle Zurita del centro de la ciudad, en el restaurante Bunkerbar de Zaragoza encontrarás una amplia carta arrocera y una buena selección de carnes
Entrarás por su decoración. Te quedarás por su comida. Con estas pequeñas pinceladas solo podemos hablar de un restaurante zaragozano: Bunkerbar. Un espacio único, este restaurante en el centro de Zaragoza ubicado en la calle Zurita, donde la gastronomía tiene mucho que decir. Desde su apertura, hace solo dos años, han conseguido posicionarse como uno de los establecimientos con los mejores arroces de la ciudad.
De confit de pato y virutas de foie fresco, de bogavante con velo de gambón o el risotto de portobello y torreznos, son algunas de las últimas incorporaciones a la carta arrocera, que también destaca por una amplia selección de carnes como el chateaubriand a la brasa, el lomo de rubia gallega o la presa ibérica al carbón.
Por supuesto, tampoco faltan las «joyas» del mar como son el pulpo, la parpatana de atún a la brasa o el tartar de salmón marinado con guacamole. Si lo que quieres es compartir o picar algo en buena compañía no puedes dejar de pedir la vieira con salmorejo de remolacha, la anchoa en semisalazón y guacamole en pan de cristal, el carpaccio Harry`s bar o el huevo poché con parmentier trufada, verduritas y jamón crunch.
Y como siempre hay hueco para el postre, los reyes del dulce en Bunkerbar son la cheesecake, el strudel de manzana con helado de canela y la cookie con helado de vainilla y chocolate caliente.
Este curioso establecimiento, decorado con un gusto sensacional que imita a una pequeña jungla, cuenta con un búnker de la Guerra Civil que han aprovechado para hacer un reservado con capacidad para 25 personas. Si nunca has tenido la oportunidad de comer en uno, te acabamos de desvelar dónde puedes vivir esta experiencia.
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La terraza de esta selva, ubicada en el corazón de Zaragoza, sigue la misma tónica del interior con un gran toldo en tonos verdes con palmeras, donde en verano el sol no te ciega y en invierno las estufas te calientan. En ella, puedes disfrutar de un Búnker spritz, un Monkey fire o del famoso Tom violet, entre otras propuestas cocteleras.
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La música de fondo, la decoración, el servicio o la atención al cliente hacen que el ambiente de Bunkerbar no tenga edad. «La gente siempre repite y algunos ya han hecho de Búnker su segunda casa. Todo esto nos indica que lo estamos haciendo bien. Estamos super orgullosas de nuestros clientes más fieles, pero también de los que eligen nuestro establecimiento, aunque solo sea para tomar una cerveza», explican las responsables de Bunkerbar.
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Por cierto, las encargadas de este curioso y singular establecimiento son dos grandes profesionales de la gastronomía zaragozana: Carol Lasmarías y Eloísa Artal. Gracias a ellas, ya sabemos lo que es comer en un búnker con vistas a una de las calles con más vida de la capital aragonesa.
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