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Tras las huellas de Goya en Burdeos

Seguimos los pasos del aragonés más universal, Francisco de Goya, en Burdeos, ciudad francesa en la que vivió sus últimos años de vida

Esta ciudad francesa cuenta con numerosos atractivos, además de diferentes espacios que recuerdan a nuestro paisano

Texto de Armando Cerra

De nuevo os volvemos a hablar del aragonés más universal, Francisco de Goya. Y al igual que aquí hemos escrito sobre Fuendetodos, el sitio que le vio nacer, también queremos descubriros Burdeos, la ciudad francesa en la que falleció en abril de 1828

Allí fue enterrado. En concreto en el cementerio de La Chartreuse. Aunque sus restos hoy en día descansan en la ermita de San Antonio de la Florida en Madrid. Mientras que en la plaza del Pilar se encuentra cenotafio en su honor que se levantó en el cementerio bordelés. Un singular monumento que la ciudad de Burdeos entregó a la de Zaragoza con ocasión del centenario de la muerte del artista.

Hay que recordar que Goya, cansado de la vida en la corte española, se instaló en Burdeos en 1824. Para entonces tenía 78 años y muchos achaques de salud. Había conseguido permiso para residir fuera del país y también se había garantizado el cobro de su sueldo como pintor, tras toda una vida trabajando para la Corona. No obstante, todavía tuvo que volver en un par de ocasiones a Madrid para aclarar cuestiones burocráticas.

Durante los cuatro años que vivió en la ciudad francesa mantuvo cierta actividad creativa, y realizó su serie de litografías taurinas que por cierto hoy en día podemos ver en el Museo Goya de la calle Espoz y Mina. Al igual que hizo varios retratos y su última gran obra, La lechera de Burdeos, que posee el Prado de Madrid.

En cambio, en la actualidad no hay demasiadas obras de Goya en la ciudad que le acogió durante sus últimos años de vida. Algunas estampas de su madurez y poco más se guarda en el Museo Bellas Artes en Burdeos. No obstante hay otras huellas del pintor aragonés en la urbe gala.

Por ejemplo, la sede del Instituto Cervantes en Burdeos se encuentra en Cours de l’intendace 57. Una casa del siglo XVIII en la que vivió Goya desde 1827 y hasta su muerte el 16 de abril de 1828. Un hecho que se sigue recordando en el lugar con varias placas conmemorativas. Y tras su muerte se celebraron sus exequias en la iglesia de Notre-Dame de Burdeos. Y hoy en día, junto al templo hay una estatua de Goya idéntica a la que se ve ante el Museo del Prado.

También el sordo de Fuendetodos tiene su propia calle en la ciudad francesa y están registradas las diferentes casas donde vivió o los lugares que frecuentó durante sus cuatro años de estancia. Así que si preparas un viaje desde Zaragoza hasta Burdeos puedes diseñar una interesante ruta siguiendo los pasos del pintor.

Si Francisco de Goya, con los incómodos medios de transporte de inicios del siglo XIX, hizo varias veces el viaje entre Burdeos y España, ¿por qué no lo vas a hacer tú? Te costará entre 5 horas y media o 6 según por donde vayas. Por tiempo y comodidad posiblemente lo mejor sea ir por el paso fronterizo de Irún y una vez allí seguir por autopista hasta Burdeos. Pero si no tienes prisa también es posible acortar los kilómetros del viaje atravesando los Pirineos por el túnel del Somport, para alcanzar Pau y, desde ahí, tomar la autopista hasta nuestro destino final.

Burdeos os va a sorprender, y para ser justos hay que decir que tiene muchísimos atractivos además de buscar el legado de nuestro paisano. Desde luego que uno de ellos es catar sus vinos, al fin y al cabo, estáis visitando la considerada capital mundial del vino. Pero además descubriréis un casco antiguo que está declarado Patrimonio Mundial de la UNESCO. Y por si fuera poco os encontraréis a orillas de un río enorme, el Garona, que tiene un vínculo fortísimo con Aragón ya que sus aguas brotan en el Parque Natural de Posets Maladeta.

Precisamente muy cerca del Garona se encuentra la plaza más espectacular de la ciudad, la Plaza de la Bourse, abierta con un arquitectura monumental hacia el río que a estas alturas ya se encamina hacia la desembocadura en el Atlántico. No os perdáis esta plaza de noche, porque su iluminación es espectacular y el reflejo del Palacio de la Bolsa y de las Antiguas Aduanas sobre la famosa fuente Miroir d’Eau os hará sacar un buen número de fotos.

Otros lugares que debéis visitar son sus grandes puertas de acceso a la ciudad medieval, como la Puerta de la Campana o la Puerta de Cailhau, la cual os dará paso al pintoresco barrio de Saint Pierre. Así como tampoco os perdías la Catedral de San Andrés y el vecino Palais Rohan, que originalmente fue el palacio del Arzobispo y hoy es la sede del Ayuntamiento bordelés. 

Y si salís de la zona más antigua, a un paso queda la gigantesca Place de Quinconces y el barrio de Chartrons, el más moderno de la ciudad. Un hervidero de modernidad que seguro que a un personaje tan inquieto y creativo como Goya le fascinaría. Esperamos a que a ti también te guste en tu próximo viaje de Zaragoza a Burdeos.

ESCAPADAS DESDE ZARAGOZA

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