Biescas fue una de las villas más importantes del Pirineo desde la Edad Media debido a su ubicación, que permite disfrutar de todo tipo de turismo
Este municipio de la Comarca del Alto Gállego ofrece un entorno natural privilegiado, donde nunca faltan opciones de ocio y restauración
Texto de Armando Cerra – Imágenes de Enjoy Zaragoza
Cada vez está más cerca la temporada de esquí. Muchos ya estáis ansiosos de que llegue el blanco de la nieve para escaparos unos días hasta las distintas estaciones de esquí repartidas en Aragón, tanto en la provincia de Teruel como sobre todo en las montañas del Pirineo de Huesca. Y sabemos que entre nuestros seguidores estáis un nutrido grupo que os encanta subir hasta las pistas de la Comarca del Alto Gállego, las cuales forman el conjunto de Panticosa-Formigal integrado en el Grupo Aramon. Un destino fantástico sin duda, y que tiene una base de operación ideal. Nos referimos a la villa de Biescas.
De hecho, Biescas es desde hace décadas uno de los destinos predilectos para alojarse siempre que se visita el Valle de Tena y sus inmediaciones. ¿Por qué? Porque se disfruta de un entorno natural privilegiado, al mismo tiempo que posee una abundante oferta de alojamiento, tanto en forma de hotel como de apartamentos de alquiler. Además de que nunca faltan opciones de ocio y de restauración en esta localidad situada junto al río Gállego. Sin olvidar que es un lugar muy bien comunicado con Zaragoza, de la que dista más o menos hora y media.
Y por si fuera poco, también el núcleo de Biescas tiene sus propios atractivos como el Museo de la Torraza, abierto en una casona del siglo XVI o los dos templos de San Pedro y El Salvador que sirven para diferenciar dos barrios dentro de la población. No obstante, si hablamos de un templo por excelencia en Biescas, entonces nos tenemos que referir sí o sí a la Ermita de Santa Elena, enclavada en un bellísimo paraje sobre el río y a la que se llega gracias a una senda de lo más atractiva, entre otras cosas porque se pasa junto a un dolmen megalítico imponente.
Además, desde la zona de Santa Elena se puede emprender una caminata que os lleve a conocer los búnkeres que se crearon en este valle a modo de defensa preventiva contra un posible ataque galo. Y no es la única actividad senderista a realizar. Otros caminos e itinerarios permiten darse diversos paseos por la montaña, algunos más cortes y accesibles mientras que otros son más duros. Cada cual que elija el que más se adecua a su condición física, sus gustos y su experiencia en la montaña.
En definitiva, que hay muchas razones para acercarse a Biescas. O mucho mejor para buscarse ahí un alojamiento y pasar unos días de vacaciones. La tradición hostelera es larga en esta localidad, por lo que la buena acogida está garantizada. Por lo tanto, es un campamento base perfecto para todos vosotros esquiadores que queréis deslizaros por las pistas de Panticosa-Formigal o para aquellos que ya estáis deseando hacer esquí nórdico en las inmediaciones del monumental Balneario de Panticosa.
Aunque no penséis que Biescas solo es apropiado para los amantes del esquí. También es ideal para realizar otras actividades por el entorno. Por ejemplo, si os encanta ir a la caza y captura fotográfica del patrimonio histórico aragonés, en esta zona os aguardan un conjunto de iglesias de una singularidad excepcional. Son el grupo de iglesias del Serrablo que cuentan con características arquitectónicas y artísticas únicas en toda la comunidad autónoma.
Y del mismo modo, si pasáis unos días en familia en Biescas, no dudéis en acercaros a la vecina localidad de Piedrafita de Jaca, donde se encuentra el Parque Faunístico de Lacuniacha. Un trocito de montaña donde de una forma segura se pueden contemplar grandes cérvidos pero también linces, bisontes y hasta lobos. ¡No os lo perdáis si vais con niños!
¿Más razones para pasar unos días en Biescas? Pues es un lugar muy cómodo para emprender todo tipo de actividades por el valle de Tena. Desde subir en motos de nieve hasta restaurantes muy especiales hasta hacer excursiones con raquetas a preciosos ibones que recuerdan los glaciares que esculpieron el Pirineo. Todo eso en invierno. Pero si os reserváis esta escapada para fechas de temperaturas más calurosas, tampoco os faltarán senderos, excursiones en bicicleta de montaña o actividades de aventura para grandes y pequeños. Todo el año es un buen momento para acercarse hasta Biescas.
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