La Caída de San Lorenzo o de la Virgen Blanca es uno de los saltos de agua más espectaculares de los Amanaderos de Riodeva
En plena provincia de Teruel, encontramos un paraje natural único y admirado: los Amanaderos de Riodeva. Este rincón pintoresco, a menudo pasado por alto en las rutas turísticas tradicionales, ofrece una experiencia única que combina la belleza natural con la historia y la aventura.
Un conjunto de saltos de agua de distintas alturas y características geológicas y geomorfológicas. En poco más de 1.500 metros de recorrido montañoso, el río Riodeva desciende 500 metros desde Los Amanaderos hasta su desembocadura en el río Turia. A su paso dibuja espectaculares saltos que van desde los 10 hasta los 48 metros como el Salto de la Yegüa o la Cascada de las Ninfas.
Además, se trata de un punto destacado en el sendero GR-10, un camino de Gran Recorrido que comienza en Valencia y acaba en Portugal, pero que atraviesa toda la zona montañosa de Teruel, incluida esta área de las estribaciones de Javalambre. ¡Un auténtico descubrimiento para los amantes de la naturaleza y de los deportes de aventura!
La palabra Amanaderos evoca una sensación de misterio y antigüedad, ¡y no es para menos! Su historia se remonta a tiempos inmemoriales, cuando los antiguos habitantes los consideraban lugares sagrados, asociados con deidades acuáticas y rituales de fertilidad. De hecho, en la actualidad persisten leyendas locales que hablan sobre seres mágicos que habitan en sus aguas.
Pero dejando a un lado las leyendas y las múltiples historias, hoy nos centramos en la Caída de San Lorenzo, también conocida como Virgen Blanca, un espectáculo natural y visual que sorprende a todos aquellos que lo presencian en vivo y en directo. El motivo son los 48 metros de altura, en los que sus aguas caen con una fuerza imponente que deleita los sentidos de los visitantes.
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