¿Se dice rompida o romper la hora en la Semana Santa del Bajo Aragón? - Enjoy Zaragoza
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¿Se dice rompida o romper la hora en la Semana Santa del Bajo Aragón?

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Durante la medianoche del Jueves Santo, localidades de la Ruta del Tambor y el Bombo rompen la hora en la plaza principal del pueblo

La rompida de la hora es un acto multitudinario de las localidades de la Ruta del Tambor y el Bombo

Texto de Armando Cerra – Imágenes de Turismo de Aragón

En la medianoche del próximo Jueves Santo siete localidades de la Ruta del Tambor y el Bombo volverán a romper la hora. En Alcorisa, Andorra, Albalate del Arzobispo, Urrea de Gaén, Puebla de Híjar, Samper de Calanda e Híjar. Todos los vecinos de estas localidades y sus visitantes se congregaran en la plaza principal de cada pueblo y a las 00:00 horas exactas comenzara retumbar los bombos y redoblar los tambores. 

Mientras que un acto semejante se vivirá el mediodía del Viernes Santo en Calanda, el único pueblo de la ruta que rompe la hora con la luz del día. En cambio, en la novena de las integrantes de la Ruta del Tambor y del Bombo, Alcañiz, no se celebra este multitudinario acto, al igual que en sus procesiones suenan los tambores, pero no los grandes bombos.

Pero vamos a la cuestión que nos atañe. ¿Se dice rompida de la hora o lo correcto es hablar de romper la hora? Pues bien, ambas formas son correctas. Si bien, por ejemplo en Híjar son más de romper, mientras que en Calanda usan sin problemas el término rompida. Lo cierto es que esta última fórmula es la más usada últimamente en medios de comunicación y promociones. Primero porque en algunas localidades se ha dicho así desde hace tiempo, y segundo porque la palabra, por su incorrección académica, ya supone una diferenciación y facilita que se recuerde.

Como en tantas cosas, siempre hay puristas que se decantan exclusivamente por un término u otro. Pero la verdad es que ambas tienen partidarios entre los propios protagonistas, los cofrades, así que poco más hay que decir. Sería correcto usar las dos expresiones y además, en este caso, lo menos importante es el nombre del acontecimiento. Lo que cuenta es vivirlo y sentirlo. Para los forasteros cuando se experimenta una vez, es algo inolvidable. Mientras que para los locales es una fecha que se marca en rojo en el calendario a principios de año y la cita es inexcusable.

Después de cenar, la gente acude a las principales plazas de esos pueblos armados con su tambor o su bombo. Se va animando el ambiente, pero conforme se acerca la medianoche o las 12 del mediodía en Calanda, va creciendo la tensión hasta que llega casi de forma natural y colectiva al silencio. Un silencio estremecedor.

Todos se callan, se concentran, se miran cómplices, algunos nerviosos y otros alegres, pero todos concentrados para vivir un instante único en el año. La muchedumbre ocupa cada rincón de la plaza y los balcones en lo alto. Llega el instante de estar atentos a la persona que debe dar la señal de inicio. Puede ser el alcalde con el bastón de mando en la farola central de la plaza como ocurre en Híjar, o puede ser el toque de corneta como en Alcorisa, Andorra o en Samper de Calanda. Mientras que en La Puebla de Híjar la señal es un golpe al bombo más grande de la plaza. Y en Urrea de Gaén el estruendo comienza en cuanto suena el primer cuarto en el reloj de la plaza de la iglesia.

A partir de ese momento, todos los cofrades hacen retumbar al unísono sus instrumentos. Así estarán durante horas. Durante toda la noche se escucharan los tambores y bombos en la plaza, si bien no todos a la vez. En las próximas horas se van turnando los grupos hasta llegar a la mañana siguiente. Está claro que hay algo de fe, pero también mucho de fiesta, porque se trata de una de las noches más largas en esas poblaciones.

Los historiadores no saben a ciencia cierta cuándo comenzó esta tradición ni cuál fue el primer pueblo que lo celebró. Depende de dónde se pregunte, la respuesta varía. Pero está claro que el origen tiene varios siglos de antigüedad y no importa demasiado saber con exactitud cuántos. Eso es lo de menos, al igual que da lo mismo llamarlo rompida o romper la ora. Lo realmente valioso es vivirlo en persona. ¿Es tu caso?

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