Saucco sabe a brasa, a los sabores de la cocina tradicional vasco-francesa, pero sobre todo, al producto que se está degustando
La apuesta de este restaurante por el producto es clave: busca otorgarle todo el protagonismo a las carnes y pescados a la brasa de máxima calidad, elaborados bajo al fuego de su parrilla argentina, y no enmascarar su sabor
En poco tiempo, Saucco ya se ha posicionado como uno de los referentes en Zaragoza para aquellos que quieren comer un chuletón de la máxima calidad con el sabor inconfundible de la brasa o un pescado salvaje al estilo vasco, también cocinado a la brasa y con su tradicional refrito de ajo, guindilla y vinagre de sidra.
Eso sí, en la apuesta de este restaurante zaragozano por el mejor producto no dejan de lado los guiños a la materia prima aragonesa: en algunos de sus platos podemos encontrar productos como la longaniza de Graus o el tomate rosa de Barbastro.
La cocina de mercado es otra de las características identificativas de Saucco. En este restaurante, ubicado en pleno centro de la ciudad (Calle Mariano Royo Urieta, 19), tienen en cuenta desde la selección del producto (origen, alimentación del animal, carácter, cómo han sido cultivados los productos…) hasta el empleo de técnicas tradicionales, pero también vanguardistas con el fin de cocinar y presentar el producto de la manera más fiel posible y sin distracciones.
Disfrutar de una carne calidad a la brasa o pescados salvajes y mariscos cocinados al fuego en Zaragoza es posible gracias a la propuesta de Saucco. Chuletones (de diferentes procedencias y alimentación), steak tartar de vaca gallega o lomo bajo de vaca gallega a la brasa son algunas de las opciones con las que disfrutar de la carne; aunque si eres más de pescado, su merluza de pincho albardada envuelta en panceta curada y ahumada, cocinada a la brasa o sus pescados salvajes procedentes directamente del Cantábrico (rodaballo, lubina…) no se quedan atrás.
Y el gran secreto, además de saber tratar el producto a la perfección, es su parrilla argentina con brasa de madera de encina. Unas poleas les permiten dominar en todo momento la altura y temperatura del cocinado sobre el fuego para poder conseguir caramelizar sus proteínas de una forma totalmente controlada.
Además de sus carnes y pescados a la brasa, también se puede disfrutar de entrantes como sus chipirones rellenos de longaniza de Graus trufada y cebolla roja caramelizada, albarados en panceta de bellota, cocinados a la brasa y terminados con refrito, salsa tinta y mayonesa de jalapeños o novedades como su pata de pulpo gallego a la brasa con parmentier de patata violeta, mayonesa de jalapeños ahumados y teja de tinta o sus kokotxas de bacalao a la brasa acabadas con refrito de ajo, guindilla y vinagre de sidra. Mención especial merecen también sus arroces: de magret y foie; de chuletón a la brasa; o negro con zamburiñas y chipirones… Y para poner el broche de oro, cuentan con postres de lo más elaborados como su pastel de manzana en base de masa quebrada, crema pastelera infusionada y caramelo de avellanas con salsa de toffee a la canela y helado de caramelo a la sal, pero la joya de la corona es su tarta de queso cremosa con culis de frutos del bosque casero y helado de praliné de avellanas, posicionándose ya como una de las más reconocidas de Zaragoza.
Pero si eres más de menú, también disponen de tres tipos en el servicio de comidas: un menú completo por 24,50€ entre semana o 29,50€ en fin de semana; medio menú, por 20€ (23€ el fin de semana), o un menú degustación, por 47€, con el que podrás disfrutar de dos entrantes a elección de cocina, un pescado, una carne y un postre del menú del día.
Para que todo salga sobre ruedas, Saucco cuenta con un equipo de seis profesionales liderado por Álex García en la cocina y Dani Pérez en sala. Dos viejos amigos, que curiosamente nacieron el mismo día, un 22 de julio de 1993, en el mismo hospital, y que estudiaron juntos en El Carmelo. Años después, cada uno por su cuenta, recorrieron algunos de los más prestigiosos restaurantes del País Vasco y Francia y coincidieron en el destacado estrella Michelin Martín Berasategui, para finalmente acabar siendo socios en su regreso a la capital aragonesa. Y así nació Saucco Restaurante.
La esencia vascofrancesa no solo se refleja en la cocina de Saucco, sino también en la decoración de la sala. Sus paredes nos sumergen en el ambiente perfecto para disfrutar a través del paladar. Ira Torres fue la encargada de crear un mural marino sobre hormigón descubierto a mano alzada que esconde pequeños detalles como corales o mantas rayas.
