Morlanne, situado a 40 minutos en coche desde Pau, cuenta con una rica historia y un entorno natural encantador coronado por su espectacular castillo
Durante nuestra última visita a Pau, hicimos un recorrido por sus pueblos más cercanos. Una oportunidad para visitar en el día lugares con mucho encanto y a los que se puede llegar fácilmente. Uno de esos casos es el de Morlanne, que se encuentra a unos 40 minutos en coche desde Pau.
Morlanne es un pintoresco pueblo medieval, conocido por su rica historia y su entorno natural encantador. Este pueblo francés ofrece una combinación única de arquitectura medieval y paisajes verdes. Entre sus atractivos destacan una antigua iglesia gótica, calles empedradas y casas tradicionales de entramado de madera. Morlanne es un destino ideal para quienes buscan disfrutar de la tranquilidad rural francesa y explorar la cultura local cerca de Pau. ¡Digno de cuento de hadas!
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Castillo de Morlanne
Sin duda, la joya de la corona de este lugar es el castillo de Morlanne, una impresionante fortaleza medieval construida en el siglo XIV que se diseñó como lugar de defensa para conflictos bélicos. El castillo destaca por sus robustas murallas de piedra y su imponente torre del homenaje. Con el paso de los siglos, el castillo ha sido restaurado y conserva gran parte de su estructura original, ofreciendo a los visitantes una fascinante visión de la arquitectura y la vida medieval.
Nosotros hicimos la visita guiada al castillo de Morlanne, la cual es posible escucharla en castellano, en la que te muestran cómo fueron las habitaciones con algunos muebles y cuadros, así como la historia de quienes lo restauraron. Rodeado de jardines bien cuidados, el Castillo de Morlanne es un importante sitio histórico y un atractivo turístico de la región que abre en horario de 10:00 a 12:30 y de 14:00 a 18:30 horas.
Dónde comer
Para continuar descubriendo la zona, decidimos pasear por el pueblo y hacer una parada muy necesaria: conocer la gastronomía local. ¡Y nos quedamos gratamente sorprendidos! Fuimos a Le Lutrin Gourmand, un restaurante muy hogareño a muy buen precio y donde destacaba la amabilidad de sus dueños.
Además, la gran curiosidad es que abría hasta las 16:00 horas para poder comer a hora española. Nosotros nos decantamos por una deliciosa polenta y pato a la brasa, acompañado de una copa de vino jurançon.
Casa Beroya
Tras la comida y antes de regresar a Pau, decidimos acercarnos a Casa Beroya, una espectacular tienda de decoración con artículos vintage. Pudimos sumergirnos todavía más en la cultura, la historia y la vida del pueblo gracias a su dueña, una antigua periodista de decoración de París.
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