Artículo: Equipo de Diario de una RRPP
Un aplauso largo y lento para aquellos que hoy celebran el día del trabajo, trabajando.
Hoy, Dia internacional del Trabajo, muchos camareros y maitres lo celebran a la japonesa, es decir, trabajando. Por ello, queremos rendirles un homenaje desde aquí y que sepan que les adoramos y que son tan importantes en este pais que si un día hicieran huelga todos a la vez, España se hundiría.
Va por vosotros, lo que realmente nos hacéis volver a vuestro local una y otra vez.
Revistas especializadas en gastronomía o en estilo de vida, diarios generalistas, programas de televisión pública o privada o por cable, webs gastronómicas, etc. están continuamente ensalzando, desde hace más de dos décadas, la figura de los chefs de los grandes restaurantes a nivel internacional. Ahora bien, ¿se ha preguntado alguien qué sería de su reputación sin un buen camarer@ o maitre detrás que supiera cómo venderle al cliente las elaboraciones más o menos sofisticadas del cocinero?
Examinemos su trascendencia, por puntos:
- Pues no es lo mismo que te pongan una concha de erizo con sus huevas, espuma de mejillón, ceviche y caviar en un plato precioso y te lo dejen sobre la mesa sin más explicación, a que el camarero/maitre te garantice que está delicioso porque lo ha probado y, cuando te lo trae, te detalle que la concha es de pan de arroz y se come todo de un bocado para mezclar todos los sabores en el paladar y sacarle todo el jugo a mar. Para ello, the f**king amo es Jesús Solanas, maitre de Absinthium con el que vives una experiencia desde que te sirven el plato hasta que entra por tu boca.
- Tampoco es lo mismo que el camarero/a entienda de vinos y te aconseje cuál es el que mejor marida de toda la carta enológica con determinado arroz o con el ternasco o la vianda que elijas. Se agradece infinitamente la existencia y sabiduría de esos profesionales bien formados que te ensalzan los sabores con la bebida y se saben todas las Denominaciones de Origen y uvas más acertadas y sus combinaciones, como suelen hacer Jesús Miguel y su equipo en El Palomeque. Ya es la releche cuando llega a la barra y recuerda el vino que te enamoró en tu ultima visita y te lo ofrecen a la primera. ¿Cuánto vale esto? Os lo aseguro, es impagable.
- La complicidad es otro parámetro fundamental de los buenos profesionales de la hostelería. Entrar por la puerta y recibir más que un saludo y una sonrisa de bienvenida, un abrazo, como hacen Mariol, Jess, David y Cristian en La Ternasca o Jesús de Ragtime que te llamen por tu nombre como si fueras de la familia, que te busquen el mejor sitio, como si estuvieras en tu casa; que recuerden tu bebida preferida y todo ello es un lujo que te hace sentir especial… y volver a tus bares y restaurantes fetiche.
- Esos detalles tontos y baratos para con los clientes también se valoran: los frutos secos con la consumición, el vaso de agua por defecto con el café, la copa de cava mientras esperas tu mesa reservada, la tapita con la cañita en la barra, el cargador del móvil siempre a mano, la temperatura adecuada para cada bebida, la mirada de tanto en tanto por si falta algo… Os queremos, compañeros indispensables de los bares, especialmente a Vanessa, de La Bocca, siempre al pie del cañón que su buenos días es además una eterna gran sonrisa.
- La discreción de los sarcófagos. Cuántas veces acabamos en estados lamentables en los que nos daría vergüenza que nos viera nuestra madre. Sin embargo, ese camarero (en el caso de Luis Vicente, el de El Escondite, copropietario) es de total confianza, te ha visto reptar, pasarte de rosca, hablar demasiado, tonterías incluidas; liarte la manta a la cabeza, besarte con desconocidos e incluso íntimos… Y siempre ha sido como una tumba guardando secretos, jamás te ha reprochado ni recordado nada al día siguiente (no existe tal cosa para los buenos camareros), ni nadie ha sabido de tus andanzas y miserias por su boca.
- Por no hablar del amigo-psicólogo. Te vas sol@, con tus penas a cuestas, arrastrando la tristeza para ahogarla en un vaso o una botella. Y ahí está esa oreja, haciéndote compañía, aconsejándote mejor que tu más íntima amiga, escuchando sin juzgar, sirviendo sin mirarte mal por refugiarte en el alcohol y la oscuridad… Incluso te fía si te bebes el monedero entero y no aciertas con el pin de la tarjeta de crédito, como Pietro Ruiz, antes camarero y ahora socio de L’albada tabierna.
La creatividad y flexibilidad son un don. Los camareros pacientes que aceptan tus manías con diplomacia, que se esmeran por satisfacer tus gustos y peticiones más extravagantes, que vuelan para traerte la sal Maldon antes de que se enfríe el chuletón, que no nos escupen a los tiquismiquis sino que se desviven por dar un servicio de lujo a los sibaritas. Esta raza, que por suerte, está en plena expansión, con la nueva hornada de profesionales, es fácil reconocerla en el responsable de Mario López de Verdechulo.
- Los barman que se forman continuamente, que investigan, que aprenden de los maestros, de los expertos, que aspiran a ascender por méritos propios en la empresa como Marcos de Coco y Bibi. De esta raza surgen los que deciden montar su propio restaurante, como la pareja propietaria de la gastrotaberna Kanalla, una delicia o el incombustible Borja del Moonlight Expermiental
- Los que llevan el arte en la sangre. Personas detrás de la barra que incluyen a la larga lista mencionada antes, un rato de risas y espectaculo que harán que recuerden tu visita entre risas y anécdotas: ya sabéis de quien hablamos: Sergio de Mesón Martín, Manolico de La Lobera o Cristian Georgita del 22.2 Gradi (¿a qué estais sonriendo mientras leeis sus nombres?)
Así que solo nos queda decir, en nombre de este colectivo, Gracias por su visita.Artículo:
Equipo de Diario de una RRPP
Fotografía: Alicia Llamas – Angel Pascual – Come Come Zaragoza – Internet