La segunda fase de la reforma de avenida Cataluña cuenta con una inversión de 1,1 millones de euros para crear una nueva rotonda bajo el puente del ferrocarril
La alcaldesa de Zaragoza, Natalia Chueca, ha destacado el avance transformador de la ciudad a través del impulso de diferentes proyectos estratégicos. Entre ellos destaca la segunda fase de la avenida Cataluña, cuyas obras comienzan este jueves con los trabajos previos y señalización.
El objetivo es crear una nueva rotonda bajo el puente del ferrocarril para facilitar los giros y la movilidad de todo el entorno. Esta actuación va a suponer una inversión de 1,1 millones de euros y se suma a los 4,4 millones que supuso la primera fase de la reforma inaugurada en febrero.
La complejidad de esta nueva obra radica en que el puente da soporte a dos líneas de tren (la de alta velocidad y la del ferrocarril convencional) y su estructura no puede verse afectada, lo que ha condicionado el diseño en superficie y la renovación de las conducciones de gran tamaño que discurren bajo la calzada.
Con un plazo de ejecución de 9 meses, la obra permitirá crear un rotonda partida con una mediana de separación de dos metros y un carril bici en ambos lados de circulación para garantizar la continuidad ciclista. También se han querido integrar algunos elementos verdes dentro de lo que permite la zona, incorporando un par de árboles en la esquina sureste y dando continuidad a los jardines.
Se van a renovar, además, las redes de abastecimiento, alcantarillado y alumbrado público. Se eliminará, por ejemplo, la vieja tubería de agua de hormigón armado de medio metro de diámetro que discurre bajo el puente y se sustituirá por otra de fundición dúctil. También se demolerá el pozo de registro que ahora sobresale de la acera, completando la actuación que se ejecutó en la primera fase para desviar la acequia que discurre por la calle Veintitrés de Abril.
Primera fase
La primera fase de la reforma de avenida Cataluña finalizó en febrero tras invertir 4,4 millones de euros. El resultado es una vía de aceras anchas, carril bici y zonas verdes. Los trabajos, que tenían una duración de 14 meses, finalizaron un mes antes de lo previsto.
El resultado de este primer gran tramo, que supuso la transformación de medio kilómetro del vial, es una calle con dos carriles de circulación por sentido, con carril bici segregado y 17 zonas ajardinadas con bancos en las que se plantaron hasta 76 árboles y otro tipo de vegetación. Además, se amplió el espacio peatonal creando aceras de entre 10 y 12 metros de ancho totalmente accesibles, así como dos zonas de seguridad vial que distancian el carril bici y la zona de aparcamiento.
Por su parte, se añadió alumbrado led de bajo consumo con luminarias específicamente dirigidas hacia las aceras para mejorar la seguridad. También se renovaron todas las infraestructuras subterráneas relacionadas con el Ciclo Integral del Agua. Por tanto, se cambió toda la red de saneamiento, se instaló un contador de grandes caudales y se mejoraron las tuberías de abastecimiento de agua.
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