Aragón comienza una campaña de promoción turística en Chile para dar a conocer nuestros atractivos culturales, gastronómicos o naturales
Texto de Armando Cerra
Tras las fechas veraniegas, Aragón retoma su gira de promoción turística por Latinoamérica. En la primavera se dieron a conocer los atractivos de las tres provincias en México y Colombia, y la campaña en esos países hermanos se ha prolongado en el tiempo, ya que puedo asegurar que da un tremendo subidón estar en la sala de espera del aeropuerto El Dorado de Bogotá y ver en las pantallas gigantes un vídeo invitando a los viajeros a conocer nuestra tierra.
Ahora ha llegado el turno de contar las bondades de Aragón en varios países de la parte sur del continente. El primero de ellos va a ser Chile. En concreto, las ciudades de Viña del Mar, Valparaíso y Santiago de Chile van a ser testigos de las mil y una razones por las que cruzar el charco y viajar a Aragón.
Y al mismo tiempo, tanto ellos como nosotros podemos descubrir que tenemos muchas más cosas en común de las que suponemos, pese a los más de 11.000 kilómetros de distancia que nos separan.
Por ejemplo, si en Aragón tenemos la cordillera de los Pirineos como frontera y como nexo de unión con nuestros vecinos franceses, en Chile les ocurre algo similar, aunque multiplicado en superficie y en altura con los imponentes Andes que comparten con la República de Argentina.
Por otra parte, las tierras chilenas son extraordinariamente fértiles, y tanto la presencia de las montañas andinas como las aguas del océano Pacífico, convierten al país en una larguísima franja aislada y tremendamente fecunda en cultivos. Lo cual también tiene su similitud con la riqueza agrícola que supone para nosotros la ribera del Ebro. De hecho, se puede comprobar que en Chile hay una gran producción de cereales como el trigo y el maíz, al igual que en los campos aragoneses. O abundan las fincas de frutales, con un especial protagonismo de los duraznos que vendrían a ser como nuestros melocotones (si son con la D.O.P. de Calanda mucho mejor). O, ¿sabíais que también se cultivan ahí cebollas dulces? Además por alguna empresa. Lo cual inmediatamente nos trae a la mente y al paladar la Cebolla de Fuentes de Ebro DOP.
Y para acabar con los parecidos entre los cultivos de Chile y de Aragón, nos queda la joya de la corona: la vid. En ambos territorios las viñas dominan hectáreas y hectáreas de paisaje. Y donde hay uva está claro que hay vino. Tanto que ya sabemos la importancia de este sector en nuestra comunidad autónoma, pero quizás desconozcamos que Chile es uno de los mayores productores de vino del mundo.
La lista de puntos de unión los chilenos y aragoneses es mucho más largo. Por ejemplo, allí se disfrutan de algunos de los mejores cielos del mundo para ver las estrellas del firmamento, algo que también ocurre aquí en enclaves de la provincia de Teruel. Además, la oferta de actividades en la montaña es soberbia, como nos pasa aquí con el territorio de aventura que supone la provincia de Huesca. En definitiva, que los chilenos van a comprobar que si viajan hasta aquí por momentos pueden sentirse como en casa.
Algo parecido nos puede pasar a nosotros si nos subimos a un avión y volamos a Chile. ¿Qué nos espera ahí? Os vamos a hacer un brevísimo resumen de sus encantos, porque lo cierto es que es un país que tiene cientos de lugares y secretos fascinantes.
Comencemos por las tres ciudades que visita la comitiva aragonesa. Cada una de las tres con encantos maravillosos. Si Viña del Mar posee algunas de las mejores playas del país y unos jardines extraordinarios, en el caso de Valparaíso estamos hablando del principal puerto de Chile y está catalogada como Patrimonio de la Humanidad. Y, ¿qué decir de la capital, Santiago de Chile? Simplemente que es una de las urbes más dinámicas y divertidas de esta zona del mundo. Además de que será vuestra vía de entrada.
A partir de ahí, se pueden descubrir territorios tan inhóspitos como el Desierto de Atacama al norte, dominado por la aridez y la sal. O Tierra de Fuego, al sur, una isla que más bien debería llamarse de hielo. Si bien, si se busca hielo también se pueden visitar los glaciares del Parque Nacional Torres del Paine, uno de los paisajes montañosos más sugerentes de todo el planeta.
Y con un aspecto radicalmente distinto también es más que recomendable acercarse a Valdivia, considerada una de las ciudades más bellas de Chile. Pero los que busquen un lugar único en el que no pararán de echar fotos, entonces deben acudir a la región de Aysén. Ahí está el santuario de la naturaleza Catedral de Mármol, algo excepcional labrado por el mar y la meteorología durante milenios.
El listado de los lugares a visitar en Chile es larguísimo: los palafitos de las islas de Chiloé, las olas surferas de Punta de Lobos, la cultura mapuche a orillas del lago Budi o los Nevados de Sollpulli en los Andes. No obstante, si te consideras un aventurero de los de verdad, aquí va el lugar más recóndito de Chile: la isla de Pascua perdida en el Pacífico Sur.
Seguro que te está apeteciendo subirte a un avión y viajar hasta Chile. Como seguro que a los chilenos les apetecerá viajar a Aragón tras conocer todo lo que les podemos ofrecer.
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