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Dinópolis, un viaje hacia el pasado que no dejará indiferente a nadie

Dinópolis es una oportunidad perfecta para conocer a los habitantes de nuestra tierra cientos de años atrás

La provincia de Teruel nos ofrece siete subsedes que permitirán a personas de todas las edades conocer la vida de los dinosaurios

Texto de Armando Cerra – Imágenes de Dinópolis

¿Quién no ha oído hablar de Dinópolis? Aquí en Enjoy Zaragoza os hemos hablado de esta experiencia turística y cultural muchas veces. Y lo hemos hecho mencionando no solo su sede central en Teruel, también las subsedes repartidas por otros enclaves de la provincia turolense como Galve, Peñarroya de Tastavins, Rubielos de Mora, Castellote, Albarracín, Riodeva o Ariño.

Todas juntas son la mejor oportunidad posible de hacer un viaje millones de años atrás para conocer como era Aragón en tiempos tan remotos. Y sobre todo para conocer a sus primeros habitantes, los dinosaurios, tan enigmáticos como fascinantes.

En cuanto a la sede central en la ciudad de Teruel, es la gran joya de la corona, con su singular mezcla de parque temático, museo y espacio educativo. Un montaje excepcional y que es merecedor de una larga descripción con todas sus propuestas de diversión y aprendizaje. Así que próximamente dedicaremos un post íntegramente a Dinópolis Teruel.

Pero hoy vamos a ir saltando de uno a otro por los otros emplazamientos que integran el Territorio Dinópolis. ¡Comenzamos!

Legendark en Galve

Galve fue uno de los primeros lugares de Aragón y de Teruel que se vincularon con el mundo de la paleontología y de los dinosaurios. ¿Por qué? Muy sencillo, aquí tuvo lugar un hallazgo fabuloso. Los restos de un animal que alcanzaba las 20 toneladas de peso y los 18 metros de longitud, y que vivió por estas tierras hace 125 millones de años. Aquellos restos sirvieron para definir al Aragosaurus, el primer dinosaurio que se definió en España. Este animal excepcional es el gran protagonista de Legendark en Galve, pero no el único. También aquí conoceréis a otros dos dinos que vivieron por estos parajes, el Iguanodon y el Hypsilophodon.

Inhóspitak en Peñarroya de Tastavins

Ahora nos vamos hasta la sede que Dinópolis tiene en la Comarca del Matarraña, concretamente en la preciosa población de Peñarroya de Tastavins, donde está el atractivo centro denominado Inhóspitak. Este es lugar donde conocer otro dinosaurio local, el Tastavinsaurus sanzi, habitante del Matarraña hace un centenar de millones de años. Y también es un sitio estupendo para saber cómo trabajan los paleontólogos y como son capaces de sacar los huesos de estos gigantes de las entrañas del subsuelo.

Región Ambarina en Rubielos de Mora

¿Sabías que en la zona de Rubielos de Mora, en plena Sierra de Gúdar – Javalambre hubo un lago y que se fosilizó? Un espacio idóneo para que los estudiosos de los primeros pobladores hayan encontrado no solo restos de portentosos dinosaurios. También gracias a ese hallazgo también se han descubierto los vestigios de seres mucho más delicados. Por ejemplo, insectos que quedaron atrapados en la resina de los árboles, o incluso plantas ya extintas. ¡No os lo perdáis, porque os dejará boquiabiertos!

Bosque Pétreo de Castellote

El valor paleontológico de Teruel a nivel mundial es sencillamente alucinante. La parte más espectacular son los huesos hallados de los grandes dinosaurios que habitaron el planeta Tierra hasta que algún cataclismo global acabó con ellos. Pero hay mucho más que descubrir y un buen ejemplo es el Bosque Pétreo que Dinópolis expone en Castellote. Un paseo por una exposición y unos audiovisuales que nos trasladan a un bosque carbonífero con más de 100 millones de años.

Mar Nummus en Albarracín

Y del bosque al mar, a dejar inundarnos por las aguas que ocupaban lo que hoy parte de la provincia de Teruel.  Muchísimo antes de que se construyera el hermoso pueblo de Albarracín e incluso muchísimo, pero muchísimo antes, que los hombres prehistóricos realizaran sus pinturas rupestres que hoy forman parte del Parque Cultural de la Sierra de Albarracín, unos 150 millones de años antes, esto era un mar. Y de ello se da cuenta en esta sede de Dinópolis que nos muestra los fósiles de cocodrilos y seres marinos que aquí vivieron.

Titania en Riodeva

En Riodeva apareció ni más ni menos que el dinosaurio más grande que se ha hallado en el continente europeo. Es el Turiasaurus riodevensis. Solo se ha podido excavar menos de la mitad de su esqueleto. Pero con ello se puede deducir que era un animal que alcanzaba los 30 metros de longitud y tal vez pesó hasta 40 toneladas. En Titania de Riodeva se expone un réplica a tamaño natural de este gigante que campaba a sus anchas por la región hace la friolera de 150 millones de años.

Valcaria en Ariño

Y el último de los centros satélites que tiene la Fundación Dinópolis se encuentra en Ariño, población donde por cierto también está el interesante Centro de Interpretación del Arte Rupestre del Parque Cultural del Río Martín. Es decir, que estamos hablado de un territorio con una larguísima historia, y en lo referente a la paleontología eso viene refrendado por la exposición de Valcaria donde se muestran los interesantes hallazgos que se han hecho sobre la vegetación y la fauna de hace 111 millones de años.

¿Qué os parece? Este recorrido por Teruel y los distintos espacios de Dinópolis da para varias excursiones, todas ellas más que recomendables para todo el mundo. Da igual la edad que se tenga, porque los dinosaurios y todo su universo desaparecido siempre son deslumbrantes.

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