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El pueblo favorito de los franceses está a poco más de 4 horas en coche desde Zaragoza

Collioure

El programa de televisión Le Village préféré des Français determinó que el pueblo favorito de los franceses era Collioure

Hace menos de dos años, los trenes desde Zaragoza a Francia abrieron una nueva vía de turismo para aquellos que querían conocer nuestro país vecino. Desde entonces, os hemos mostrado auténticos planazos como el mejor buffet del mundo, la espectacular fábrica de chocolates Lindt o el vertiginoso Tren de Artouste.

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Pero hoy queremos hacer una visita a un rincón que alberga tesoros marítimos y arquitectónicos diferentes. De hecho, el programa de televisión Le Village préféré des Français lo catalogó hace un año como el pueblo favorito de los franceses. Nos referimos a Collioure.

A poco más de cuatro horas en coche desde Zaragoza, Collioure se ha consagrado como un paraíso de los Pirineos orientales. Y es que cuenta con rincones que invitan a perderse, ideales para tu próxima escapada.

Qué ver

Caminar por Collioure es sumergirse en una historia que se revela en cada rincón de sus calles peatonales llenas de casas de colores y balcones floridos. Las torres, murallas y fortalezas que salpican el casco antiguo permiten sentir el eco de su pasado romano y medieval, desde la huella de Luis XIV hasta la presencia del Castillo Real. Pasear entre estos vestigios, observar los detalles arquitectónicos y perderse en el antiguo recinto amurallado convierten a Collioure en un lugar donde cada piedra cuenta una historia que trasciende fronteras y épocas.

Junto al mar, el puerto deportivo se presenta como el corazón vibrante de la ciudad, mientras pequeñas calas, playas y acantilados se funden con las aguas turquesas y las rocas de los Pirineos.

Frente a este paisaje costero se alza la iglesia de Santa Maria, cuya silueta con su campanario faro define la postal clásica de Collioure; su interior guarda un impresionante retablo barroco de Josep Sunyer que contrasta con la sobriedad de su fachada. Para cerrar el recorrido, nada mejor que visitar el Museo de Arte Moderno y seguir el camino del fauvismo por sus calles, descubriendo por qué Collioure se convirtió en la musa de Matisse y Derain, dejando al viajero con la sensación de haber caminado dentro de un cuadro de luz y color.

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