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Vámonos de excursión por el Cañón de Añisclo

Nos calzamos las botas de montaña y echamos a la mochila la crema solar, una gorra, un bocata, algún fruto seco y agua. ¡Ah, y un chubasquero, no nos vaya a sorprender la lluvia, que  en el monte nunca se sabe!

Además que todo el mundo lleve ropa cómoda y batería en el móvil para dejar constancia de su paso por una de las excursiones senderistas más chulas y  espectaculares que podéis hacer. Se trata de recorrer el Cañón de Añisclo.

Texto de Armando Cerra 

Añisclo forma parte del Parque Nacional de Ordesa, pero para llegar hasta allí olvidaros de ir hasta Torla y acceder al parque por su espectacular entrada principal. Para hacer esta ruta  senderista tenéis que tomar otro camino. Deberéis llegar hasta Aínsa y allí tomar la carretera  con dirección a Bielsa. Pero mucho antes de llegar allí os encontraréis con el núcleo de Escalona y una gran rotonda en la carretera. No tiene pérdida ya que Añisclo está perfectamente indicado. Así que deberéis tomar la salida de la izquierda. Y tras atravesar Escalona, la siguiente población que os espera es Puyarruego, la cual de alguna forma es el final del cañón de Añisclo, o en nuestro caso el principio ya que vamos a remontarlo.

Por cierto muy pronto vais a comprender porque ese paraje se llama cañón y es que poco a poco el paraje se vuelve más angosto y estrecho. Y por supuesto también lo hace la carretera. Tanto es así que desde el punto de Fuente de los Baños, la carretera es de sentido único. Solo puedes subir por ella. Es una efectiva medida de seguridad, ya que si no fuera así los embotellamientos y accidentes serían constantes, con la amenaza medioambiental que esto  también supone para unos espacios naturales tan excepcionales como estos. La carretera no tarda nada en adentrarse en el intimidante desfiladero de las Cambras. Quien conduzca nada de distraerse con las vistas, ni de pararse donde no debe. Solo pendiente de la carretera, mientras que el resto de viajeros que gocen del panorama. De este modo se hace muy corto el trayecto hasta el conocido como aparcamiento de San Úrbez. Es el momento de apagar el motor y comenzar a caminar.

QUÉ VER EN ARAGÓN

  

La señalización del parque os indicará varias rutas y tan solo es importante conocer vuestra forma física y la edad del grupo para decidir qué camino hacer. Por ejemplo si vais con niños  pequeños y no estáis preparados para grandes caminatas, no os preocupéis porque podéis dar  un paseo de más o menos una hora que colmara todas vuestras ganas de aventura montañera. Vuestro referente va a ser el citado San Úrbez, un legendario pastor que se convirtió en eremita y acabó santificado. Su nombre lo encontraréis en una singular ermita rupestre que aparece en el camino. Y también recuerda a ese santo el Puente de San Úrbez, una maravilla de la ingeniería medieval en piedra que se eleva muchos metros sobre las aguas del río Bellós.

Ese río es el gran escultor de estos parajes. Sus aguas descienden desde un circo glaciar en el macizo del Monte Perdido. Y a partir de ahí bajan con una fuerza descomunal. Tanto que durante milenios se han abierto camino entre las rocas calizas hasta crear el cañón de Añisclo. En el cual os aguardan un sinfín de cascadas y saltos de agua, desde la parte más alta hasta Puyarruego, tal y como ya habréis visto durante el desplazamiento por carretera. No obstante, uno de los puntos más alucinantes es el que os aguarda en estas inmediaciones de San Úrbez y el cercano Molino de Aso, un poco más arriba. Allí veréis un salto de agua  precioso, el cual puede ser el final del camino para los excursionistas menos preparados y expertos. Aunque si el cuerpo os pide más esfuerzo, no os preocupéis porque Añisclo tiene mucho que ofrecer. Por ejemplo podéis seguir las indicaciones hasta Sercué y descubrir un pueblo abandonado en la alta montaña. Os costará unas cuatro horas hacer toda esta ruta circular, pero merece la pena el recorrido y la contemplación de un templo románico dejado de la mano de Dios.

O si lo preferís también es posible emprender el remonte del río Bellós hasta alcanzar en unas 4 horas el paraje de La Ripereta con unas vistas impresionantes del Cañón. Y si te ha sabido a poco aún se puede seguir otro par de horas hasta Fuen Blanca y su vistosa cascada. Eso sí, calculad que luego hay que regresar a pie por el mismo camino.

En cambio lo que no podréis hacer es deshacer el camino por carretera. Ya os hemos comentado que solo es de ascenso. Así que cuando volváis al coche tenéis dos opciones. O bien podéis seguir subiendo hasta llegar a Fanlo para luego descender a Sarvise cambiando de valle y llegando al río Ara. O bien existe la opción de seguir hasta Buerba y allí tomar otra vía de regreso a Escalona.

Esa opción es muy interesante, sobre todo si lleváis traje de baño, ya que después de la caminata tendréis la ocasión de por fin daros un chapuzón en el río Bellós a la altura de Puyarruego, donde hay numerosas pozas en las que es posible el baño. Algo que por cierto no  se puede hacer en el Parque Nacional de Ordesa. El motivo es su conservación, algo en lo que todos nos debemos involucrar cumpliendo con las recomendaciones. ¡No hace falta incumplir  con la normativa ni dañarlo para disfrutar de este fantástico rincón del Pirineo!

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Fotos: Turismo de Aragón 

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