La vuelta de las pinturas de Goya se produce 85 años después de su destrucción durante la Guerra Civil
La Diputación de Zaragoza ha reconstruido el mural del altar de las reliquias, la primera obra conocida de Goya, y lo ha instalado en el mismo lugar que ocupó en la antigua parroquia. La réplica se ha realizado gracias a una reintegración de color realizada mediante un sofisticado programa informático a partir de fotos antiguas en blanco y negro.
El resultado de ese proceso de recuperación inédito puede verse en el palacio de Sástago dentro de la exposición ‘El joven Goya y las pinturas de Fuendetodos’, una muestra que ya ha superado las 47.000 visitas. No obstante, la Diputación de Zaragoza, a través del Consorcio Cultural Goya-Fuendetodos, ha querido ir más allá de la reconstrucción virtual del mural y han creado una réplica física del altar de las reliquias que que también se destruyó por completo en 1936.
La reconstrucción de las pinturas perdidas de Goya se ha presentado esta mañana en un acto con el que la Diputación de Zaragoza ha culminado la conmemoración del 275 aniversario del nacimiento del genio.
LAS PINTURAS
Goya realizó un conjunto de más de 5 metros de altura y alrededor de 24 metros cuadrados de pintura plasmado con dos técnicas diferentes: temple sobre muro y óleo sobre madera. Este gran mural es su primera obra conocida y formaba parte del altar de las reliquias, un gran armario de madera situado en el crucero sur.
La principal escena representada en esas pinturas era la ‘Venida de la Virgen del Pilar a Zaragoza y su aparición al apóstol Santiago y los convertidos’. Contenía también una serie de relicarios, bustos e imágenes entre los que destacaba el de San Bartolomé, patrón del pueblo. En el reverso de las puertas, Goya pintó a la ‘Virgen del Carmen con el Niño’ (en la hoja izquierda) y a ‘San Francisco de Paula’ ( en la hoja derecha).
Completaba el conjunto un trampantojo al temple que mostraba un cortinaje abierto por sendos ángeles para mostrar el milagro de la venida. Este tipo de cortinaje se remonta a la Edad Media pero Rafael y los pintores italianos del renacimiento lo pusieron de nuevo de moda extendiéndose por todo el arte barroco.
El genio de Fuendetodos interpretó en la escena mariana las obras anteriores de su maestro José Luzán así como otros elementos estilísticos de su pintura y de la pintura napolitana de una generación anterior.
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