La Ofrenda de Flores de Interpeñas se celebra este sábado 21 de septiembre a las 19:30 horas en la Basílica del Pilar
Este año, el corazón de Zaragoza late con más fuerza que nunca. En medio del bullicio y la alegría que cada octubre inunda la ciudad durante las Fiestas del Pilar, previo a las mismas, un acontecimiento especial marca el calendario: 40 aniversario de la Federación de Asociaciones Culturales y Recreativas Interpeñas Zaragoza. La organización que, desde hace cuatro décadas, ha sido el alma de las fiestas, lleva la esencia de la amistad, el compañerismo y la tradición por las calles zaragozanas.
Para conmemorar este hito, las Peñas de la Federación han decidido rendir un homenaje muy especial: una ofrenda de flores a la Virgen del Pilar, símbolo y guía de la ciudad. Será un acto cargado de emoción, en el que representantes de cada una de las Peñas que la componen, ataviados con sus chalecos y pañuelos, desfilarán juntos hacia la Basílica del Pilar, no solo para rendir respeto a la Virgen, sino para celebrar el espíritu de unidad que ha marcado a Interpeñas estos 40 años.
Este acto es un reflejo de lo que significa ser Peñista: pertenecer a una gran familia que comparte momentos de fiesta, música y alegría, pero también de compromiso con la ciudad y sus tradiciones. Interpeñas ha sido, desde su fundación en 1984, mucho más que una agrupación de Peñas; ha sido el latido que acompaña a Zaragoza cada año, organizando eventos, apoyando iniciativas sociales y, sobre todo, llevando la alegría allá donde va.
En esta ofrenda, cada flor simboliza un año, un recuerdo, una historia compartida. Hay generaciones que han crecido bajo la bandera de Interpeñas: padres que llevan de la mano a sus hijos, y abuelos que enseñan con orgullo lo que significa ser parte de esta gran hermandad. La ofrenda no solo será un tributo a la Virgen, sino también una promesa de futuro, una forma de decir que las Peñas siguen y seguirán siendo el alma de las Fiestas del Pilar.
Cuando las flores se depositen ante la Virgen, no será solo un gesto de devoción. Será un agradecimiento a la ciudad que les vio nacer, a las tradiciones que mantienen vivas y al futuro, que, sin duda, seguirá viendo a Interpeñas en el corazón de las Fiestas del Pilar. Porque 40 años de historia no son solo un número; son una celebración de la vida compartida y de la fuerza que tiene Zaragoza cuando su gente se une.
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