close

Entramos al IAACC Pablo Serrano, el Instituto Aragonés de Arte y Cultura Contemporáneos Pablo Serrano

El Instituto Aragonés de Arte y Cultura Contemporáneos, popularmente conocido como Museo Pablo Serrano, es un centro dedicado al arte moderno y actual, que tiene por repertorio fundacional un amplio fondo de obras del escultor aragonés Pablo Serrano

Texto: Armando Cerra – Fotos: IAACC Pablo Serrano

La pareja formada por el escultor turolense Pablo Serrano y la pintora alicantina Juana Francés fueron dos creadores muy destacados de los movimientos de vanguardia artística del pasado siglo XX. Su prestigio sobrepasó las fronteras españolas y alcanzaron renombre internacional. Entre ambos conformaron un conjunto de obras de primer nivel. Y por fortuna para nosotros, una parte muy importante de su legado acabó en Zaragoza, en el primer Museo Pablo Serrano situado en el Paseo María Agustín.

La familia legó cientos y cientos de obras de ambos para abrir ese primer museo en Zaragoza, que casualmente se ubicó en un viejo edificio industrial donde había trabajado como maestro carpintero el abuelo de Pablo Serrano. Sin duda aquella nave reconvertida en espacio museístico tenía un encanto afectivo especial con la obra del escultor nacido en Crivillén.

Pero no es menos cierto que con el paso del tiempo el lugar se quedó pequeño, ya que la creación de Instituto Aragonés de Arte y Cultura Contemporáneos que gestionaba ese espacio, también supuso que poco a poco se aumentarán el número de obras de la colección. Desde finales del pasado siglo hasta la actualidad el IAACC Pablo Serrano ha recibido donaciones, ha hecho adquisiciones o ha promovido la realización de obra nueva hasta tener en la actualidad unos fondos más que destacables con firmas punteras del arte aragonés, español e internacional.

Así que no hay que extrañarse si en un momento dado se decidió modernizar la sede del IAACC.  Por varios motivos, para acoger unos fondos abundantes, pero también para convertirse en una institución museística del siglo XXI, con una programación de actividades y unos servicios de primer nivel.

Fue entonces cuando José Manuel Pérez Latorre, el mismo arquitecto que había rehabilitado el museo inicial, decidió darle una vuelta de tuerca al inmueble y concebir la colorida y prismática arquitectura que hoy caracteriza al IAACC.

Como cualquier novedad, en principio tuvo sus defensores y sus detractores, pero lo que es obvio es que una vez que ha pasado el tiempo esa fachada está perfectamente integrada en el paisaje urbano del Paseo María Agustín. A medio camino y sin desentonar de dos obras más antiguas y bien distintas, como son la Puerta del Carmen y la Plaza de la Misericordia, de la primera ya os hemos hablado por aquí, y de la segunda algún día de estos lo haremos.

Pero de momento volvamos al IAACC, y más allá del envoltorio del aspecto contemporáneo y actual (no podía ser de otro modo), descubramos su distribución interna, la obra artística que acoge y la intensa dinámica cultural que desde aquí se lleva a cabo.

La remodelación supuso cambiar el espacio donde mostrar la obra del gran protagonista: Pablo Serrano. Ahora sus esculturas de bronce, metal o piedra se distribuyen en dos alturas y se bañan con la luz de la principal cristalera de la fachada. Eso proporciona una atmósfera especial para disfrutar de este artista único, capaz de aunar en su obra lo figurativo y lo abstracto, siempre preocupado por la representación humana, pero también por plasmar su concepto del espacio. Un grande de la escultura española del siglo XX.

Por eso se merece la exposición permanente de su obra. Pero en el IAACC hay más. Cuando se amplió, entre otras cosas se le dotó de destacadas salas para exposiciones temporales. Ámbitos donde se programan montajes con muchas de las pinturas, esculturas o dibujos que se guardan en almacenes. Ahí están cuadros de artistas aragoneses como Broto, Antonio Saura o Víctor Mira. Pero luego hay otras obras con la rúbrica de Picasso, Miró, Tapies, Andy Warhol, Henry Moore o Dubuffet por citar solo unas poquitas de las joyas artísticas que han llegado hasta el IAACC gracias a donaciones y compras.

Además, el instituto no solo se preocupa por las firmas consagradas. Del mismo modo hace constantes convocatorias y concursos para nuevos talentos, los cuales también aportan sus obras al conjunto. En definitiva, que se ha acumulado una interesante colección que atrae a numerosos estudiosos del arte, que por otra parte también encuentran en el IAACC un espacio adecuado para sus investigaciones.

Todo eso ocurre a un nivel llamémosle “experto”, pero luego están las propuestas para la gran mayoría de nosotros, los ciudadanos no demasiado versados en la materia pero que nos gusta culturizarnos de vez en cuando con el interesante patrimonio que atesora Zaragoza.

Para todos nosotros se programan actividades muy interesantes, como las habituales visitas teatralizadas entre las obras de Pablo Serrano. Además de interesantes charlas o talleres didácticos. Por no hablar de las numerosas excusas que se generan para visitar el lugar. Sin ir más lejos, los conciertos que se hacen con el buen tiempo en la terraza del IAACC.

Y no nos queremos resistir a mencionar la oferta gastronómica que ahí nos espera. Precisamente aquí se encuentra uno de los restaurantes que presume del brillo de 1 Sol Repsol. Hablamos del Restaurante Quema, un sabroso final para esta exquisita visita al IAACC.

También te puede interesar: