El rapero zaragozano Sharif llega a Zaragoza con su gira “Días y Electricidades”, que llega por partida doble los días 14 y 15 de diciembre
Zaragoza es cuna de rap. Entre muchos grandes nombres, Kase.O, Sho Hai, R de Rumba, Rapsusklei o Sharif, el protagonista de hoy, se han encargado de llevar el nombre de la capital aragonesa por los hogares de personas de todo el mundo a través de la música y de los versos.
Sharif comenzó en la escena zaragozana del rap en los años 90 cuando vivir de la música era imposible. Ha formado parte de una generación dorada de raperos cuyos éxitos se han escuchado de generación en generación. Y nunca mueren.
Sumergido en su nuevo disco, la gira “Días y Electricidades” llega este fin de semana, los días 14 y 15 de diciembre, a Las Armas. Una oportunidad única para juzgar con tus propios ojos cómo ha cambiado todo y, a la vez, que todos esos cambios no han cambiado nada. Y lo mejor de todo es que todavía quedan entradas para su concierto del día 15, las cuales se pueden comprar aquí.
Ahora, el rapero zaragozano nos ha dedicado su tiempo una vez más para desgranar al máximo el disco y la gira, contándonos qué podemos esperar de él.
P. Días y Electricidades es un título con fuerza. ¿Qué concepto o historia hay detrás de este nombre para la gira?
Como sabéis, soy un ladronzuelo con alma de escritor. Este título lo encontramos mi chica y yo leyendo Mortal y Rosa, de Paco Umbral, en un párrafo que hacía referencia a su hijo. En él decía algo así como: “En mi hijo convergen el pájaro y el león, los días y las electricidades”, y eso nos encantó. Por cierto el libro de Mortal y Rosa es espectacular, por si alguien no sabe qué leer.
P. A lo largo de tu carrera has explorado temas muy personales en tus letras. ¿Cómo decides qué aspectos de tu vida compartir con tu público y qué mantener en privado?
No hay una reflexión consciente para elegir esos temas. Lo único que hago es utilizar la escritura como espejo y como lámpara. Espejo donde mirarse y tratar de reconocerse todavía, donde aceptar lo que soy y lo que fui, lo que ya nunca más seré. La lámpara es la herramienta con la que me enfrento a mi propia incertidumbre, la manera de entender el mundo en el que vivo y las emociones que siento.
No hay nada más. El resto lo hace el oyente, tendiendo puentes entre su incertidumbre y la mía, entre sus emociones y las mías.
P. Comparando con tus giras anteriores como “ÓRBITAS”, ¿qué evolución personal y artística se refleja en esta nueva etapa?
La gira de ÓRBITAS fue en febrero/marzo de este año. Sin exagerar, fue la mejor gira que he hecho en mi vida por una sencilla razón: aproximadamente éramos unas 15 personas trabajando para que el show fuese un espectáculo. Había técnico de luces y de sonido y, sobre el escenario, seis músicos. Es difícil fallar cuando estás rodeado de gente tan talentosa y tan profesional. Esa fue mi principal revelación, la certeza de que cualquier disciplina artística se ve exponencialmente mejorada cuando la dotas de más elementos.
El rap siempre ha sido un género muy autosuficiente, normalmente un DJ y un rapero en el micro, y poco más. Eso ya para nosotros se quedó pequeño, y en este tour de “DÍAS Y ELECTRICIDADES” ponemos sobre el escenario un piano, dos guitarras, un violín y un corista, además de luces y proyecciones, para vestir lo mejor posible tanto las nuevas canciones como las más antiguas.
P. ¿Qué significa esta gira para tu carrera? ¿Es el inicio de una nueva dirección musical o una celebración de lo logrado hasta ahora?
Me encanta esta pregunta que me hacéis porque seguramente sea las dos cosas: una celebración a lo que nos trajo hasta aquí y, a la vez, la prueba existencial y musical de que todo cambia y de que ese cambio no solo es bueno sino necesario. Os aseguro que este directo, con cuatro almas sobre el escenario, hace vibrar y sentir todo de una manera más profunda y honesta.
P. ¿Hay algún tema del nuevo disco que especialmente quieras interpretar en directo? ¿Por qué?
Hay varios, pero en Zaragoza me hace especial ilusión cantar La rabia en el surco junto a mi hermano Sho Hai, con el que, después de más de 20 años de amistad, hemos hecho un tema juntos, que encima es fuego para los directos. El día 14 y 15 de diciembre lo podréis ver en la sala de Las Armas. Por cierto, solo quedan entradas para el día 15, así que dense prisa si no quieren perdérselo.
P. ¿Cómo gestionas el desgaste físico y emocional que implica estar constantemente de gira y dar lo mejor de ti en cada escenario?
Los que vivimos de lo que amamos no podemos quejarnos por esas menudencias. Tengo amigos que trabajan 8 horas en fábricas grises para llevar un sueldo a casa, para poner comida en la mesa, para tener calefacción en el invierno cruel de Zaragoza.
Hace poco escribí en una canción algo así como esto: “Mi corazón no tiene dueña, ni letra pequeña, vive de lo que escribe y escribe de lo que sueña”. Cuando uno tiene el lujo de hacer una profesión de su pasión, el desgaste físico y emocional son medallas que se llevan con gusto. Aún así, os diré que siempre he hecho deporte y que llevo una buena alimentación, por si sirve de algo.
P. ¿Qué has descubierto sobre ti mismo, como artista y como persona, al preparar esta nueva gira?
Que mi equipo y yo podemos ser mucho más artistas de lo que imaginamos. No tenéis que olvidar de donde viene mi generación y lo poco que se esperaba de nosotros y de este género musical. Esas opiniones ajenas terminaron calando en nosotros y no fue fácil desprenderse de esos prejuicios y telarañas. Nos ha costado mucho tiempo aceptar que nuestro arte puede mirar a los ojos a cualquier otra disciplina artística, pero ya ha llegado el momento.
P. Si pudieras describir Días y Electricidades en tres palabras que capturen su esencia, ¿cuáles serían?
Música, emoción y libertad.
P. ¿Qué le dirías al Sharif de hace diez años si pudiera verte ahora en esta gira?
Que tome clases de canto y de guitarra (risas). Y que, por supuesto, no deje de escribir como siempre lo ha hecho.
También te puede interesar: