El aragonés José Luis Yzuel repasa la situación actual del sector y sus iniciativas, la formación o la importancia de los eventos hosteleros en España
La hostelería es uno de los pilares de la economía no solo de Aragón, sino también de España. Un sector que se vio muy afectado durante y tras la crisis sanitaria, pero que ha logrado resurgir de sus cenizas hasta recuperar cifras prepandemia. A pesar de ello, ha dejado muchos cierres por el camino. Hoy analizamos la situación actual del sector y sus iniciativas, la formación o la importancia de los eventos.
Y no hay mejor conocedor de todo ello que el aragonés José Luis Yzuel, el actual presidente de Hostelería de España desde 2017. Hostelero de cuarta generación, inicia su vinculación con el mundo asociativo en el 2001 al presidir la asociación de Restaurantes de Zaragoza. Además, ha formado parte de la Cámara de Comercio de Zaragoza y de la Confederación de Empresarios de Hostelería y Turismo de Aragón.
P. La hostelería es uno de los pilares del turismo, ¿qué importancia tienen eventos como la Feria Internacional de Turismo o Madrid Fusión para la hostelería española?
La hostelería forma parte de nuestra cultura, de nuestra forma de socializar y de relacionarnos. Es algo que nos diferencia de la oferta de cualquier país competidor en turismo, e indudablemente es uno de nuestros atractivos. En este sentido, los grandes eventos con proyección internacional son un fantástico revulsivo para el sector. En el caso concreto de FITUR y Madrid Fusión se producen en un momento de menor actividad, por lo que ambas ferias suponen un impulso.
P. ¿Qué iniciativas se están desarrollando en el sector?
El sector se caracteriza por su gran capacidad de adaptación, como demostró en la reciente crisis. El cliente es el centro de los negocios de hostelería, que deben evolucionar para adaptarse a las demandas de un cliente cada vez más exigente, conceder de todo el entorno y la competencia, más digitalizado y cada vez más preocupado por la sostenibilidad y el cuidado de la alimentación. Estas son principalmente los ámbitos prioritarios en los que se está trabajando en el sector, junto con la profesionalización de los trabajadores a través de una formación especializada y de calidad.
P. ¿Existe buena formación hostelera en España?
Debemos volver a una dignificación de los oficios y de la formación profesional que, en general, resultan poco atractivos para los más jóvenes. En el caso concreto de la hostelería debemos despertar vocaciones y atraer a jóvenes a este sector. A partir de ahí hay mucho trabajo por hacer. Es necesario hacer programas formativos que realmente se adapten a las necesidades de los puestos de trabajo y a la realidad del sector en la actualidad.
Hay que apostar por la Formación Profesional Dual, que permite una formación teórica y práctica de los alumnos. Es una herramienta fantástica para atraer y, en muchas ocasiones, retener talento. Además, no hay que descuidar a los trabajadores en activo que muchas veces no tienen una titulación que acredite toda su experiencia. Ahí también es clave la Formación Profesional, que facilita talento capacitado a las empresas.
P. Tras un 2022 de recuperación económica tras la pandemia y con una gran subida de precios, ¿cree que 2023 será el año de la mejora económica y la vuelta a la normalidad?
El sector de la hostelería inicia un positivo 2023 continuando con la recuperación iniciada en 2022, con niveles de actividad en el primer trimestre un 20,3% por encima de los mismos meses del año anterior, y un 5,3% más que en 2019, antes de la pandemia. Se refleja así la fortaleza de la confianza del consumidor y su impacto en el consumo.
La Semana Santa ha supuesto el pistoletazo de salida de lo que se espera sea una muy buena campaña de verano, con cifras récord. Estimamos que pueden llegar a estar hasta un 10% por encima de las alcanzadas antes de la pandemia y con cifras de contratación que rozarán los casi 1,9 millones de personas contradas en el sector.
P. ¿Qué balance hace de estos años al frente de los hosteleros españoles?
En general, el balance es muy positivo. Ha habido dos fases muy marcadas: una primera etapa de trabajo de renovación, con un mayor peso de los territorios, un cambio de imagen y de designación, nuevos proyectos… Fue una labor de base dura que afortunadamente hizo que la pandemia nos pillase con los deberes hechos.
En cuanto a la llegada de la crisis sanitaria, se hizo un buen trabajo defendiendo los intereses de un sector que genera el 6,4 del PIB. Desde el punto de vista social la pandemia nos hizo darnos cuenta de la importancia que tienen los bares y restaurantes en el día a día de las personas. En España somos un país de bares. Ha habido momentos muy duros, pero este sector ha sabido resurgir para volver a ser líder a nivel mundial.
P. ¿Cuál es el producto aragonés que no puede faltar en su mesa?
Es difícil quedarse sólo con uno porque la gastronomía aragonesa y los productos de la tierra son excepcionales, pero si tengo que quedarme con uno, me decanto por el Ternasco de Aragón.
