Joaquín Portillo, Director General de Adiego Hermanos, hace un repaso a su extensa trayectoria profesional y analiza la situación del tejido empresarial aragonés
El tejido empresarial aragonés está creciendo a pasos agigantados. Prueba de ello es el buen hacer de las empresas aragonesas y de sus directivos. Uno de estos casos es el de Joaquín Portillo, Director General de Adiego Hermanos, quien nos ha dedicado su tiempo para hacer un repaso a su trayectoria profesional, a los desafíos a los que se ha enfrentado y a todo lo que viene por delante.
Este viernes 28 de marzo a las 13:00 horas, Joaquín Portillo participará en el Vermú de Redacción de Club Cámara de Cámara de Comercio de Zaragoza, en el que hará un repaso a su trayectoria en un ambiente distendido e informal y rodeado de otros empresarios aragoneses. ¡Una oportunidad única para el intercambio de ideas!
P. ¿Quién es Joaquín Portillo y cuál ha sido el secreto para llegar hasta donde estás hoy en día?
Es un ingeniero con una experiencia laboral de 44 años, en los que ha trabajado, ha aprendido y ha sabido rodearse de buenos profesionales. En lo personal, defensor de la familia como base de la sociedad, de la libertad individual como motor del desarrollo de la persona y de la fe cristiana como explicación de nuestra existencia.
P. Adiego Hermanos comenzó en el sector químico industrial y ha diversificado su actividad con el paso del tiempo. ¿Cómo ha sido este proceso de evolución y qué áreas han sido clave en este crecimiento desde que se fundó hace más de 60 años?
Si bien nuestro origen es la distribución de productos químicos, nuestra estrategia de crecimiento ha sido la diversificación. Hemos apostado por el tratamiento e ingeniería del agua, por la gestión de residuos y consultoría medioambiental y por la fabricación y comercialización de productos para la agricultura.
A lo largo del tiempo, como consecuencia de nuestra actividad de distribución de productos químicos, hemos visto la posibilidad de desarrollar otros negocios acordes con nuestro origen. Los comienzos de cada uno de ellos siempre han sido humildes, pero hemos sabido consolidarlos, hacerlos crecer y rentabilizarlos. El factor fundamental del éxito de Adiego Hermanos ha sido el equipo humano, saber rodearnos de profesionales capacitados y conseguir motivarlos y comprometerlos con el proyecto.
Todas las áreas, en mayor o menor medida y con sus diferencias, son claves. Por ejemplo, Producto Químico y Agricultura proporciona el volumen, el “músculo”, la internacionalización de la empresa. En cambio, Medio Ambiente e Ingeniería del agua proporciona innovación, mercados jóvenes y nuevos proyectos, es decir, aseguran el futuro de la empresa.
P. ¿Cuál ha sido el mayor desafío al que se ha enfrentado Adiego Hermanos a lo largo de estas seis décadas?
El cambio generacional del accionariado. Adiego es una empresa familiar, fundada por los hermanos Adiego en 1964. El paso de la primera a la segunda generación no fue fácil porque se crearon tensiones que no facilitaban la buena gestión de la empresa. Por distintas circunstancias, se adelantó el paso a la tercera generación, que entendió perfectamente la importancia de la profesionalización de la empresa, sin connotaciones familiares, confiando plenamente en el equipo directivo actual.
P. Con presencia en más de 30 países. ¿Cómo fue el proceso de internacionalización y qué mercados han sido más estratégicos para la compañía? ¿Qué oportunidades y retos supone operar en mercados tan diversos como Vietnam, Yemen o Costa de Marfil?
Nuestras exportaciones se centran fundamentalmente en la División de Agricultura. Dimos el salto del mercado nacional a otros países por contactos que surgieron inicialmente en el norte de África –Marruecos, Argelia y Egipto–. Fuimos adquiriendo experiencia y ampliando el mercado, llegando a los más de treinta países que atendemos actualmente.
Nuestra estrategia consiste en la búsqueda de un distribuidor que conozca la zona y nos transmita las necesidades de ese mercado. Nosotros nos encargamos de desarrollar el producto, desde la formulación hasta la comercialización, pasando por la realización de ensayos y pruebas técnicas. Tanto la búsqueda y elección del distribuidor como el desarrollo de los productos no son tareas fáciles y requieren, como decía antes, un equipo humano capacitado y comprometido.
P. ¿Cómo está cambiando el ecosistema empresarial en Aragón durante los últimos años?
Me limito a mi experiencia y a mi visión limitada de la economía total de la región. Creo que el sector industrial está en un lento declive desde hace años. El exceso de regulación y las largas y penosas tramitaciones para el desarrollo de nuevos proyectos hacen muy difícil su regeneración. Por otra parte, la buena ubicación, la calidad de vida o los servicios son un atractivo para nuevos sectores y nuevo talento. La logística, tratamiento de datos o generación de energía verde están aportando un crecimiento estratégico importante.
P. ¿Cuáles son los principales retos y oportunidades que ves en el futuro del sector químico industrial?
El sector químico tiene un peso importante en la economía nacional, 6% de la población activa, y en la aragonesa, 10%. La química está presente en todo lo que nos rodea, desempeña un papel fundamental en todos los aspectos de la vida. Desde este punto de vista, el consumo está garantizado y crecerá según lo haga la economía en general, tanto con los sectores tradicionales como con las nuevas tecnologías.
Pero el aumento del consumo no tiene por qué cubrirse con la fabricación en el territorio, ya que tenemos los riesgos de la deslocalización de la industria, de la falta de personal cualificado, de la falta de competitividad… La iniciativa privada puede solventar, en parte, estos problemas si bien es la actuación de la Administración la que puede dificultar la buena marcha del sector.
P. Las empresas se enfrentan a un camino de retos constantes que muchas veces se pueden superar de manera más sencilla con el apoyo de instituciones u organismos públicos. ¿Cómo de importante es que se cree ese tándem entre los ámbitos público-privado?
La mejor manera en la que puede ayudar la Administración es facilitando el marco idóneo para el desarrollo de nuestra actividad: crear seguridad jurídica, agilizar los procesos administrativos, evitar la regulación excesiva e innecesaria, crear un marco nacional común que evite la competencia desleal entre regiones…
P. Centrándonos en el futuro a corto plazo, el Vermú de Redacción de Club Cámara, que protagonizas el viernes, apuesta por un formato exclusivo y desenfadado lleno de empresarios y emprendedores. ¿Cómo de importante es el intercambio de ideas y perspectivas entre los directivos aragoneses?
Muy interesante. Siempre aprendemos de los demás, de sus conocimientos, experiencias, éxitos y fracasos, y si es entre amigos y tomando un buen vino, mejor. Para mí, es una satisfacción participar en este evento.
P. Y mirando a medio/largo plazo, ¿le queda algún reto u objetivo por cumplir a Joaquín Portillo?
Mi vida laboral ya se está acabando, creo que no lo he hecho mal del todo. Me queda la tranquilidad de que dejo un excelente equipo que dará continuidad a la empresa y que conseguirá grandes éxitos personales y profesionales. Personalmente, mi familia, mis aficiones y ponerme en paz con Dios.
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