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Apadrina un Olivo: Revitalizando Oliete, un tesoro rural en Teruel

Apadrina un Olivo cuenta con más de 8.000 padrinos que han adoptado diferentes olivos centenarios, dando una segunda vida al pueblo de Oliete

En pleno corazón de la provincia de Teruel, un pequeño pueblo llamado Oliete se enfrentaba a un futuro incierto. Hace apenas una década, este rincón rural, con una población de solo 300 habitantes, luchaba por sobrevivir. El colegio estaba al borde del cierre y el principal motor económico del pueblo, los olivos, estaba en peligro. Un 70% de los olivos, más de 100.000, habían sido abandonados, dejando atrás siglos de tradición agrícola y esperanza para las familias de la región.

Pero entonces, algo cambió. De esta crisis surgió una iniciativa cargada de esperanza: Apadrina un Olivo. Lo que comenzó como una idea para salvar los olivos abandonados de Oliete se ha transformado en todo un movimiento. Este proyecto, que ya ha cumplido diez años, se ha convertido en un modelo de regeneración rural que ha tocado todas las áreas de la vida del pueblo.

Hoy en día, gracias a Apadrina un Olivo, el paisaje de Oliete está cambiando. El proyecto cuenta con más de 8.000 padrinos que han adoptado uno o más de estos olivos centenarios, proporcionando el apoyo necesario para su cuidado y mantenimiento. A través de este apadrinamiento, no solo se salva la riqueza agrícola de la zona, sino que se genera empleo y se atrae a nuevas familias al pueblo, ayudando a frenar la despoblación que tanto afecta a las zonas rurales de España.

Y es que el impacto del proyecto va mucho más allá de la simple recolección de aceitunas. Gracias a la labor de los 43 trabajadores que ahora forman parte de la iniciativa, muchas familias en riesgo de exclusión han encontrado una nueva oportunidad de vida en Oliete.

Apadrina un Olivo ha generado empleo local, contribuyendo a que las familias puedan asentarse en la región y revitalizando así el día a día del pueblo. Un ejemplo claro es que el colegio de Oliete, que estaba a punto de cerrar con tan solo tres alumnos, ahora cuenta con 29 niños.

Además, el turismo rural ha crecido considerablemente, con visitantes que llegan para conocer de cerca los olivares centenarios, disfrutar de catas de aceite y descubrir la belleza natural y cultural de Oliete.

Cómo funciona Apadrina un Olivo

El proceso de apadrinamiento es sencillo y accesible, con una donación de 60€ anuales. Esta aportación, que además es desgravable en el IRPF por tratarse de una ONG, permite a los padrinos no solo participar en la conservación de los olivos, sino también disfrutar de los frutos de su apadrinamiento. Al final de cada cosecha, cada padrino recibe 2 litros de aceite al año elaborado a partir de su propio olivo, en una botella única diseñada por artistas diferentes en cada campaña.

La experiencia va más allá del apadrinamiento virtual. Una vez al mes, se organizan visitas para los padrinos, con un recorrido por los olivares, visitas a la almazara para conocer el proceso de elaboración del aceite, catas, recorridos turísticos por Oliete y alguna que otra sorpresa.

Para quienes quieran formar parte de este proyecto y dar un paso hacia la preservación del entorno rural, pueden hacerlo a través de su página web, donde también es posible regalar apadrinamientos a amigos y familiares.

Un aceite premiado

El esfuerzo y la dedicación detrás de Apadrina un Olivo también han sido reconocidos a nivel gastronómico. En 2024, el aceite producido por esta iniciativa fue galardonado con el primer premio del Mejor Aceite del Bajo Aragón con Denominación de Origen, un reconocimiento que no solo habla de la calidad del producto, sino del cuidado y cariño con el que se elabora.

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