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Guía para disfrutar de las Perseidas: La lluvia de estrellas más espectacular del verano

Descubre aquí todo lo que necesitas saber sobre la lluvia de estrellas Perseidas

Cada año, alrededor del 12 de agosto, tiene lugar la famosa lluvia de meteoros conocida como las Perseidas, también llamadas «lágrimas de San Lorenzo» debido a su cercanía con la festividad del santo. Tal y como explica el Instituto Geográfico Nacional, esta lluvia es visible en el hemisferio norte, con meteoros que pueden alcanzar velocidades de más de 50 kilómetros por segundo y con una actividad de hasta 200 meteoros por hora.

¿MEJOR MOMENTO PARA VER LAS PERSEIDAS? 

En 2024 el máximo de las Perseidas se producirá el día 12 de agosto entre las 15 y las 18 horas de tiempo oficial peninsular, coincidiendo además con el cuarto creciente de la Luna, por lo que no será un buen año para su observación. Para verlas, busca un lugar con un cielo oscuro y despejado, evitando la luz de la Luna y los obstáculos que puedan limitar la visión. Aunque las Perseidas parecen venir de la constelación de Perseo, pueden observarse en cualquier parte del cielo. Lo mejor es tumbarse y esperar a que tus ojos se adapten a la oscuridad para disfrutar del espectáculo.

¿POR QUÉ OCURRE?

Los cometas, según describen sus órbitas alrededor del Sol, van arrojando al espacio un reguero de gases, polvo y escombros (materiales rocosos) que permanece en una órbita muy similar a la del cometa progenitor. Cada cometa va formando así un anillo en el que se encuentran distribuidos numerosos fragmentos cometarios. Cuando la Tierra, en su movimiento en torno al Sol, encuentra uno de estos anillos, algunos de los fragmentos rocosos (meteoroides) son atrapados por su campo gravitatorio y caen a gran velocidad a través de la atmósfera formando una lluvia de meteoros. La fricción con los gases atmosféricos calcinan y vaporizan los meteoros que aparecen brillantes durante una fracción de segundo formando lo que popularmente denominamos estrellas fugaces. No se trata por tanto de una estrella sino de una partícula de polvo incandescente.

La altura a la que un meteoro se hace brillante depende de la velocidad de penetración en la atmósfera, pero suele estar en torno a los 100 kilómetros. Sin embargo, el alto brillo y la gran velocidad transversal de algunos meteoros ocasionan un efecto espectacular, causando la ilusión en el observador de que están muy próximos. Los meteoroides de masa menor al kilogramo se calcinan completamente en la atmósfera, pero los mayores y más densos (de consistencia rocosa o metálica), forman meteoritos: restos calcinados que caen sobre el suelo.

Cada año a principios de agosto nuestro planeta cruza la órbita del cometa 109P/Swift-Tuttle, que tiene un período de 133 años y que pasó cerca del Sol por última vez en 1992. Esta órbita está llena de partículas pequeñas, como granos de arena o menores, que han sido liberadas por el cometa en sus pasos anteriores. Cuando una de estas partículas, que formaron en su día la cola del cometa, entra en la atmósfera terrestre a gran velocidad, la fricción la calienta hasta vaporizarla a gran altura.

La correspondiente lluvia de meteoros parece tener un único centro de origen, un punto del que parecen surgir todas las estrellas fugaces. Ese punto se denomina «radiante» y su localización se utiliza para nombrar a la lluvia de estrellas. Así pues, las perseidas tienen su radiante en la constelación de Perseo.

FUENTE: Instituto Geográfico Nacional

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